Andres Caicedo/ Que Viva La Musica/ VIVE TU JUVENTUD

VIVE TU JUVENTUD

“La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu”. Mateo

Hoy en día podemos ver que la música se ha convertido en un complemento para el ser humano ya que a través de ella podemos expresar nuestros sentimientos y sentir que estamos en un mundo perfecto.

En la novela “Que viva la música” de Andrés Caicedo, se habla de una chica llamada María del Carmen Huerta, que ama la música pero que ha dejado que las drogas y el sexo gobierne su vida.

María del Carmen pertenecía a la burguesía, pero ella no estaba satisfecha con su vida ya que decía que era algo aburrido; así que decidió entrar en otros tipos de ambientes.

Su filosofía era “vivir la vida sin preocupaciones” pues ella decía:

“hay que gozar de la vida ahora que somos jóvenes y tenemos tiempo, ya que después vamos a morir: es la ley de la existencia y nadie la cambiara”, (Que viva la música, página 131),

Ya que ella desde muy temprana edad le gustaba ir a rumbas, fumar perica, hasta el punto de escribir detalladamente tus alucinaciones, fue tanto así que cae en la promiscuidad.

Esta chica llega al mundo de las drogas gracias a sus compañeros de la clase baja; para ella la música se ha convertido en complemento para su vida, pues podemos decir que, la música nos lleva a un mundo ideal, donde vivimos aventuras, y experimentamos para obtener sabiduría y gozar la juventud sin preocupaciones. Como lo decía William Blake: “el camino de los excesos conduce a la sabiduría”.

Para ella la música la motivaba a bailar y gozar su juventud, y entre rumba y rumba, ella se excitaba, hasta el punto en que tenía sexo agresivo, ya que ella llevaba todo al exceso para así poder gozar su juventud.

Como podemos ver, que ahora en la juventud la música se a convertido en algo indispensable, donde muchas personas se sienten identificadas con muchos de sus temas y también se desahogan bailando, sintiendo que se escapan de este mundo; para ellos en ese momento solo piensan en gozar la juventud sin importar sus consecuencias, hasta el punto en que caen en caen en vicios no bien vistos por la sociedad.

Hecho Por Natalia Pardo / CFSF

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