EL IMPACTO DE LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN EN LA ECONÓMIA MEXICANA

EL IMPACTO DE LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN EN LA ECONÓMIA MEXICANA

Las tecnologías de información han promovido un desarrollo exponencial en la economía mundial, desde que hicieron su incursión en las empresas de México han sido determinantes para el progreso económico y social del país. Los sistemas de información están involucrados en la mayor parte de aspectos cotidianos de las personas significando notables mejoras en su calidad de vida, sin embargo el verdadero impacto se percibe en el ámbito corporativo, donde han permitido a las compañías nacionales perfeccionar su procesos productivos y trascender las fronteras físicas para llevar sus productos y servicios a una escala global.

Para el sector primario (agricultura, pesca, ganadería, minería) las tecnologías de información han representado ciertos avances para algunas empresas mexicanas, si bien es cierto que este sector aún se encuentra rezagado en este campo (especialmente los gremios del agro independientes y campesinos que trabajan pequeñas parcelas), algunas compañías han desarrollado innovaciones en materia de biotecnología, y han empleado la informática para fortalecer su posicionamiento en el mercado a través de investigaciones de mercados (Tapias, 1994).

Las empresas que experimentan el contacto con el mercado internacional son las primeras en adquirir conciencia de las ventajas de emplear las tecnologías de información para obtener ventajas competitivas. Un claro ejemplo de esto es el gremio minero, el cual está constituido por multinacionales que transfieren sus conocimientos y experiencias en el uso de tecnologías de información para apalancar todos los procesos de extracción de minerales y comercialización internacional; sólo una pequeña parte de este grupo la integran mineros independientes quienes se valen aún de procedimientos artesanales.

Hablar del Sector Industrial implica necesariamente realizar una categorización entre pequeñas y medianas empresas (PyMEs) y las grandes industrias. Estas últimas deben su crecimiento al apalancamiento recibido por las tecnologías de información a lo largo de las últimas décadas. Según el listado de CNN Expansión (2013) entre las diez empresas más grandes de México se encuentran cinco que hacen parte del sector secundario o industrial: Cemex (industria cementera), Grupo Bimbo y Fomento Económico Mexicano FEMSA (Industria alimenticia), General Motors y Volkwagen de México (automotriz). ¿Qué tienen en común estas industrias? Como en el caso de las mineras, estas compañías cabalgan sobre una historia de crecimiento, varias de ellas con casas matrices en territorio internacional como Estados Unidos, desde donde han arraigado una cultura empresarial basada en el aprovechamiento de las tecnologías de información para afinar sus procesos productivos y gestionar eficientemente los datos del mercado.

No obstante, el otro grupo conformado por las PyMEs representa un porcentaje bastante grande que no puede pasarse por alto. Según Fabiola Naranjo de CNN Expansión “en México, las pequeñas y medianas empresas del país suelen invertir en tecnología para impactar en sus niveles de ventas, sin tomar en cuenta que el primer paso para tener éxito a través del uso de Tecnologías de la Información (TI) es pensar en impactar en las operaciones internas de sus negocios” (2012). Bajo este panorama es lógico intuir que existe una brecha que separa las industrias del primer grupo, con las del segundo. Sin embargo, el interés de las pequeñas empresas en invertir en sistemas de información se verá recompensado en la medida que aprovechen alternativas económicas de software en la nube como el SaaS (Software as a Service) (Bidgoli, 2011).

Finalmente el sector terciario o de servicios es sin duda el gran ganador en el aprovechamiento de las tecnologías de información. En México estos sistemas representan un rubro en sí, según Proméxico “México es un jugador líder en el sector de TI y BPO, siendo el sexto mejor destino a nivel mundial para la localización de servicios globales, que incluyen la tercerización de servicios de Tecnologías de Información (TI) y de procesos de negocios (BPO, por sus siglas en inglés), al igual que trabajo en

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