Erich Fromm

Buenos días tengan todos, mi nombre es Erich Fromm y vine hasta aquí para contarles un poco a cerca de mi vida, nací en el año de 1900 un 23 de marzo en Frankfurt, Alemania. Fui Hijo único. Mi padre era un hombre de negocios, se enojaba bastante y solía tener bastantes cambios de humor. Al contrario de madre que casi siempre estaba deprimida. En mi familia la religión era algo muy importante, éramos judíos ortodoxos. Aunque yo, posteriormente me autodenominé un “místico ateo”. Tuve una infancia no muy feliz, pues cuando tenía 14 años estalló la primera guerra mundial y me impresiono demasiado la naturaleza de la conducta humana así que fui incapaz de comprender un acto tan irracional. Los mensajes de fanatismo y grandilocuencia que a mi alrededor se repetían, el odio y la histeria de la guerra, me asustaron mucho, así que busque respuestas a esta irracionalidad de las masas y encontré algunas respuestas en los escritos de Karl Marx.

Durante mi etapa escolar, estudie con gran interés a Freud y Marx, y encontré en los escritos de Freud una forma de comprender la personalidad humana y las influencias sociopolíticas expuestas por Marx. Cursé filosofía en la Universidad de Heidelberg en 1922, estudiando filosofía y me especialice en psicoanálisis en la Universidad de Munich y en el Instituto Psicoanalítico de Berlín.

En 1933 fui a Estados Unidos por primera vez, y adquirí la nacionalidad estadounidense porque la llegada de Hitler al poder me obligó a establecerme en ese país, no era bueno regresar a Alemania.

Se me ha considerado como un pionero renovador de la teoría y práctica psicoanalítica de mediados del siglo pasado. Considero a los seres humanos más bien como frutos de su cultura, por lo tanto las teorías biologicistas de la personalidad fueron algo a lo que me opuse. Mi perspectiva terapéutica se orientó también en este sentido, proponiendo que se intentasen armonizar los impulsos del individuo y los de la sociedad donde vive.

He publicado en total 32 obras literarias, en 1941 publiqué mi célebre obra “El miedo a la libertad”, que me dio realmente a conocer, siendo muy traducida y divulgada, donde trataba el movimiento nazi en lo que algunos han venido a denominar como una interpretación "sociopsicoanalítica". En esta obra muestro un alejamiento definitivo de Freud.

Cerca del final de mi carrera, me mudé a la ciudad de México para enseñar. Por el año de 1950 me mude aquí, a México, con mi segunda esposa, donde ella, desafortunadamente falleció dos años más tarde. Aun así, yo continúe enseñando en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde fundé la Sección Psicoanalítica de la escuela de medicina y el instituto mexicano de psicoanálisis.

Morí en mi hogar en Suiza cinco días antes de mi octogésimo cumpleaños. En 1980.

Teoría

En mi teoría logro combinar aspectos de Freud y Marx, a quienes seguí durante mi juventud. Por un lado pude notar que Freud al hacer énfasis en el inconsciente, los impulsos biológicos, la represión y demás, postulo que nuestro carácter está determinado por la biología. Por otro lado, Marx consideraba a las personas como determinados por su sociedad y más especialmente por sus sistemas económicos.

Yo añadí a estos dos sistemas deterministas algo bastante extraño a ellos: la idea de libertad. De hecho, se me atribuye haber hecho de la libertad la característica central de la naturaleza humana.

Yo describo tres vías a través de las cuales escapamos de la libertad:

El primero es el Autoritarismo

• En el cual se busca evitar la libertad al fusionarnos con otros, volviéndonos parte de un sistema autoritario como la sociedad de la Edad Media. Hay dos formas de acercarse a esta postura: una es someterse al poder de los otros, volviéndose pasivo y complaciente. La otra es convertirse uno mismo en un autoritario. De cualquiera de las dos formas, escapamos a una identidad separada

El segundo es la Destructividad

• Los autoritarios viven una dolorosa existencia, en cierto sentido, eliminándose a sí mismos: ¿si no existe un yo mismo, cómo algo puede hacerme daño?. Pero otros responden al dolor volviéndolo en contra del mundo: si destruyo al mundo, ¿cómo puede hacerme daño?. Es este escape de la libertad lo que da cuenta de la podredumbre indiscriminada de la vida (brutalidad, vandalismo, humillación, crimen, terrorismo. Yo pienso que si una persona ve bloqueado su deseo de destrucción, entonces puede redirigirlo hacia el mismo.

Y el ultimo es la Conformidad Autómata

• La persona que utiliza la conformidad autómata es como un camaleón social: asume el color de su ambiente. Ya que se ve como el resto de los demás, ya no tiene que sentirse solo. Desde luego no estará solo, pero tampoco es él mismo. El conformista autómata experimenta una división entre sus genuinos sentimientos y los disfraces que presenta al mundo.

FAMILIAS

Creo que para escoger la forma en la cual escapamos de la libertad tendríamos que remontarnos a analizar el tipo de familia en el que crecimos, yo describo dos tipos de familias no productivas.

• FAMILIAS SIMBIOTICAS

La simbiosis es la relación estrecha entre dos organismos que no pueden vivir el uno sin el otro. En una familia simbiótica, algunos miembros de la familia son “absorbidos” por otros miembros, de manera que no pueden desarrollar completamente sus personalidades por sí mismos. Por ejemplo, padres sobre protectores.

• FAMILIAS APARTADAS

La principal característica de este tipo de familias es su gélida indiferencia e incluso su odio helado al resto de los sistemas sociales y familiares (estableciendo sus propias reglas). Esta a su vez, se divide en familia fría y moderna.

• FAMILIA FRIA

Los padres son muy exigentes con sus hijos, de los

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