Documento Memorandum

CAPITULO I

Año 1872, Phileas Fogg, ingles de pura cepa; quien tal vez no había nacido en Inglaterra; vivía en la casa número 7 de Saville-Row, Burlington Gardens. Todos veían a Phileas como un personaje enigmático, vivía solo, no tenía parientes, nadie conocía su fortuna, era metódico en sus actos y sobre todo, en asistir puntualmente al distinguido Reform Club del cual era uno de los miembros más notable y singular. Era allí donde pasaba casi todo el día jugando y no regresaba a su casa hasta la medianoche. El 2 de octubre de 1872 Phileas Fogg contrató por la mañana a Juan Picaporte (apodo que describia perfectamente ya que poseía una habilidad inaudita para salir de apuros y cualquier situación complicada que se le apareciera) como su criado. Picaporte había escuchado hablar acerca de Fogg, y como deseaba llevar una vida tranquila que nunca tuvo, le pareció buena idea aceptar el trabajo del dichoso hombre, tranquilo y de renombre, aunque el único mérito del mismo, era ser parte del renombrado Reform Club, y al que le hubiese extrañado que un hombre tan misterioso alternase con los miembros de esa digna asociación, se le podría responder que entro en ella por recomendación de los señores Baring Hermanos.

CAPITULO II

Aquel cierto día en el Reform Club, en donde Fogg se reunía con sus amigos, leía el periódico “Times” y jugaba partidas de naipes, surgió en la conversación el tema del robo al banco de Inglaterra por 50000 libras esterlinas cuyo acontecimiento era muy reciente por lo que hablar del tema se encontraba en boca de todos; muchas hipótesis se manejaban sobre el tema, la fuga apuntaban a que el ladrón jamás sería encontrado si llegara a viajar porque la Tierra es muy grande y resultaba imposible la comunicación inmediata y el recorrerla en poco tiempo. El ingeniero Andrés Stuart aseguraba que era imposible recorrer la Tierra en 80 días pero Fogg apoyaba tan tenazmente esta teoría y para comprobarla, lanzó una apuesta en la que debía recorrer la Tierra en 80 días a partir de ese momento; la primera apuesta se trataba de nada más y nada menos que de 4000 libras a lo que Fogg añadió que poseía 20000 libras depositada en la casa de Baring Hermanos y si no regresaba puntualmente a comparecer ante los miembros del club, perdería dicho monto, y para hacer más formal la apuesta se labro acta del mismo y además como garantía Fogg entregó un cheque por dicha suma.

CAPITULO III

Durante la noche, exactamente a las 7:50, Phileas Fogg le avisaba a Picaporte que debían viajar sin cesar para recorrer la Tierra en 80 días y le encargó su maletín con 20000 libras para gastos de viaje. En la estación de trenes, los amigos de Fogg lo despidieron para comprobar semejante hazaña, la cual pronto se convirtió en noticia para todos los periódicos de la región. Pero ocurrió que después de 7 días de su partida, Fogg envió un telegrama en Scotland Yard desde Suez para avisar que seguía la pista del ladrón del banco y solicitaba una orden de arresto en Bombay. El efecto del telegrama fue fulminante para Fogg, pues todos creyeron ahora que él era el hábil delincuente que había burlado a la autoridad frente a sus narices, pues la descripción del asaltante, tenía todas las características de Fogg: un hombre distinguido, de 40 años, que podía pasar por un caballero.

CAPITULO IV

Desde el puerto de Suez, el detective

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