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LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA ECONOMIA


Enviado por   •  31 de Agosto de 2011  •  1.769 Palabras (8 Páginas)  •  7.353 Visitas

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LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA ECONOMIA

Cómo toman decisiones los individuos

PRIMER PRINICPIO. Los individuos se enfrentan a disyuntivas.

Para conseguir lo que nos gusta, normalmente tenemos que renunciar a otra cosa que también nos gusta. Tomar decisiones es elegir entre dos objetos.

Ejemplo, en mi caso, en vez de ver la televisión o estar conectada en el internet, estoy estudiando para el examen de Administración para poder sacar una buena calificación y mejorar mis calificaciones.

Cuando los individuos se agrupan en sociedades, se enfrentan a diferentes tipos de disyuntivas. La clásica es la disyuntiva entre “los cañones y la mantequilla”. Cuanto más gastemos en defensa nacional (cañones) para proteger nuestras costas de los agresores extranjeros, menos podremos gastar en bienes de consumo (mantequilla) para mejorar el nivel de vida de nuestro país.

Es importante reconocer las disyuntivas que hay en la vida porque probablemente los individuos sólo tomarán buenas decisiones si comprenden cuáles son las opciones que tienen.

SEGUNDO PRINCIPIO. El coste de una cosa es aquello a lo que se renuncia para conseguirla.

Como los individuos se enfrentan a disyuntivas, para tomar decisiones deben comparar los costes y los beneficios de los diferentes cursos de acción posible.

Por ejemplo la decisión de haber estudiado en la universidad o instituto. Los beneficios de esta decisión pueden resumirse como enriquecimiento intelectual y mejores oportunidades laborales una vez egresados. Dentro de los costos tenemos el costo de la alimentación, transporte, fotocopias, libros y materiales que se ocuparán a lo largo de los años de estudio, pero adicionalmente debemos considerar el uso del tiempo que se destina a estudiar. La valorización de este tiempo corresponde al mejor salario que hubiese percibido por trabajar en lugar de estudiar.

Esto es lo que se conoce como costo de oportunidad, que de una cosa es aquello a lo que renunciamos para conseguirla. Cuando tomamos una decisión, como estudiar en la universidad constituyen el mayor coste de la educación para la mayoría de los estudiantes (en otras palabras, lo que sacrificamos representa el costo de lo que obtenemos).

TERCER PRINCIPIO. Las personas racionales piensan en términos marginales.

Los economistas normalmente suponen que los individuos son personas racionales. Las personas racionales hacen deliberada y sistemáticamente todo lo posible por alcanzar sus objetivos, dadas las oportunidades que tienen

Muchas decisiones que se toman en la vida obligan a realizar pequeños ajustes adicionales en un plan de acción que ya existía. Los economistas los llaman cambios marginales. En muchas situaciones, las personas racionales toman las mejores decisiones posibles pensando en términos marginales y los costes marginales.

Ejemplo, en una aerolínea coreana debe decidir cuánto cobrar a sus pasajeros por un vuelo entre Corea del Sur y Miami. Supongamos que el viaje ida y vuelta en un avión con capacidad de 200 asientos cuesta $900.000. En tal caso, el costo promedio por asiento es de $4.500. Uno podría estar tentado en tal caso a concluir que la aerolínea no debe vender pasajes a precios inferiores a $4.500.

Sin embargo, la aerolínea puede incrementar sus ganancias pensando marginalmente.

Supongamos que el vuelo está a punto de partir con 20 asientos vacíos, y supongamos que hay un pasajero esperando tomar el avión y está dispuesto a pagar $3.000 por ello. Es cuando nos preguntamos ¿Debiera la aerolínea venderle un boleto? Claro que sí. Si el avión tiene asientos vacíos, el costo de adicionar un pasajero es insignificante: aunque el costo del boleto es de $4.500, el costo marginal es simplemente la comida que el pasajero extra va a consumir. Así pues, mientras el pasajero esta dispuesto a pagar más que el costo marginal, venderle un boleto es rentable.

CUARTO PRINCIPIO. Los individuos responden a los incentivos.

Como las personas racionales toman decisiones comparando los costes y los beneficios, responden a los incentivos, pero su conducta puede cambiar cuando cambian los costes o los beneficios.

Los incentivos son fundamentales para analizar el funcionamiento de los mercados. Por ejemplo, en el supermercado cuando sube el precio de la carne, la gente decide comer mas pollo y menos carne, ya que el costo de comprar carne es mayor.

Los poderes públicos nunca deben olvidar los incentivos, pues muchas medidas de las que toman alteran los costes o los beneficios a los que se enfrentan los individuos y, por lo tanto, su conducta. Cuando los poderes públicos no tienen en cuenta la forma en que podría cambiar la conducta como consecuencia, sus medidas pueden producir unos efectos que no pretendían.

Si la medida altera los incentivos, llevará a los individuos a cambiar de conducta.

Como interactúan los individuos.

QUINTO PRINCIPIO. El comercio puede mejorar el bienestar de todo el mundo.

Un ejemplo, una familia podría decidir irse a vivir al campo y construir su casa, cultivar sus alimentos, criar ganado, producir lana y cuero para hacer su ropa, etc. Pero no todos poseen las habilidades para realizar todas esas labores lo que hace que la acción sea ineficiente.

Es por eso que existe el comercio, porque permite a cada persona especializarse en las actividades que mejor realiza, ya sea cultivar el campo, coser o construir viviendas, y así, disfrutar de una variedad mayor de bienes y de servicios.

SEXTO PRINCIPIO. Los mercados normalmente constituyen un buen mecanismo para organizar la actividad económica.

La planificación

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