EL BULLYING EN LA ESCUELA COMO RETO EDUCATIVO

El desarrollo social del niño, niña y adolescente es, en buena medida, un proceso de imitación e identificación. Las técnicas persuasivas y el juego ejercen asimismo una enorme influencia en las conductas sociales de estos. Los datos de investigación indican que todos y cada uno de estos procesos contribuyen de manera crucial a determinar la conducta social de una persona. La familia, los iguales y la escuela son agentes de socialización que, a menudo, dejan marcas indelebles en el individuo. Los datos empíricos señalan que la adaptación, o inadaptación, social es fundamentalmente el resultado del medio en que se halla inmerso el individuo y de las interacciones humanas que se producen en dicho medio.

En este sentido, la familia es el contorno primario para educar a los niños y adolescentes a fin de que se conviertan en miembros activos de la sociedad y contribuyan a ella de manera competente. La forma y la calidad que consiga una familia dada para educar a sus hijos dependerán de un amplio abanico de factores. Al iniciar la etapa escolar, el niño conquista el mundo exterior, logrando cierto control de sus emociones y sentimientos; desarrolla su autoestima y se intensifican las relaciones interpersonales con sus iguales, situación que se mantiene hasta la adolescencia. Todo ello, se ve afectado, cuando enfrenta la manera de actuar de algunos de sus iguales que encuentran maneras amenazadoras para intimidar a otros, generalmente más pequeños o débiles.

No obstante, la mayoría de los casos que se encuentran de bullying en las escuelas o liceos no involucran, necesariamente el contacto físico. El uso de apodos despectivos, nombres o sobrenombres, el aislamiento, el dejar afuera, son actitudes dañinas, causantes de estrés tanto para quien sufre de él como para quienes observan estas situaciones, los espectadores. Cabe preguntarse: ¿Qué significa bullying? ¿A quién afecta? ¿Por qué los acosadores pelean y maltratan? ¿Cuál es el efecto en las víctimas? ¿Qué puede hacerse para prevenirlo?

Al respecto, puede señalarse que el bullying es un comportamiento agresivo premeditado, de una persona o de un grupo, que implica un desequilibrio de fuerzas y que, además, se repite en el tiempo. Es evidente entonces, que afecta a aquellos que no saben defenderse. Si no se defienden ante los agresores, éstos van a seguir acosando a sus víctimas, pero si éstos dicen: “Deja de hacer lo que estás haciendo, termina de pelear”, puede que se detengan. Reconocerse “víctima” es muy duro pero debe ayudarse a quienes lo sean a asumir la situación para poder avanzar. Hay que concienciar. Igualmente, los agresores son niños o jóvenes que se muestran fuertes pero que en realidad son inseguros y necesitan sentir que son importantes, fuertes, genios, “lo máximo”. Una persona que maltrata a otra generalmente se mueve en grupo, en bandas, por temor a estar sola. Existe un temor en ellos de ir solos

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