EL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN COLOMBIA, PROYECTOS BIEN ESTRUCTURADOS PERO MAL EJECUTADOS

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN COLOMBIA, PROYECTOS BIEN ESTRUCTURADOS PERO MAL EJECUTADOS

Para nadie es un secreto que la economía en Colombia ha tenido un sinnúmero de restricciones y de implementaciones políticas mal desarrolladas que limitan y afectan en gran parte el crecimiento económico de nuestro país, pero en realidad nos hemos puesto a pensar:

• ¿tienen un punto de intersección todas estas restricciones y políticas mal desarrolladas?,

• Si existiese este punto ¿Por qué no se trabaja primordialmente en él?, para de esta manera, poder trabajar en todas las restricciones y políticas mal desarrolladas al mismo tiempo.

Inicialmente, analizamos cuáles son todas esas restricciones y políticas que no están arrojando un impacto positivo para el crecimiento de la economía colombiana. Entonces nos damos cuenta de que estas se encuentran divididas en dos áreas, una es;

I. La identificación de prioridades de política para el crecimiento económico.

Con respecto a la identificación de las políticas más relevantes para dinamizar el crecimiento económico, debemos tener un aspecto muy claro, que las políticas no tienen el mismo orden de importancia en todo el país, sino que su jerarquía depende del sector del Estado donde se vayan a implantar. Dado que la nación no cuenta con un clima constante, además de que las zonas geográficas son bastante diversas y por ello existen costumbres diferentes, que van a desarrollarse de una manera particular frente a un tipo de ley, por esta y muchas otras razones las políticas deben priorizarse según el territorio nacional al cual se van a destinar, ya que las prioridades políticas para promover el crecimiento en las zonas rurales, puede que al efectuarse en las zonas urbanas vayan quedando el un segundo plano, aclarando que no dejan de ser importantes.

Por otra parte tenemos;

II. El análisis de los incentivos a la inversión a nivel microeconómico y las distorsiones que resultan de fallas del gobierno.

No es de asombrar que el país muestre reactivación económica en las áreas donde la violencia por grupos al margen de la ley ha venido disminuyendo, pues una de las restricciones que mas afecta, de manera negativa, para el avance económico, recae sobre el factor de la violencia en el país, mas específicamente asociado al terrorismo por parte de guerrilleros, paramilitares y en general, los agentes que han desarrollado el conflicto interno en Colombia, debido a que este tipo de violencia influye en las dos áreas que se necesitan estabilizar para poder pensar en un crecimiento económico verdadero.

La violencia afecta de manera directa las decisiones de las firmas con relación a la inversión, ya que ésta, hace que aumenten los costos de producción, porque como es conocido para muchos en Colombia, dependiendo del lugar y el tamaño de tu inversión así mismo será el costo de tu “vacuna”.

Pero no solo eso es lo único que le preocupa a los inversionistas, existen una cantidad de razones derivadas de la violencia que pondrían a pensarlo más de una vez a todo aquel que pretenda realizar algún tipo de inversión significativo para el crecimiento económico de nuestro país. Un claro ejemplo de esto es la permanente violación al derecho de propiedad que se da por parte de los grupos al margen de la ley anteriormente mencionados.

Esta es un área muy delicada la cual se debe manipular con mucho cuidado, pues el gobierno, a pesar de permanecer en una lucha constante para desarticular estas organizaciones, se encuentra en un estado de incapacidad para brindar seguridad a los inversionistas. Entonces surge un problema aun mayor y que de igual forma afecta directamente al crecimiento de la economía ¿Se encuentra la nación en capacidad de ofrecer seguridad a los rendimientos de las inversiones hechas en nuestro país? La respuesta es que realmente no, nuestro país no ha encontrado una alternativa que permita garantizar al inversionista que el rendimiento de su inversión solo dependerá de las reglas del negocio y no habrá cabida a perdidas por extorsión, robo o intimidación por parte de organizaciones al margen de la ley, o grupos delincuenciales que son efectivamente las organizaciones a las cuales se le atribuyen la mayoría de este tipo de actos delictivos.

Si bien este problema impacta más directamente las actividades económicas que se tienden en las zonas rurales, la realidad es que afecta de manera general los incentivos para la inversión en general.

Primeramente, desalienta las inversiones que de otro modo habrían sido efectuadas sin mayores contratiempos; en segundo lugar, desvía la inversión hacia actividades que no habrían sido la primera elección de los inversionistas en tiempos de paz, pero que por razones de seguridad son mas convenientes por tener menos pérdidas potenciales; y en tercer lugar, distorsiona las decisiones de localización de las inversiones a favor de zonas mas seguras, y aumentan los costos de producción para los inversionistas que incurren en gastos no productivos para garantizar la seguridad de sus operaciones.

De otra parte, siguiendo con el análisis de todo aquello que desacelera en crecimiento de la economía, encontramos otro factor que desempeña un papel fundamental en este proceso, estas son las fallas de gobierno, puesto que, ha habido casos de actores políticos involucrados en procesos corruptos de formulación de políticas que dan paso a que se creen políticas de mala calidad, que solo tienen un fin y este es la protección y creación de bienes materiales individuales, el crecimiento de intereses particulares.

Además tenemos los impuestos, factor de restricción del crecimiento económico que está muy influido por el factor anteriormente escrito. En este ámbito ni si quiera en cuanto a la eficiencia del sistema tributario, Colombia tiene un buen desempeño, según las encuestas mundiales.

Con respecto al nivel de impuestos, las tasas nominales a las sociedades son engañosas, porque las empresas enfrentan un número de impuestos que se suman además de la capitalización de las tasas de interés. Por otro lado, el sistema tributario de nuestro país esta plagado de distorsiones que impiden la competencia en un terreno plano.

En Colombia existe una política de competencia, la cual esta enfocada para proporcionar a los negociantes un entorno donde se mantenga una competencia leal y los aleje de la monopolización de los mercados, por parte de empresas “musculosas financieramente”.

La implementación de este tipo

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