Tenemos Que Hablar De Kevin

Tenemos que hablar de Kevin

“El ser humano tiende a dar por hecho que si otro ser humano comete un asesinato, debe haber una explicación detrás de sus actos.”

Kevin; quien en pasado, presente y futuro jamás presento la inocencia, un niño que evidentemente va más allá de una travesura. Pero “el porqué” es algo inexplicable aunque no imposible, claro está que hay muchas fracciones de factores, que al combinarlas se resumen en una sola: las consecuencias del miedo a la maternidad y los embarazos no deseados.

Posiblemente el punto de partida sea mucho antes del embarazo, Eva y Franklin llevaban un ritmo de vida muy distinto, contrario a las responsabilidades de ser un padre. El cambio hormonal junto al cambio de ritmo de vida que Eva sufre al tener a Kevin es un detonante para la depresión postparto, vemos a Eva un tanto apática con el recién nacido, luego vemos a Franklin, el despreocupado padre que solo ve al hijo como su pequeño niño.

Mientras Kevin crece desarrolla un tipo de personalidad sociópata, no se muestra avergonzado, incómodo o tímido en ninguna situación. Da la impresión que tiene cualidades superiores. También parece responder con emociones normales y es convincente respecto a sus ideales. Parece inmune a la ansiedad y la preocupación que tendrían las personas normales ante situaciones inquietantes o perturbadoras. Un claro rechazo hacia Eva y al mismo tiempo siendo todo lo contrario con Franklin aparentemente teniendo mejor relación con este último.

Hay un momento de tensión, cuando la madre ya cansada de ver que su ya no tan pequeño hijo aun no va al baño, en pañales todavía y luego de que este comete una acción desafiante a su madre, Eva arremete contra Kevin, dañándolo física, emocional y sin duda alguna psicológicamente, pero vemos como luego él se encarga de encubrir el asunto, hacerlo ver como una accidente, tomando control de la situación, de Eva.

El no comunicar de la manera correcta afecta a tal grado que el mensaje puede llegar a distorsionarse, pues si no comunicamos de la manera más propia, el receptor puede interpretarlo de una manera distinta. Como en el caso de Eva que desde un principio no comunico su sentir ante la noticia de ser madre, quizás jamás expreso su inconformidad o que en realidad no deseaba ser madre en ese momento. Con Kevin, ni siquiera sabía que decir, como expresarse al igual que la comunicación con Franklin, no comunicaba lo que realmente estaba pasando con Kevin y su relación. Quizás si desde al principio hubiesen pedido ayuda profesional y se hubieran comunicado de la manera correcta, Kevin no hubiera llegado hasta esos extremos.

La adolescencia, por ser un período crítico sometido a constantes cambios en el desarrollo físico, psíquico y social del adolescente, así como también en el marco familiar en que éste se desenvuelve,

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