Análisis Cisne Negro

En la película el cisne negro, el personaje principal Nina Sayers es una muchacha con el sueño de encabezar la obra “El lago de los cisnes”. Desde el principio se puede apreciar como este personaje vive por el ballet. Es notable que es reservada y su apariencia es de niña buena. Nunca ha tenido un hallazgo de su propia personalidad y es una persona muy inestable. Todo lo que ella refleja es lo que la madre ha logrado moldear, una niña frágil e inocente. Con su inocencia y fragilidad es la candidata ideal para ser el cisne blanco pero son esas mismas características que le impiden ser el cisne negro. Es ahí donde Nina empieza a tener dificultades y se encuentra en una crisis al intentar encontrar la sensualidad y desinhibición que caracterizan al cisne negro, algo completamente contradictorio a lo que ella ha sido en su vida. Nina presenta cuadros de alucinaciones siempre que enfrenta situaciones de estrés para ella. La tensión que representa para ella la búsqueda de la perfección en ocasiones le provoca auto infligirse heridas, como el salpullido en la espalda causado por rascarse. Esta obsesión de Nina por ser impecable no es por su propia satisfacción sino por la manera en que la miran los demás, en especial su mamá y el director a quien ella describe como una persona brillante. En una escena se puede ver como roba cosas del camerino de la bailarina anterior y piensa que es eso lo que la va a ayudar a llegar a ser insuperable. Durante su transición de cisne blanco a cisne negro se encuentra rodeada de relaciones altamente inestables con otros personajes que la asisten hacia el descubrimiento de su nueva personalidad.

La que ha tenido más impacto en su vida es su mamá, una mujer muy controladora, su vida gira alrededor de su hija. Fue bailarina en su juventud y al quedar embarazada, de Nina, pierde su carrera y por este motivo ha ejercido demasiada presión sobre su hija, tanto que se podría deducir que Nina con el ballet solo busca la aprobación de su madre. Ella ve en su hija una prolongación de sí misma y quiere que Nina llegue a ser todo lo que ella no pudo y así ella poder vivir el sueño a través de su hija. Aun ve a Nina como su pequeña niña y así interactúa con ella, como se puede ver en las escenas donde aún la cobija antes de dormir y la llama “mi dulce niña”. Se puede decir que es casi dependiente de su hija y no podría soportar el abandono de ella. Es el apoyo principal de Nina para llegar a cumplir sus sueños como bailarina pero a la vez se puede notar como una vez que le dan el papel principal se siente envidiosa, tal vez del éxito que tiene su hija que ella nunca pudo alcanzar. Usa la influencia y el poder que tiene en Nina para manipularla. La madre presenta muchos rasgos del Trastorno de Personalidad Dependiente y la relación que ella más aprecia es la de su hija, incluso en la película nunca se menciona la presencia de una figura paterna. La presión que ejerce sobre Nina la ha llevado a desarrollar un temor al rechazo de los demás y por lo mismo intenta ser la bailarina perfecta. El que algo no suceda como ella quiere le causa una angustia que la lleva adoptar un comportamiento obsesivo canalizado a su baile.

El momento crítico en la vida de Nina Sayers es al saber

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