Efectos Del Reforzamiento En Tareas De Discriminación Numérica Aplicadas En Niños De Preescolar

En la vida diaria nos vemos envueltos en distintas situaciones, las cuales exigen una forma apropiada de actuar respectivamente. Por mencionar algunos ejemplos: en la escuela, con amigos y profesores, en casa con la familia, en el trabajo con compañeros y jefes o al salir y visitar algún lugar rodeado de extraños. Todo el tiempo mediamos nuestra conducta, ya sea porque se nos exige o por nuestro beneficio, es decir, discriminamos entre situaciones. Utilizamos la discriminación en forma operante, generalmente manejando estímulos que ya se han convertido en discriminativos, como decir “gracias” en el momento adecuado.

La discriminación desde un enfoque conductual es la tendencia de la conducta a ocurrir en relación a estímulos y/o situaciones específicas. Esta tendencia ha adquirido importancia en aras de investigación ya que al combinar el condicionamiento y la extinción, podemos hacer que el participante o participantes de experimentación discriminen entre diferentes estímulos. El procedimiento para establecer la discriminación recibe el nombre de “Entrenamiento discriminativo”, el cual consiste en condicionar una respuesta en presencia de un estímulo y no de otro (Whaley, 1978). En este sentido, debemos hacer hincapié en que el estímulo discriminativo es aquel que se asocia al reforzamiento.

Desde otra perspectiva, Pavlov abordó la discriminación con el siguiente experimento: Coloco comida en el hocico de un perro cada vez que sonaba un timbre, en cambio, al hacer sonar una campana, no se le daba comida. Como resultado de este procedimiento, el perro sólo salivaba ante el sonido del timbre, es decir, aprendió a discriminar entre los dos estímulos ya que solo respondía ante la presencia del estímulo incondicionado.

En algunas ocasiones, los estímulos discriminativos son muy similares, esto provoca que los participantes tiendan a la generalización, y esto se puede observar cuando se muestra una tasa de respuesta similar entre estímulos (Estímulo discriminativo y Estímulo neutro). Por ello, la respuesta que genera el estímulo neutro no se refuerza y en algunas ocasiones se castiga para su extinción.

Para evitar éste tipo de errores, Herbert Terrace (En Paul Chance 2007) diseñó un procedimiento que denominó “Entrenamiento discriminativo por reducción de errores”. Este consiste en presentar el estímulo de la manera acostumbrada y reforzaba las respuestas apropiadas, mientras que el estímulo neutro lo introdujo de modo tan débil que el participante no respondía a él, aumentándolo gradualmente, Terrace desarrolló la discriminación con un grado de error mínimo. Al establecer una discriminación podemos alterar la posibilidad de una respuesta, presentando o retirando estímulos discriminativos.

Desde la psicología conductual, la experimentación con animales es de gran utilidad para realizar analogías en relación a la conducta humana y la discriminación no es la excepción, pues ya que en estudios realizados existen evidencias de la capacidad de los animales para discriminar aspectos cuantitativos en el ambiente y de su propia conducta.

Con base en esta premisa se han diseñado diversos experimentos, tal es el caso de “La discriminación fina de respuestas en palomas” En este estudio realizado por Espinoza, Nieto, Campusano y Perzz (2005), dónde dos grupos de palomas tuvieron como objetivo bajo un programa NFC (Número Fijo Consecutivo), en orden ascendente e inversa (según el grupo respectivamente) para desarrollar en ellas una precisión especifica numérica en la tasa de respuesta de las palomas. El procedimiento consistió en hacer dos grupos, a uno se le fijó cuatro respuestas antes de recibir el estímulo y al segundo ocho respuestas antes del estímulo, al intentar invertir en número de respuestas, se percataron que las palomas discriminan de manera adyacente. Al usar ambos grupos para un segundo experimento el cual consiste en llegar a un número fijo de respuestas, en éste caso 6, se les asignó un intervalo para llegar al número gradualmente. El primero fue de tres y cinco, y el segundo siete y ocho; el rango de respuestas siempre estuvo en el límite inferior, lo que nos permite concluir que las palomas no tienen la habilidad de contar, ya que sus conductas son totalmente dependientes del orden de presentación de los estímulos, sin embargo, en otros estudios, en situaciones de búsqueda de alimento la sensibilidad para realizar discriminación numérica aumenta y puede facilitar la detección de cambios en la tasa de recursos y densidad de predadores (Krebs, 1978).

En ambientes controlados la discriminación numérica en animales se ha analizado mediante dos estrategias. La primera estudia la discriminación ante un conjunto de estímulos presentados secuencial y simultáneamente; en la segunda se investiga la razón ante propiedades discriminativas de los programas de reforzamiento y de la propia conducta. El entrenamiento de la discriminación puede tener como resultado un grado muy alto de control por el estímulo. Se refuerza en presencia de un estímulo neutro, por consiguiente, esta ocurre tan pronto como se presenta dicho estímulo (Davis y Memmutt, 1982).

Los programas de reforzamiento pueden generar la ocurrencia de conductas no relacionados directamente con la obtención del reforzador, se denominan conductas inducidas por el programa de reforzamiento (Staddon, 1997).

El BIP (Beber Inducido por el Programa) es un programa experimental que consiste en exponer a ratas privadas de comida en un programa de entrega intermitente de comida, las ratas beben cantidades sustanciales de agua. Bajo este programa se intento establecer una discriminación operante a un grupo de ratas. Se expuso directamente a tres ratas a diferentes tipos de sesiones donde se reforzó con 0.1ml de agua, cada presión de la palanca y concurrentemente se le entregó comida. Como resultados se obtuvo que la tasa de respuesta sea mayor en un reforzamiento que en una extinción. Lo sorprendente del BIP es que puede ocasionar que las ratas sin privación lleguen a consumir en tres horas, cuatro veces su consumo diario bajo alimentación (López, 2007).

Otro estudio de discriminación distinguió dos estrategias diferentes de entrenamiento:

1) Reforzamiento de reporte verbal de su conducta no verbal pasada.

2) Alentar a los individuos a usar sus propias conductas verbales para cambiar las conductas no verbales.

Lo cual se usó en una investigación “Adquisición de una discriminación condicional bajo diferentes historias de entrenamiento de correspondencia” (Rodríguez Pérez, 2007). Éstos entrenamientos son conocidos como entrenamientos de correspondencia: DH (Decir Hacer), MD (Hacer- Describir) y DD (Decir-Describir).

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