Sistema Monetarios Venezuela

SISTEMA MONETARIO EN VENEZUELA

La situación actual del sistema monetario internacional es una situación delicada. Luego que se desvirtuara el sistema monetario de Bretton Woods por las repetidas y prolongadas crisis político-económicas de Europa desde finales de los años 40’s hasta mediados de los 70’s, el sistema monetario internacional quedó sustentado en gran medida en el Dólar de los Estados Unidos, un Dólar que, por conveniencia de la mayoría de los actores principales de la economía global, se ha mantenido a un precio muchas veces por encima de su valor (sobreprecio). La sustentación de las reservas internacionales de muchos países en este Dólar devaluado ha generado un desequilibrio sostenido en la balanza de pago norteamericana, lo cual crea a su vez un desbalance en la economía global.

Este desbalance quedó en evidencia en la crisis financiera global que sufrimos desde 2006, y como respuesta a la misma los principales actores económicos a nivel global han empezado a diversificar sus reservas internacionales cambiando parte de sus reservas en Dólares a reservas en oro o a reservas en monedas como el Yuan, la cual, debido a la fuerza emergente de la economía China y de las importante inversiones de ese país en el exterior, emergen en el sistema financiero internacional como monedas duras que reúnen las condiciones para fungir como garantía de las obligaciones internacionales adquiridas por un país.

En Venezuela, la merma del aparato productivo devenida de una política gubernamental que no genera las condiciones mínimas necesarias para la protección de los factores productivos locales ha generado un aumento desmesurado en las importaciones de bienes y servicios, lo cual, sumado a la iliquidez de los ingresos petroleros, los cuales representan casi la totalidad de los ingresos de Venezuela, han creado una reducción considerable en las reservas internacionales las cuales cada vez se presentan como más insuficientes para garantizar el cumplimiento de las obligaciones de la nación en el exterior. Este desbalance en Balanza de Pagos, nos colocan a las puertas de una crisis macroeconómica que podría manifestarse si el precio del crudo mantiene una tendencia a la baja y si sigue disminuyéndose la producción nacional de petróleo e hidrocarburos por la falta de adecuada gestión e inversión en la industria petrolera.

Teniendo en cuenta tanto el escenario global como el escenario local, ambos analizados sucintamente arriba, considero que a fin de iniciar un proceso mediante el cual se pueda “sincerar” gradualmente la economía venezolana, el sistema de cambio de la moneda debería ser un sistema flexible de paridad cambiaria controlada en el cual el Estado intervenga de forma puntual para mantener la tasa de cambio dentro de unos límites entre los cuales el precio del bolívar sea el suficiente para mantener el equilibrio económico

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