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Crisis Financiera En Los años 80 Y 90


Enviado por   •  1 de Octubre de 2013  •  1.442 Palabras (6 Páginas)  •  508 Visitas

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CRISIS FINANCIERAS EN LOS AÑOS 80 Y 90, CAUSAS Y MEDIDAS PARA CONTRARRESTARLAS EN COLOMBIA

Las dos crisis financieras que experimentó la economía colombiana a lo largo de la segunda mitad del siglo XX fueron de naturaleza diferente pero con algunos elementos en común.

Estos eventos estuvieron antecedidos por períodos de auge y aumento significativos de los flujos de capitales del exterior. Ese entorno macroeconómico propició el aumento del endeudamiento externo (privado y público), lo cual, en su conjunto, se tradujo en la expansión de la cartera del sistema financiero nacional y el surgimiento de burbujas en los precios de los activos. Otro elemento en común de las crisis financieras mencionadas es que su detonante fue una crisis financiera externa, la cual hizo disminuir los flujos de capitales del exterior, generó una caída abrupta en el precio de los activos, un deterioro en la capacidad de pago de los agentes y finalmente se tradujo en la caída del producto y la quiebra de varias entidades financieras. A continuación se realiza una breve descripción de estas dos crisis financieras sistémicas basada en la reseña histórica llevada a cabo por Caballero y Urrutia en el libro “Historia del sector financiero colombiano en el siglo XX”.

La crisis de los años ochenta estuvo precedida por la bonanza cafetera de finales de la década de los setenta, la cual desencadenó un auge económico sin precedentes. Esta bonanza se registró en un contexto de altos precios internacionales del café como resultado de una helada que experimentó Brasil. En este entorno, el país enfrentó un fuerte ingreso de divisas asociado a las exportaciones de café, al aumento de las exportaciones no tradicionales (legales e ilegales) y a la entrada de capitales atraídos por las altas rentabilidades del mercado de títulos en Colombia y un diferencial positivo de tasas de interés. Este auge económico y aumento en los flujos de capital propició un aumento del endeudamiento externo público y privado

Paralelo a este ambiente de crecimiento económico, el sistema financiero registró un fuerte dinamismo en términos de intermediación a través de canales formales e irregulares. Estos últimos asociados a las innovaciones financieras y al surgimiento de grupos financieros que buscaban evadir las restricciones que se habían establecido para limitar la expansión secundaria de dinero

Adicionalmente, la dependencia de la economía colombiana al sector cafetero trascendió a la estructura del sector financiero, concentrando su cartera en este sector y haciéndose más vulnerable.

La caída de los precios internacionales del café en 1980 y el deterioro en los términos de intercambio desencadenó una desaceleración de la economía, el surgimiento de un déficit en la cuenta corriente y el incremento del endeudamiento externo. A este entorno económico no tan favorable se sumó que a comienzos de los años ochenta se hicieron evidentes serios problemas éticos al interior del sistema financiero, que se materializaron con la proliferación de “autopréstamos” entre las entidades que conformaban los grupos financieros. De acuerdo con Fogafin (2009), “la reversión del ciclo económico ocurrió en un momento en que el sistema financiero colombiano se caracterizaba por bajos niveles de capitalización y de provisiones, y por un marco de regulación y supervisión que posibilitaba que algunas entidades financieras eludieran ciertos controles legales.”

Posteriormente, el aumento de la tasa de interés en EE.UU conllevó al encarecimiento de la deuda de los países latinoamericanos, tal que en 1982 México se vio obligado a solicitar el aplazamiento del servicio de la deuda externa, lo cual propició el posterior cierre de las líneas de crédito internacionales a los países en desarrollo. Estos eventos detonaron una crisis de deuda externa en América Latina a mediados de 1982.

En este contexto interno y externo tan complejo, los problemas del sector real se evidenciaron en el deterioro de los indicadores de calidad de cartera del sector financiero, en especial en aquellas entidades muy expuestas al sector exportador, industrial y comercial. Con un sector financiero que presentaba deficiencias de capital e información contable que no reflejaba su realidad económica y financiera, en 1982 el país entró en una crisis financiera que generó la posterior liquidación y nacionalización de algunos bancos entre 1986 y 1987.

En la década de los noventa, Colombia se enfrentaba a nuevos retos, la creación de una nueva Constitución con un corte neo liberal que abría la economía nacional al exigente mercado mundial, que obligo a reestructurar totalmente el aparato estatal para afrontar tales exigencias, lo que llevo una fuerte inversión fiscal y económica, estos cambio los describe Fogafin, en el año 2009, como “tendientes a elevar la eficiencia de la economía, incentivar el crecimiento del producto y responder a los retos del nuevo escenario internacional”

Además de la Constitución del 91, el descubrimiento de los yacimientos petroleros de Cusiana y Cupiagua crea, al igual que en la crisis de 1982, un exceso de confianza y una percepción de riqueza estable, en el ámbito internacional la llegada de un nuevo mercado genero la entrada de capital en la economía interna, fortaleciendo la seguridad ya presente en la economía colombiana.

De esta forma, se constituían los elementos necesarios para que se diera una nueva crisis, debido a la fuerte expansión del consumo privado y del gasto público, plasmándose una apreciación general de riqueza; sin embargo, pero no tuvieron en cuenta que en la economía cuando ya no es posible ascender más solo queda ir en descenso.

La expansión del gasto fue financiada principalmente por deuda externa (pública y privada) otorgada gracias a la situación de alta liquidez de los mercados internacionales y al marcado flujo de capitales hacia los países emergentes (Echeverry, 1999). Esta liquidez se tradujo en 1993 en un crecimiento real anual de la cartera del sector financiero de 24.4% que gestó una burbuja especulativa en los precios de los activos –finca raíz y acciones inscritas en bolsa- (Revista del Banco de la República, 1999, citada por Caballero y Urrutia, 2006).

La responsabilidad del sector financiero, se ve reflejada en el exceso de confianza que demostraron al brindar créditos de una manera laxa, ya que los estándares para el otorgamiento de crédito eran minimos y a su vez el sector financiero sobreestimaba de la viabilidad de los proyectos que financiaban.

El fortalecimiento del narcotráfico y las guerrillas que se financiaban de este creo un entorno de alta incertidumbre política en la segunda mitad de la década de los noventa, la economía colombiana experimentó un deterioro persistente en sus cuentas fiscales y se gestó un desequilibrio externo “Esta situación hizo particularmente vulnerable a la economía a cualquier cambio en las percepciones de los inversionistas nacionales e internacionales y a los choques adversos externos” (Caballero y Urrutia, 2006).

El alto nivel de vulnerabilidad de la economía colombiana se hizo evidente en 1998 por dos eventos: i) la crisis asiática que ocasionó la caída de los precios de los principales productos básicos, deteriorando los términos de intercambio, y ii) la declaración de moratoria en la deuda externa rusa, la cual afectó negativamente la confianza de los inversionistas

Entre las consecuencias de estos dos choques externos se destacan: la caída del ingreso por las condiciones internacionales adversas, la dificultad que enfrentó el gobierno para conseguir recursos del exterior, el encarecimiento del pago de la deuda externa y la salida masiva de capitales de los mercados emergentes. Esta salida de capitales y los ataques especulativos contra la banda cambiaria propiciaron la devaluación de la tasa de cambio, el aumento en la tasa de interés y finalmente la disminución de la liquidez en el mercado. Esto ocasionó una marcada contracción en la inversión, la producción y el consumo.

Esta situación llevó a que el sector privado enfrentara grandes dificultades para cumplir sus compromisos de deuda, lo que generó la quiebra de un número importante de entidades financieras, y desencadenó la crisis financiera de finales de siglo en Colombia.

Este patrón fue descrito por Reinhart y Reinhart (2009), quienes señalan que estos eventos de crisis se caracterizan por: el interés de inversionistas extranjeros en algunas economías emergentes; el aumento de los flujos de capital a mercados financieros locales pequeños y poco profundos; la apreciación de la tasa de cambio; el aumento en los precios básicos y de los activos; y el crecimiento excesivo del crédito. Estas características se observaron en las crisis financieras que vivió la economía colombiana durante la segunda mitad del siglo XX, por lo que es importante evaluar si el entorno macroeconómico actual responde a este mismo patrón.

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