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Autobiografia De Freud


Enviado por   •  24 de Junio de 2014  •  1.462 Palabras (6 Páginas)  •  215 Visitas

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Presentación autobiográfica 1925-1926.

I-Nací el 6 de mayo de 1856 en Freiberg, hijo de padres judíos. A los 4 años llegué a Viena, donde realicé todos mis estudios. En aquellos años me movía una suerte de apetito por saber, me decidí por estudiar derecho por la influencia de un compañero de escuela. Entretanto, la doctrina de Darwin me atrajo poderosamente y la lectura del ensayo de Goethe, me decidió a inscribirme en medicina (1873).

En la universidad, ayudé en el laboratorio de fisiología de Ernest Brucke; ahí también conocí a Sigmund Exner y Fleischl von Marxow. En 1881 me doctoré en medicina.

En 1882, abandoné el laboratorio e ingresé en el Hospital General. Allí trabajé también en el Instituto de Anatomía del Cerebro, por exigencias económicas decidí estudiar las enfermedades nerviosas. Esta disciplina se cultiva muy poco en Viena, pero en Paris estaba un gran estudioso del tema: Charcot. En 1885 recibí el cargo de docente e neuropatología y gracias a la influencia de Brucke conseguí una beca para ir a Paris ese mismo año.

Ingresé como alumno de Charcot y dadas ciertas circunstancias accedí a su círculo íntimo, ya que me ofrecí como traductor para la versión alemana de sus conferencias. A su lado, lo que me causó máxima impresión fueron sus indagaciones sobre la histeria: aparición de ésta en varones, la producción de histeria mediante sugestión hipnótica... Antes de regresar a Viena, estudié enfermedades de la infancia en Berlín.

En 1886 regresé, me instalé como especialista en enfermedades nerviosas y contraje matrimonio.

Mi arsenal terapéutico para tratar histeria solo comprendía la electroterapia y la hipnosis. Con la primera, pronto descubrí que no dada resultados. En cuanto a la hipnosis, fue mejor pero no podía hipnotizar a todos los enfermos y tampoco lograba un estado muy profundo. En 1889 fui a Nancy a especializarme en el tema.

II-Mientras trabaja en el laboratorio, conocí a Josef Breuer. Entre 1880 y 1882 él tuvo a cargo una paciente histérica de la cual me comentaba fragmentos de su historial clínico. Cuando volví a Viena pedí más información acerca de ella: presentaba parálisis con contracturas y confusión psíquica. Breuer la trató poniéndola en un estado de hipnosis y hacia que le contara que hacia oprimir su ánimo. En estado de vigilia no recordaba el lazo entre sus síntomas y las impresiones que lo habían causado, pero en hipnosis sí. Resultaba que sus síntomas se debían a impresiones que había tenido mientras cuidaba a su padre enfermo. Por medio de este procedimiento, Breuer logró librarla de sus síntomas.

A lo largo de varios años repetí con mis pacientes el tratamiento que había hecho Breuer y junté material de observación. Así en 1893 publicamos “Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos” y en 1895 Estudio sobre la histeria. Breuer llamó catártico a nuestro procedimiento.

Breuer se retiró de nuestra comunidad por diferencias y porque tenía mucha demanda como médico de familia. También, porque no estaba de acuerdo con la etiología sexual de la histeria.

Con el avance de mi descubrimientos, llegué a discernir las neurosis como perturbaciones de la función sexual: las neurosis actuales como expresión toxica directa, y las psiconeurosis como expresión psíquica de tales perturbaciones.

Abandoné la hipnosis y sólo conservé de ella la indicación de acostarse sobre un diván, y yo me sentaba de tal manera que el paciente no me vea pero yo si a él.

III-La observación me fue mostrando a que se debía el olvido de las situaciones que producían histeria. Se debía a que la situación no se hacía conciente porque había sido penosa de algún modo, y para volver a traerlo a la conciencia era necesario vencer en el enfermo algo que se revolvía contra ello: la resistencia.

El proceso patógeno seria así: en la vida anímica surge cierta aspiración, contraria a otras muy poderosas. Se genera un conflicto entre pulsiones y resistencia que lucharán entre sí hasta que la pulsión resulta rechazada y se la sustrae la investidura; esa sería la tramitación normal. En la neurosis, el conflicto tiene otro desenlace, la moción pulsional chocante fue bloqueada al acceso de la conciencia por el yo, así no se produjo la descarga motriz: este es el proceso de la represión. Así, la reprimido queda en el inconciente y se procura descarga por diversos rodeos: en la histeria la descarga es creando un síntoma.

Ahora la tares terapéutica era descubrir

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