EL FACILITADOR EN EDUCACIÓN SUPERIOR

INTRODUCCIÓN

Cuando esta investigación es de integrar en el nivel superior de educación empezó a tomar forma, paralelamente surgió la idea de contar con el apoyo de personas que pertenecieron a los propios institutos, para asumir un aspecto fundamental y muchas veces olvidado; dan sentido y energía al uso de las tecnologías.

El perfil del facilitador en la Educación Superior, el miembro del instituto superior entusiasta y proactivo, no necesariamente especializados en el área de tecnología, pero si interesado en innovar haciendo uso de múltiples recursos para así brindar una educación superior, eficaz y con sentido en un aprendizaje significativo.

No es suficiente, entonces, con seguir haciendo bien lo que se hacía hace siglo: nos encontramos con otros sujetos, con otras estrategias y con otras prácticas sociales que demandan otro tipo de enseñanza.

EL FACILITADOR EN EDUCACIÓN SUPERIOR

Las palabras facilitador y participante en la Educación Superior, están referidas al profesor y al alumno respectivamente.

En el proceso orientación aprendizaje del educando, el binomio facilitador – participante reemplaza en términos tradicionales profesor – alumno respectivamente. Por ello, la presencia del facilitador en la educación como también en la educación a distancia, ocupacional y en la Educación Superior o universitaria, adquiere en los últimos tiempos enorme importancia en el contexto del sistema educativo nacional.

Etimológicamente el termino, adulto procede del latín Adultum, que significa el que ha terminado de crecer o desarrollarse, es decir, el individuo que ha dejado de crecer, y aún no ha comenzado a decrecer.

Entonces, el adulto es el hombre considerado como un ser en desarrollo histórico-social concreto, heredero de su infancia, salido de la adolescencia y en camino a la vejez. Es toda persona que vive y actúa dentro de su propia responsabilidad con convicciones y principios acorde al sistema económico, social y político que impera dentro de la sociedad a la que pertenece. Es decir, con madurez biológica, sociológica, jurídica, psicológica y ergológica.

En consecuencia, en todo proceso orientación – aprendizaje de los educandos, se hace de imperiosa necesidad, contar con los servicios profesionales del andragogo o facilitador, que no solamente sabe qué enseñar sino también como enseñar, pues, conoce en profundidad la tecnología andragógica para el nivel y la modalidad de la educación nacional.

El facilitador es todo profesional que posee una adecuada formación en el campo, científico, tecnológico y humanístico. Un profesional con formación pedagógica y andragógica, dotado de una rica experiencia acumulada en largos años como resultado del ejercicio de su profesión. Si el profesor, da muestras de un adecuado manejo de métodos, técnicas de aprendizaje, diseñador de currículos y sistemas de evaluación que facilitan el logro de los objetivos al término del proceso orientación aprendizaje.

En consecuencia los educandos deben hacerse acreedores a los servicios profesionales del facilitador, que sea poseedor de las siguientes cualidades:

• Profesional que conoce la materia que enseña, pues sencillamente no se puede enseñar lo que se desconoce

• Enseña con claridad, paciencia y responsabilidad profesional a los educandos

• Es afable, cordial y tolerante con quienes lo rodean en un permanente accionar crítico y creativo.

• Poseedor de una sólida formación profesional y académica

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