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Desarrollo En La Infancia


Enviado por   •  17 de Mayo de 2013  •  2.692 Palabras (11 Páginas)  •  447 Visitas

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UNIDAD III. EL DESARROLLO EN LA INFANCIA

Tema: Desarrollo del Lenguaje

Objetivo: Explicar las condiciones y adquisición del lenguaje en los infantes.

Actividad 3.

Instrucciones:

1. Trabaja en binas.

2. Lee cada una de los tema sobre el desarrollo del lenguaje y elige 3 párrafos de cada tema y los escribes en hoja blanca.

3. Abajo del párrafo escribe lo que comprendes de cada párrafo.

4. Escribe una conclusión final sobre lo que comprendiste acerca del lenguaje, retomando la actividad del punto 3.

ANTES DEL LENGUAJE

El niño tiene que aprender a producir los sonidos, a formar las palabras, a ser capaz de usarlas en las situaciones adecuadas, a combinarlas en frases, a construir los significados, a saber qué es lo que los otros van a hacer cuando se produce una determinada emisión (un insulto, un saludo, una petición de auxilio, etc.), a adquirir un conocimiento sobre su propio lenguaje (para sabe que es una palabra, una sílaba, un sonido, etc.). Un complejo mundo de fenómenos.

*Los infantes deben aprender a identificar para qué utilizaran determinado lenguaje, es necesario que los padres le enseñen las diferencias que existe entre las diferentes expresiones, para que no se confundan o crezcan con una idea errónea de las palabras.

Conviene recordar, antes de seguir adelante, que el lenguaje es mucho más que las palabras e incluso que las relaciones entre las palabras. El leguaje tiene, ante todo, una función comunicativa y aparece dentro de ese contexto de comunicación. Desde el nacimiento el niño manifiesta su situación mediante distintos procedimientos, principalmente mediante los gritos y los lloros, que son reacciones reflejas, pero que sirven para atraer la atención de los adultos cuando se encuentra a disgusto. Con ellos, probablemente no es que trate de llamar a un adulto, aunque ése sea el resultado, sino que, inicialmente, constituyen una forma innata de manifestar un estado, que está programada para que tenga como resultado la aparición de un adulto que satisfaga la necesidad del niño. Es decir, que se trata de un aritificio de la evolución pero que resulta de gran utilidad.

*Desde que el niño nace, tiene el reflejo innato de llamar la atención de sus papás, no necesariamente palabras, pero desde recién nacidos utilizan el llanto, o gritos para decir lo que quieren o necesitan. De esas manifestaciones se va desarrollando un lenguaje más complejo como las palabras, y formar oraciones.

Desde que nace el niño se encuentra en un medio “lingüístico” en el que está expuesto al habla de los otros. Durante las sesiones de alimentación, limpieza, cambio de ropa, etc., la madre se dirige al niño y los demás adultos lo hacen también. Es característico que cuando los mayores, no sólo adultos si no también niños de cierta de edad, se dirigen al bebé lo hacen con lo que se denomina habla de estilo maternal (motherese) que caracteriza por la utilización de frases cortas y completas, con pausas entre las frases, claramente pronunciadas, con numerosas repeticiones, cambios de entonación, muchas veces con forma de pregunta y simulación de la respuesta del bebé. De esta manera los mayores utilizan lo que Bruner ha llamado un Sistema de Apoyo para la Adquisición del Lenguaje (SAAL) en el que crean situaciones regulares que facilitan el aprendizaje del niño. Hemos señalado repetidas veces que el niño aprende de la regularidad de los acontecimientos, lo cual los hace predecibles: Los primeros juegos que los adultos realizan con los niños tiene esas características y Bruner habla de formatos para referirse a esos juegos (como esconderse y reaparecer) que tienen una estructura fija. De esta manera el adulto realiza una labor de andamiaje para el desarrollo del niño.

*El niño necesita que sus papás y las personas que lo rodean interactúen y hablen todo el tiempo con él, para que éste aprenda de ellos, el significado de los objetos, exclamaciones y frases y en qué situaciones usarlas.

La adquisición del vocabulario: palabras y conceptos

Es característico de las primeras palabras que aparezcan en contextos muy delimitados, a veces ligados a acciones y formando parte de ellas. Puede utilizar la palabra cuá sólo cuando un pato de juguete fuera de la bañera o la palabra nana (rana) para que su madre le lea un libro en el que aparece dibujado ese animal (Maldonado etal, 1993). En esos casos la palabra no designaría el objeto sino que sería un elemento ritual dentro de la acción. Esa relación entre el contexto y la palabra se manifiesta constantemente en ele uso de las primeras palabras. Por ello el niño puede utilizar la palabra “guau-guau” para designar perros, pero también para designar todo tipo de objetos que se desplazan cuando él está en la puerta de su casa y así puede aplicarla a personas, coches, bicicletas, gatos, etc. De la misma forma puede llamar “papá” a todos los hombres que tienen presente que para el niño pequeño la palabra es un elemento dentro de un contexto y no tiene la independencia del contexto que tienen las palabras adultas.

*Los niños todavía no aprenden a distinguir el significado en diversos contextos de la palabra designada, por lo que pueden llamar a varias cosas que aunque no sean iguales, pero presenten características similares, llamarlas de la misma forma.

Fonéticamente las palabras que utilizan los niños presentan diferencia con las de los adultos. Se pueden distinguir dos tipos de palabras: a)las propias del niño o idiosincrásicas. Como son algunas deformaciones sustanciales de palabras adultas (una niña decía “pisis” para designar un “petit suise” que solía comer, o “kanoi” para una muñeco llamado Don Nicanor), o las onomatopeyas que los niños utilizan frecuentemente, como “guau-guau” por perro. Pero hay otro tipo de palabras, b) que son relativamente semejantes a las adultas con algunas deformaciones debidas a las dificultades de pronunciación. Ejemplos tomados de una misma niña son : “abochar” por abrochar, “cacol” por caracol, “kaieid” por escalera, “kumita” por eremita, “abiba” por arriba, o “kuatín” por Joaquín. Esas deformaciones no se producen al azar sino que se pueden encontrar en ellas numerosas regularidades que los psicolingüistas han analizado.

*Los niños modifican las palabras reales, ya que se le presentan dificultades al pronunciarlas, y es totalmente normal en la etapa antes

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