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Enfermedades más Comunes En Personas De Tercera Edad


Enviado por   •  21 de Mayo de 2012  •  1.569 Palabras (7 Páginas)  •  1.174 Visitas

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Enfermedades más comunes en personas de la tercera edad:

 Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que se produce en el cerebro, por la pérdida de neuronas en la sustancia negra cerebral. la pérdida de las neuronas de este centro hace que aparezcan los síntomas de la enfermedad, por lo tanto es una enfermedad propia de personas de edad avanzada, sin embargo, cada vez afecta a personas más jóvenes, incluso a individuos menores de 40 años.

Se caracteriza por múltiples síntomas:

Rigidez muscular.

Temblores.

Dificultades al andar, mala estabilidad al estar parado.

falta de expresión de los músculos de la cara.

Acatisia (falta de capacidad de estar sentado sin moverse)

Boca abierta con dificultad para mantenerla cerrada.

Voz de tono bajo y monótono.

Dificultad para escribir, para comer o para movimientos finos.

Deterioro intelectual, a veces.

Depresión, ansiedad, atrofia muscular.

Por el momento no hay solución médica, pero como ocurre en otras enfermedades crónicas e invalidantes, los problemas sociales son tan o más importantes que los biológicos o psíquicos, por lo que con buenos tratamientos farmacológicos y psicológicos, el enfermo de Parkinson puede mejorar su calidad de vida y la de su familia, realizando una vida prácticamente normal. Es esencial también una buena educación sanitaria, rehabilitación física, terapia psicológica y realizar actividades que eviten el aislamiento. Por supuesto; mantener una actitud activa y positiva, ni el paciente ni el familiar deben enfrentarse al Parkinson sino que deben adaptarse a él. Pero tampoco podemos permitir que el Parkinson cambie nuestra vida totalmente.

 Alzheimer:

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La edad avanzada es el principal factor de riesgo para sufrir esta enfermedad, aunque en una minoría de casos se puede presentar incluso en edades menores a 60 años. Entre el 2% y el 3% de los menores de 65 años muestran signos de la enfermedad, el 8% entre los mayores de 65 y hasta el 25% y el 50% en los mayores de 85 años.

Los síntomas más comunes de la enfermedad son alteraciones del estado de ánimo y de la conducta, (arrebatos de violencia) pérdida de memoria (incluso no reconocer a familiares), dificultades de orientación, problemas del lenguaje y alteraciones cognitivas.

La enfermedad suele tener una duración media aproximada de 10-12 años, aunque esto puede variar mucho de un paciente a otro y ésta pasa por diferentes fases. En la inicial el enfermo mantiene todavía su autonomía pero en la intermedia y la terminal, el paciente pasa progresivamente a ser dependiente. En la actualidad no existe cura para la enfermedad, pero sí tratamientos que intentan reducir el grado de progresión de la enfermedad y sus síntomas. Además del tratamiento farmacológico, existen ciertas evidencias de que la estimulación cognitiva ayuda a ralentizar la pérdida de funciones cognitivas. Esta estimulación deberá trabajar aquellas áreas que aún conserva el paciente, de forma que este entrenamiento permita compensar las pérdidas que el paciente está sufriendo con la enfermedad. Si bien es un mal progresivo e irreversible, según los expertos, es posible retrasar su aparición llevando unos hábitos de vida saludables.

 El infarto cerebral

Es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es obstruido por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre que necesita, quedándose la zona sin riego. La consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos, quedando paralizada la zona del cuerpo "dirigida" por esa parte del cerebro.

Según un estudio presentado en la Conferencia Anual de Prevención y Epidemiología Cardiovascular, ingerir al menos cuatro vasos diarios de leche desnatada podría reducir el riesgo de infarto. El accidente vascular cerebral está situado entre las tres primeras causas de muerte y la primera de incapacidad motora, pérdida o disminución de la conciencia, coma, etc. La gravedad del infarto cerebral nos obliga a estar alerta ante cualquier síntoma. A veces se producen pequeñas trombosis que son un aviso de otras más graves.

 Demencia Senil

Durante muchos años se ha

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