Un Sistema, Un Problema

Hay días buenos y malos. Hay días que me levanto motivado y otros no. Hay días

largos y cortos. Así se ve reflejado mi vida cotidiana en la u. Pero, lo que más

quiero luego un gran día de universidad es llegar a mi casa. Y qué mejor que tus

papas te ofrezcan ir a buscarte al metro en horario pick justo cuando ellos también

se dirigen al hogar. Esto es lo que me ocurre a veces. Y cuando nos arreglamos

para juntarnos a una hora en el metro me siento feliz de que poder viajar más

cómodo de lo común.

Sin embargo, nada es tan bueno como parece. Todo parte cuando saliendo de

clases llamo a mi mamá para ver donde esta y si nos podemos juntar para irnos

para la casa. Todo bien hasta ahí. Yo llegare a una hora media calculada por

el tiempo del metro y ella llegara en auto a la hora que dijimos. ¿Qué sucede

entonces? Yo no sé el camino que ella pueda tomar. Tampoco sé si hay mucho

taco en las calles, por lo que para ella es mucho más difícil calcular el tiempo. A

esto se suma que a veces se retrasa en salir de su trabajo o que pasa a comprar a

algún negocio. Es decir, una vez que cuelgo el teléfono, no sé qué realmente hará

mi mama después ni que cosas hará primero.

Es por ello que se me ocurrió la idea de llamar a mi mamá unos diez minutos

antes de salir o hacer tiempo en la universidad para que ambos lleguemos a la

hora. Fue así como un día quise poner en practica esta idea.

Un día estando en algebra, salí al baño y aproveche de llamar y de implementar

mi plan. Espere que terminara la clase y me fui tranquilo en metro hasta el lugar

donde espero a mi mama. Para sorpresa mía cuando iba llegando al lugar mi

mama iba llegando. Es decir, me funciono mi idea y era hora de aplicarlo a los

demás días que tuviéramos horarios parecidos.

Cada día que podía hacia lo mismo y luego controlaba. Logre

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