AGROINDUSTRIA Y CRISIS ALIMENTARIA

AGROINDUSTRIA Y CRISIS ALIMENTARIA

Es importante que las autoridades del sector agropecuario en cabeza del Ministro de Agricultura, diseñen planes y programas de desarrollo agroindustrial, con el fin de ofrecer alternativas a sinnúmero de empresas nacionales y extranjeras, que están urgidas de productos con valor agregado. Colombia, ante las posibilidades que tiene por la diversidad de climas, está rompiendo el récord al ser requerida para estos fines. Además del mercado interno, los de Norteamérica, Europa, y Asia, se están mostrando como los más interesados, sin descartar los del Caribe y centroamericanos.

Lamentablemente, estamos en pañales, porque desconocemos los desdoblamientos y bondades de lo que significa el valor agregado para su éxito comercial. Como alternativa, hay que fortalecer la actividad agropecuaria con subsidios, centros de acopio, capacitación en agricultura limpia, orgánica, y óptimas vías de comunicación.

Debemos mirar con optimismo, pero al mismo tiempo con preocupación, el entusiasmo que han despertado los TLC, suscritos, y los que están en curso, dentro de los cuales se encuentra negociado casi todo el universo arancelario del sector en referencia, pero, que, lamentablemente no estamos preparados: el de Estados Unidos, que muy posiblemente entre en vigencia para finales del presente año; el de la UE, con los Andinos, se encuentra en la última fase de negociación; el de Colombia con Canadá próximo a ratificarse; Colombia con Chile, que entró en vigencia desde el mes de mayo de 2009; países, a los cuales pueden ingresar nuestros productos libres de arancel.

Al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, le está haciendo falta más divulgación y pedagogía sobre el conocimiento de los países signatarios y el modus operandi de los tratados. Para lograrlo, debe estar a la vanguardia, con el fin de ilustrar a las organizaciones campesinas sobre la forma de proceder para cada caso en particular.

Proexport y la Corporación Colombia Internacional, se han preocupado por promover foros, seminarios y mesas de negocios con delegaciones nacionales e internacionales, la mayoría de las veces con resultados satisfactorios. Sin embargo, nos estamos quedando cortos con lo poco que industrializamos, puesto que la demanda que es infinitamente superior a la oferta, se encuentra atada a una serie de circunstancias y condicionamientos que no le permite a los productores maniobrar con amplitud el manejo de control de calidad, cantidad, empaques y precios de los mercados en referencia.

Las autoridades, deberían implementar modelos agroindustriales tipo exportación, partiendo de las cadenas productivas y alianzas estratégicas que tan buenos resultados está dando a la unidad: ciudad - región, puesta en práctica por la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca. Si logramos desarrollar políticas con modelos perdurables, se promoverá la generación de empleo en departamentos y municipios. Siempre he creído, que para lograr estos objetivos, se hace indispensable, levantar el mapa productivo por región, estableciendo la valoración del recurso humano frente a los procesos de desarrollo y lo más importante precisar, funciones de los organismos rectores de su competencia.

La Ley Marco Agroindustrial, que se ha debatido en foros y seminarios, con aceptación de pequeños y medianos productores, continúa siendo la mejor opción para hacer frente a tantas posibilidades que se nos presentan, pero que debido a políticas poco claras y confusas se nos están saliendo de las manos. *Columna de la Fundación Buen Gobierno.

COMENTARIO:

Según el artículo publicado en Portafolio.com.co, nos dice

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