Autoestima

INTRODUCCION

Para empezar a hablar acerca de lo que es el autoestima creo conveniente comenzar con saber que es el autoconcepto, Cuando se habla de autoconcepto se hace referencia al conjunto de sentimientos, percepciones y valoraciones que un individuo tiene sobre sí mismo, Percepciones que aluden a las características, capacidades, valores, metas e ideales percibidas de manera positiva o negativamente.

Considero importante abordar estos temas, ya que hablan de la formación o el desarrollo des ser humano, desde como tiene que ver la opinión o las creencias que tenemos de nosotros mismos y que los demás tienen de nosotros.

En este trabajo se abordara principalmente el tema de la autoestima, pero de alguna manera dando a entender su relación con el desarrollo de la persona, y la importancia de tener claro un concepto de nosotros mismos. A grandes rasgos estos serán los temas que se abordaran.

Entrando a lo que es mi tema a desarrollar diré que autoestima es la valoración, generalmente positiva, de uno mismo. Para la psicología, se trata de la opinión emocional que los individuos tienen de sí mismos.

En otras palabras, la autoestima es un sentimiento valorativo de nuestro conjunto de rasgos que forman la personalidad. Dicho sentimiento puede cambiar a lo largo de nuestras vidas y sin previo aviso: a partir de los cinco o seis años de edad, un niño comienza a formar el concepto sobre cómo es visto por el resto de la sociedad.

DESARROLLO

El concepto de autoestima es muy importante en el campo de la psicopedagogía. Esta disciplina considera a la autoestima como la causa de las actitudes constructivas en los individuos, y no su consecuencia. Esto quiere decir que, si un alumno tiene buena autoestima, entonces podrá alcanzar buenos resultados académicos.

Una forma clara de entender el concepto de autoestima es la que plantea Branden (1993), correspondiente a "una sensación fundamental de eficacia y un sentido inherente de mérito", y lo explica nuevamente como la suma integrada de confianza y de respeto hacia sí mismo. Se lo puede diferenciar de autoconcepto y de sí-mismo, en que el primero atañe al pensamiento o idea que la persona tiene internalizada acerca de sí misma como tal; mientras que el sí-mismo comprende aquel espacio y tiempo en que el Yo se reconoce en las experiencias vitales de importancia que le identifican en propiedad, algo así como el "mi". Es decir que para que la persona logre una autoestima bueno es recomendable que tenga una buena percepción de si mismo y una buena valoración por lo que es, siendo así un paso importante para una autoestima alta.

Considero que el formarse una autoestima positiva va de la mano con las distintas tareas del desarrollo que un individuo debe lograr a lo largo de su vida. Hablando analógicamente viene siendo como en un proceso de engranaje donde existen diversas piezas que deben calzar y ajustarse para conformar un todo armónico, que en este caso viene siendo el autoestima. Tales piezas no sólo las conforman las influencias ambientales, sino que también, la salud física y la maduración del organismo. Para cada fase evolutiva surgen en el niño distinto tipo de demandas, En la medida que dichas necesidades obtengan su oportuna y correspondiente satisfacción, estimularán en el niño o en el adolescente la sensación de logro y de confianza en sus propias capacidades.

Considero importante que para que un niño disfrute de la vida, tenga relaciones positivas con los demás, sea autónomo y capaz de aprender, debe lograr desarrollar un concepto de autoestima que le ayude a superar los obstáculos de la vida.

Hablar de autoestima es hablar de percepciones, pero también de emociones fuertemente enraizadas en el individuo.

Es por esto que la comprensión que el individuo logra de sí mismo por ejemplo, de que si es sociable, eficiente o flexible está en una asociación con una o más emociones respecto su desenvolvimiento en la sociedad. Por ejemplo a partir d los (3 a 5 años) el niño recibe opiniones, apreciaciones, críticas, que incondicionalmente a veces pueden llegar a ser destructivas o infundadas, acerca de su persona, me refiero a que lo que oyen acerca de sí mismos y del mundo constituye realidad única, el decir "este chico siempre ha sido enfermizo y torpe" llega en forma definitiva, como una verdad innegable, más que como una apreciación discutible. La conformación de la autoestima se inicia con estos primeros esbozos que el niño recibe, principalmente, de las figuras de apego que en este caso son las más significativas a su temprana edad. Un ejemplo claro seria cuando los padres dicen este "niño es muy mal educado" si es dicha por ellos en forma recurrente, indiscriminada y se acompaña de gestos que enfatizan la descalificación, tendrá una profunda resonancia en la identidad del pequeño.

En la composición del autoestima hay un aspecto fundamental que tiene relación con los afectos emociones. Resulta que el menor se siente más o menos confortable con la imagen de sí mismo. Puede agradarle, sentir miedo, experimentar rabia o entristecerlo, pero en definitiva y, sea cual sea, presentará una respuesta emocional congruente con esa percepción de sí mismo. Es decir que aunque al niño no le este agradando la valoración que se este dando siempre te lo van a demostrar comportándose de una o mil maneras. En forma muy rudimentaria el niño está consciente de poseer quiérase que no un determinado carácter y eso no pasa inadvertido. Inclusive, es más posible que él identifique muy claramente el desagrado que le provoca el mirarse de una manera sin tener clara idea de qué significa exactamente eso. Sólo sabe que no le gusta o que es malo.

Continuando con el crecimiento del niño sólo en la adolescencia, mas o menos de los 11 años, con la restauración del pensamiento formal, el joven podrá conceptualizar varias sensación, adoptando una actitud de distancia respecto de lo que experimenta, dudando de la fidelidad de los rasgos que él mismo, sus padres o su familia le han conferido de su imagen personal.

Entonces el adolescente explorará quién es y querrá responderse a preguntas sobre su vida. Seria algo grave si el joven ha llegado hasta aquí con una deficiente o baja valoración personal. La obtención de una valoración positiva de sí mismo, que opera en forma automática e inconsciente, permite en el niño un desarrollo psicológico sano, en conformidad con su entorno y, en especial, en su relación con los demás. En la situación contraria, el adolescente no hallará un terreno propicio para aprender, enriquecer sus relaciones y asumir mayores

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