El Método Peligroso

“EL MÉTODO PELIGROSO”

"-¿Hablar?...

-Sí, sólo hablar. Para intentar averiguar qué le perturba"...

Con esta frase inicia el Dr. Carl G. Jung su terapia de curación por la palabra, concepto que nunca antes había puesto en práctica y que de manera experimental quiso emplear con su particular paciente Sabina Spielrein quien fue diagnosticada con Histeria, ya que presentaba constantemente cuadros severos de angustia alternados con depresiones que le impedían en apariencia llevar una vida equilibrada y tranquila. Psiquiátricamente hablando podría decirse o llamarse en términos de aquellos días como una psicosis.

A pesar de su trastorno Sabina demuestra a Jung su gran inteligencia y brillante capacidad analítica lo que hace que éste se interese aún más en ella y como parte de su terapia la involucra en sus labores y la hace su asistente, cuestión que motiva aún más a Sabina quien tenía mucho interés en convertirse en Doctora.

En esa transferencia que se da entre médico (terapeuta) y paciente se observa cómo Sabina rebela cuestiones íntimas que despiertan en Jung inquietudes que lo obligan a visitar a quien solo conocía a través de sus publicaciones: Sigmun Freud.

Existía ya una gran admiración por las teorías que Freud planteaba pero fue su caso con Sabina la que hizo que le buscara para conocerlo personalmente y ahí empieza una relación “de amistad” en donde Jung se muestra muy interesado y apasionado en las conversaciones que sostiene con Freud tanto así que en su primer visita hablaron por 13 horas consecutivas.

Jung se mostraba sumamente entusiasmado por los métodos freudianos, como la interpretación de sueños y la asociación de palabras pero también encontraba en él cuestiones que le debatían y le costó el rompimiento de su relación.

Ambos compartían criterios como tratamientos y técnica (sentarse a espaldas del paciente por ejemplo) pero existían también diferencias en su forma de pensar, Freud consideraba que debían apegarse solamente a lo científico, a lo que podría ser probado y demostrado, a lo que tenía explicación, Jung por el contrario consideraba oportuno incluir dentro del psicoanálisis otro tipo de elementos, como la telepatía, la religión o el misticismo, Freud veía contraproducente el introducirse en temas paranormales esto motivado por la idea de los muchos enemigos de sus teorías. Esto y el que Freud se cerrara a tratarlo como a un amigo les costó el rompimiento de su relación.

Sabina a través de la terapia desarrolla una importante dependencia hacia su psiquiatra debido a la significativa transferencia que existía entre ambos, él hacía que ella buscara dentro de si los acontecimientos que la alteraban y los transmitiera, ella en cada una de sus sesiones le revelaba a él acontecimientos que marcaron su vida de manera importante, causando en ella los trastornos que la llevaron hasta él. Se podía ver en Sabina la marcada tendencia masoquista relacionada con los azotes que le daba su padre, ella relató que a los 4 años fue cuando recibió su primer paliza y que ella se encontraba tan asustada que se orinó y parte de su trastorno recaía en que ella se culpaba por sentirse excitada cada vez que su padre le azotaba, esto era principalmente lo que causaba tanta perturbación en ella ya que le generaba una sensación de ser infame y corrupta.

Freud planteaba a través del psicoanálisis su interés en las fuerzas inconscientes que motivan el comportamiento humano, su enfoque terapéutico se basaba en las consideraciones propias de los pacientes dentro de los conflictos inconscientes que surgían de la niñez y afectaban sus comportamientos y emociones.

Jung planteaba preguntas a Sabina diseñadas para extraer recuerdos de su pasado, evidenciando que la fuente de sus trastornos se debía a experiencias traumáticas reprimidas, vividas en su niñez.

Freud creía que la personalidad se formaba en los primeros años de vida cuando los niños enfrentan conflictos entre sus necesidades biológicas innatas, relacionadas con la sexualidad y las exigencias de la sociedad. Es quizás en este concepto donde podemos ubicar el origen de los trastornos sufridos por Sabina quien a muy temprana edad era víctima de la violencia y los ataques de ira de su padre, y quedó quizás con una fijación en su etapa anal pues fue ahí donde empezó a recibir azotes, y se menciona en la película el placer que sentía al retener sus esfínteres, de su etapa fálica ella relata que sentía placer sexual al tocarse y empezó desde ahí a masturbarse generando en ella esto serios conflictos internos ya que para la época esto se trataba de depravación y se sentía sucia.

En Sabina se veía un fuerte dominio de su Ello en su personalidad ya que se regía por el principio del placer, buscaba la satisfacción a través de la masturbación y en los actos sexuales buscaba ser castigada.

A través de la transferencia que tenía con Jung, Sabina se enamoró de él y éste se sentía sumamente atraído por ella y sucumbió a sus propios deseos e instintos y con ella tuvo una relación muy diferente a la que tenía con su esposa, haciéndola su amante y satisfaciendo en cada relación sexual el masoquismo que le provocaba placer a ella, él le describió que las relaciones con

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