Resumen Los Cuatro Dones

LA DOMESTICACION Y EL SUEÑO DEL PLANETA

La percepción de la vida tal como la entendemos y la visualizamos es simplemente lo que podemos soñar y lo que captamos a través de nuestra vida reflejada en un instinto de aprendizaje y entendimiento; el sueño es la principal función de la mente expresada a lo largo de nuestra propia experiencia y sobre todo cuando simplemente creemos que soñamos despiertos, llevando nuestra mente a tratar de entender la realidad de una forma expresada a través de la repetición. Tratar de vivir la vida solo por nuestro propio instinto nos convierte en animales de costumbre, capaces solo de relacionar lo que vemos y lo que vivimos en cuanto a lo que sabemos y lo que podemos entender, reflejados en otras historias y en experiencias diferentes a las nuestras. Vivimos de acuerdo a las costumbres que acoplamos a nuestras necesidades con relación a las de nuestros padres, hermanos y la sociedad.

Tenemos en mente solo lo que nos interesa, haciendo una recopilación de lo que nos han enseñado, lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo…Las personas que nos rodean van creando en nosotros seres Dependientes de las creencias, actitudes, aptitudes y valores que se han tomado como correctas a lo largo del tiempo. Tratamos de ser Nosotros mismos haciendo las cosas que queremos, Pero llega alguien y nos reprende diciendo que es incorrecto; de esta manera por miedo a ser nuevamente reprendidos nos adaptamos a lo que quieren y cuando hacemos algo bueno nos premian, así empezamos a entender que para obtener cosas buenas debemos hacer lo que la sociedad menciona y en contradicción para que nos castiguen.

Luego, cuando llega el entendimiento de lo malo y lo bueno y no hay nadie reprochándonos, castigándonos o premiándonos viene nuestro sistema de creencias que es como nuestro juez interior que utiliza lo que está en el Libro de la Ley , ese con que sancionamos y recompensamos a “la víctima”, el problema llega cuando esto se sale de lo justo, cuando tenemos un error y nos lo reprochamos una, y otra, y otra vez... este sistema es tan fuerte que, incluso años después de haber entrado en contacto con nuevos conceptos y de intentar tomar nuestras propias decisiones, nos damos cuenta de que esas creencias todavía controlan nuestra vida.

Los ser humanos somos el único animal que se castiga repetidas veces por constantes situaciones, de igual manera lo hacemos con las personas que nos rodean, cada que nos acordamos, volvemos a caer en lo mismo: EL SUFRIMIENTO, Ese al que tanto tememos, ese que nos causamos por el libro de la ley que aunque creamos saber que no está mal lo que hicimos este nos reprende, y de igual forma creyendo que es malo lo que hicimos, el libro de la ley dice que está bien por la simple costumbre que han inculcado los antepasados en nosotros.

Así se crea el miedo en nosotros a sufrir y a ser impugnados, contradictoriamente a hacer ese tipo de cosas incorrectas que la sociedad rechaza para entrar en un grupo de personas que si las acepta.

El miedo al “Infierno” ese que las religiones mencionan, que nos lo plantan como un lugar en el que el sufrimiento y el perjuicio son los protagonistas, Ese lugar al que nos condenan, ese, que cuando tenemos malos sentimientos arde en nosotros: el sueño del infierno, siendo esto incierto ya que ninguna persona puede condenar a otra al sufrimiento sin nuestro consentimiento, porque nadie nos puede hacer más daño que el que nosotros mismos nos causamos y si lo aceptamos, es porque nosotros mismos nos lo hacemos, de igual o mayor manera, pero, cuando aceptamos el sufrimiento que nos causan y es mayor al que nosotros mismos nos producimos es porque nos profesamos insuficientes y pensamos que lo valemos, esto se debe a la falta de confianza, autoestima y seguridad.

EL PERLUDIO DE UN NUEVO SUEÑO.

Los acuerdos Los realizamos con otras personas y con nosotros mismos, siendo estos últimos los más importantes, en estos acuerdos he establecido lo que soy, lo que puedo hacer lo que no, lo que debo hacer y lo que no, que creo y que no, que es posible y que no lo es.

La cantidad de acuerdos que mantenemos con nosotros mismos nos hacen gastar energía ya que estamos pendientes de realizarlos, pero esto sucede si los acuerdos se basan en el miedo, en las cosas que no nos dejan avanzar en aquellas que no realizamos por miedo a fracasar, estos acuerdos nos quitan la posibilidad de vivir la vida a cabalidad como debería ser.

En cambia, cuando mantenemos acuerdos de seguridad, confianza y autoestima nos brindan la conservación y el aumento de energía de nuestro día a día para realizar aquellas cosas que nos hacen feliz y que nos permiten mantener una mejor relación con las demás personas y conmigo mismo.

PRIMER ACUERDO

Se impecable con tus palabras.

las palabras son como hechizos que se pueden utilizar para magia negra o blanca lo único que las distingue es el color igual es magia, magia efectiva. cuando las utilizamos no nos damos cuenta del poder que poseen, del poder que poseemos, el poder de destruir o construir con un solo sonido, ese sonido al que nos adaptamos para entenderlo; las palabras son solo del ser humano y pueden cambiar una vida, ayudar a alguien, revivirlo, apoyarlo, hacerle sentir bien o matarlo, bajarle su autoestima…

Las palabras son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño mas bello o destruir todo lo que nos rodea, una crítica nos convierte en jueces prepotentes como nuestro juez interior, Las quejas estas que tanto mencionamos “ que mala suerte tengo”, “ no sirvo para nada” en víctimas y nos derrotan de antemano.

Las mentes humanas son fértiles las palabras que recibimos de otra personas o de nosotros mismos crecen en nosotros cada vez más, pero no todas las mentes son fértiles para todas las semillas, debemos asegurarnos de la fertilidad que tiene nuestra mente para estas semillas y hacer que estas sean semillas de amor, paz, ayuda…

Podemos enviar hechizos por medio de palabras, el poder que esta posee es peligroso, si decimos algo negativo a alguien es posible que se lo crea y si lo hace puede llegar a convertirse en eso. las mentes más jóvenes son las más afectadas, si en algún momento a un niño se le dice “tonto” el seguramente se lo creerá y crecerá con esta idea d q es tonto, así sea muy inteligente.

Mientras crezca posiblemente tratara de cambiar esta idea pero, será difícil ya que esta hechizo ha crecido por varios años en su mente; si en algún momento alguien le dice que “no es tonto, que es inteligente, que tiene grandes capacidades” y él se lo cree posiblemente dejara de serlo y sus acciones lo reflejaran,

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