LA CULTURA DELCABIOE MEDO DE UN MUNDO GLOBALIZADO

LA CULTURA DEL CAMBIO EN MEDIO DE UN MUNDO GLOBALIZADO

Sin dudarlo, nuestro mundo se nos impone como una amplia red de sistemas, donde interactúan constantemente, diversas realidades materiales y espirituales o ideológicas, las cuales desarrollan una multiplicidad de factores en todo aquello que envuelve nuestra cotidianidad social, cultural, económica y política.

Para comprender nuestra realidad, es necesario entonces reconocer que nuestro presente rebasa los límites de todo aquello que hemos logrado construir en un amplio proyecto de humanidad.

De este modo, consideramos que la humanidad ha avanzado de manera significativa en cuanto a las formas de adaptación a los diversos contextos en los cuales, predomina ante todo, la interacción del hombre con sus semejantes.

Naturalmente, todas aquellas acciones asociadas a la labor del hombre en pro del beneficio no sólo individual, sino también colectivo, son las que han permitido que dichos cambios en las estructuras sociales vayan siendo más contundentes; la historia del trabajo así lo demuestra.

Siglos de interacción humana han estado absorbentes por la acción de la fuerza física y mental del hombre, que permite modificar sus realidades más inmediatas; desde el trabajo colectivo en pro de la supervivencia de la especie, hasta el trabajo operativo, científico e investigativo que responde a necesidades y realidades mucho más complejas.

Sin embargo, es importante reconocer que en cada época, pese a las funciones sociales que cumple el trabajo, los grupos humanos han tenido la necesidad de responder a las diversas situaciones en las que se hacen necesarios cambios estructurales no sólo en cuanto a sus métodos, formas o funciones, sino también, en cuanto a su administración.

Los últimos siglos han sido testigos de ello; el hombre ha conseguido reconocer unos derechos y unos deberes claros, equitativos y colectivos sustentados en el concepto de la dignidad humana.

De manera que la evolución del trabajo ha estado a la par del desarrollo de la humanidad; no obstante, y paradójicamente, en la medida en que se logran avances, no desaparecen por completo, ciertos retrocesos.

Es así como durante las últimas décadas la globalización se ha entablado como un fenómeno que ahonda en la interdependencia tanto económica-comercial, como política y cultural de todos los países del mundo; pues se ha pensado que dichas relaciones garantizan una plena democracia y libertad individual, al promoverse como una etapa en la que el planeta entero pertenece a todos sus habitantes.

Fenómeno que se nos presenta como algo insustituible, puesto que se plantea a la realidad mundial como alternativa que debe asumir cada país, que busque garantizar su desarrollo. De manera que su actuar surge como respuesta a las continuas exigencias de un sistema social y mundial cuyo rasgo

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