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Viaje Alrededor De La Luna


Enviado por   •  10 de Mayo de 2013  •  1.137 Palabras (5 Páginas)  •  1.515 Visitas

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TITULO DEL LIBRO: Viaje alrededor de la Luna

AUTOR: Julio Verne

EDITORIAL: Librodot, S.A. de C.V.

NUMERO DE PÁGINAS: 77

PERSONAJES: Impey Barbicane, El capitán Nicholls, Michel Ardan, teniente Bronsfield, capitán Blomsberry del Susquehanna, J.T. Mason,

INICIO

A las 10 de la noche Barbicane, Nicholls y Ardán se despidieron y entraron al proyectil junto con dos perros, Diana y Satélite. Cerraron el interior del “Columbiad” y una grúa los bajó al cañón. Michel Ardán encendió una lámpara y el interior del proyectil se iluminó mostrando una habitación cómoda y acolchonada. Estaban preparados para salir a las 10:47 horas y se acomodaron en las camas. Platicaban muy nerviosos, estaban en el fondo de un cañón de trescientos metros y debajo del proyectil había 181 kilos de algodón pólvora.

De repente se produjo un choque espantoso, y el proyectil, impulsado por seis mil millones de litros de explosivo, se elevó en el espacio.

DESARROLLO

Todos en tierra estaban dudosos, no sabían qué resultado había tenido este lanzamiento, por fuera el proyectil parecía entero, pero adentro, ¿estarían vivos los tripulantes?

El proyectil soportó entero la explosión y dentro Michel Ardán fue el primero en darse cuenta que estaba bien, pero no se podía levantar, todo estaba oscuro. Con mucho esfuerzo se levantó y encendió la lámpara que se había apagado con el despegue y vio a sus amigos sin moverse, pero estaban vivos. Se levantó, los reanimó y todos se preguntaban si en verdad estaban en el espacio o habrían caído al fondo del Golfo de México. Cuando abrieron las ventanas vieron las estrellas, la Luna y la Tierra y se alegraron, el despegue había sido un éxito.

Se preguntaban por qué no habían escuchado la detonación del “Columbiad” y la respuesta fue porque habían viajado más rápido que la velocidad del sonido. Se sentían muy cansados y se fueron a dormir.

Ocho horas después, la Tierra se veía como un pequeño círculo y comenzó a asomarse el Sol que calentó e iluminó el proyectil por debajo y a la Luna también. Era un espectáculo asombroso y jamás visto. Barbicane tomó nota de todos los detalles de este viaje.

La velocidad del proyectil aunque era enorme, no se notaba, parecía flotar en el espacio inmóvil.

Barbicane calculó que habían recorrido ya más de la mitad de la distancia y todo parecía estar bien. Ese día se dieron cuenta de que “Satélite” el perro había muerto y tuvieron a arrojarlo fuera del proyectil. Los días transcurrieron sin problemas y al cuarto día ya se veía a la Tierra como una pequeña mancha oscura y el gran plato de la Luna crecía cada vez más debido a la cercanía. Ese mismo día notaron que los objetos que arrojaban parecían suspendidos junto al proyectil y lo seguían en su movimiento.

A Michel se le antojaba salir a flotar con ellos, pero Barbicane le dijo que no podría respirar. Comenzaron a agitarse, se pusieron rojos, respiraban rápido, sus ojos brillaban, todo esto por la cercanía a la Luna, hablaban sin parar y se pusieron agresivos, hasta se pelearon, era como si estuvieran borrachos, una borrachera lunar. Luego bailaron y se desmayaron. Cuando se despertaron se sentían sobre-excitados

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