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¿Qué Es El Suicidio?: Un Enfoque Sociológico, Bioético Y Epidemiológico A Nivel Nacional Y Estatal


Enviado por   •  2 de Marzo de 2015  •  2.391 Palabras (10 Páginas)  •  461 Visitas

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El Suicidio se define como: “la acción de una persona para terminar con su propia vida mediante los métodos que sean necesarios”. Dichos métodos pueden ser la Ingesta de Fármacos, Plaguicidas, Sobredosis de Drogas, uso de Arma de Fuego, Asfixia, Herida por Arma Punzocortante, entre otros (INEGI, 2008) (Ey, Bernard & Brisset, 1992).

Existen factores internos y factores externos que conllevan a una persona a llevar a cabo un Suicidio; en el caso de los factores intrínsecos, la Organización Mundial de la Salud (2008) señala que si bien el Suicidio no es necesariamente la manifestación de una enfermedad, las alteraciones de la percepción de la realidad sí son un factor muy importante asociado con el suicidio, en este sentido esta Organización revela un rango de 80 al 100% de prevalencia de trastornos mentales en los casos de suicidio consumado.

En escenarios extrínsecos, se describen tres principales combinaciones de factores externos a la persona pero que influyen en que un individuo intente suicidarse (Instituto de la Familia Guatemala, 2013): a) intento de romper con el orden social en consecuencia a la autopercepción de una condición social marginada, b) convicción personal de escape y resistencia a imaginarios sociales dominantes y c) alternativa personal ante la incongruencia cognoscitiva entre el estilo de vida propio y el moderno estilo de vida consumista y la tensión derivada de esta incongruencia.

Como se mencionó líneas anteriores, el suicidio puede ser efecto de trastornos psiquiátricos que potencien la alteración de la percepción de la realidad del suicida, que comúnmente suelen estar acompañados de depresión o ansiedad, tales como: el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, la esquizofrenia y todos los trastornos de depresión. En estos casos es principalmente el trastorno o alteración de la percepción lo que provoca el suicidio y no el análisis lógico del individuo (American Psychiatric Association, 2009).

Tipos de Suicidio

En el presente trabajo, se abordan los tipos de Suicidio presentados por el sociólogo francés Emile Durkheim en su obra “El Suicidio”. A continuación se describen los más trascendentes; a) altruista: que mediante el alcance de la categoría de mártir, autosacrifica la vida en el logro de un bien social, b) egoísta: quien mediante colocarse en posición de victima ante una sociedad o entorno social de incomprensión y falta de apoyo encuentra el suicidio como alternativa, c) anómico: es impulsado por el sentimiento de desesperanza frente a las condiciones adversas que se pueden llegar a presentar en la vida (Maris, 2002).

De este modo entendemos que los tipos de suicidas se derivan de la combinación de los factores internos y externos expresados en párrafos anteriores.

Desde el punto de vista médico, encontramos que el suicidio debe abordarse desde muchos puntos de vista biológicos, psicológicos y sociales; teniendo en cuenta que el instinto más primitivo del ser humano es aquel que le impulsa a sobrevivir, sin embargo las condiciones de vida de quien consuma el suicidio o quien intenta suicidarse deben de ser abordadas de manera profesional por un grupo multidisciplinario que englobe la atención integral desde distintos ejes, como son: el individual, social, familiar e incluso, la perspectiva de la trascendencia de la persona mediante de muerte.

El Suicidio desde el punto de vista Bioético

La palabra suicidio, hace referencia a dos ideas bastante diferentes, por un lado se describe una manera de morir, es decir, quitarse la vida, voluntaria y deliberadamente; por otro lado, se utiliza para condenar la acción, es decir, para calificar el suicidio de pecaminoso, criminal, irracional e injustificado. En una palabra, “malo”, y el sentido al que aquí se hará referencia es al primero, es decir, una forma voluntaria y deliberada de terminar con la propia vida (Ellis, 2008).

Es un hecho evidente y de sentido común que las personas se sienten satisfechas con su vida y su entorno, y se deduce que no se experimentan deseos de morir. Esto sucede porque en el fondo hay una razón por la cual vivir, son personas que han cultivado, siguen cultivando y desean cultivar objetivos y metas en su vida, tienen una razón para vivir y su vida tiene un sentido, todo esto alimenta al instinto más primitivo del ser humano, el que le impulsa a sobrevivir. Sin embargo, cuando no hay proyectos a realizar en la vida, ni metas, ni objetivos, se cae en una percepción vacía de la vida, no hay ganas de luchar y menos de vivir; es decir, no se encuentra una razón de ser y se cae en un vacío que lleva a la persona al suicidio.

En varias religiones y culturas, el suicidio es considerado un pecado o delito. Por otra parte, en países orientales es considerado como una forma honorable de escapar de situaciones problemáticas extremas, humillantes y dolorosas. En diferentes religiones, como la católica, cometer suicidio es “condenarse al infierno”, ya que se está atentando contra la vida misma, vida que se considera “regalo de Dios” (Aguilera, Mondragón & Medina-Mora, 2008).

Desde el marco legal, para considerarse verdaderamente un suicidio, primero la muerte debe ser un elemento carnal y ver el motivo del acto, ya que en algunas culturas los mártires no son considerados suicidas, ya que se sacrifican en honor a una creencia. Por otra parte, tampoco se consideran suicidas los que dan la vida por otros, como en el caso de los soldados, que por el bienestar del país y en defensa propia dan su vida en un acto de cambio y solidaridad, en casos como estos, los muertos no son proscritos por la Ley. Si ocurre el caso de que el suicidio tenga consecuencias legales, la Ley concluye que hubo intento de suicidio o la propia muerte para que el acto sea considerado un suicidio (CONAMED).

El Suicidio visto como problema de Salud Pública

Durante los últimos 50 años según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (2008), las tasas de morbilidad a causa del suicidio han incrementado en un 60%. Cada año se suicidan más de un millón de personas, lo que nos dice que cada 40 segundos una persona intenta quitarse la vida en algún lugar del mundo, y cada 3 segundos una persona comete un intento de suicidio; lo que nos dice que por cada persona que se suicida hay veinte que fallan en el intento.

Para el año 2020, la OMS (2008) estima que el índice de suicidios a nivel global podría crecer en un 50%, es decir, que aproximadamente 1,53 millones de personas morirán por esta causa alrededor del mundo, siendo las sociedades que viven en el subdesarrollo y la pobreza el blanco perfecto para el desencadenamiento

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