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Estados Y Niveles De Conciencia


Enviado por   •  12 de Junio de 2012  •  1.375 Palabras (6 Páginas)  •  834 Visitas

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Continuamos en esta nota la exposición de diferentes aspectos relativos a la denominada conciencia pura. En este caso analizaremos la relación de la misma con los otros estados habituales de conciencia: vigilia, dormir con sueños y dormir profundo, así como con los patrones oscilatorios propios de la actividad del cerebro, como primer contacto con el estudio de los caracteres neurofisiológicos implicados en la conciencia pura.

1. Los estados de conciencia

En el Vedânta Advaita (ver texto de la mandukya upanishad) se otorga una notable importancia al estudio de los estados de conciencia durante el tiempo en que dormimos y soñamos (estado de dormir con sueños, svapna), y cuando dormimos y no soñamos (estado de dormir profundo, sushupti), además del tiempo en que permanecemos despiertos (estado de vigilia, jagrat).

Mientras dormimos y soñamos (svapna) la conciencia muestra un estado que comporta un universo perfectamente válido dentro de su propio marco de espacio y tiempo. Mientras dormimos y no soñamos (sushupti) se pone de manifiesto un estado de conciencia muy distinto; las experiencias sensoriales y las imágenes mentales carecen de contenido específico, se detiene la actividad representacional de la conciencia cognoscitiva (chitta) y se impone una especie de paz de las profundidades que caracteriza la conciencia pura (Chit) sin conocimiento de lo particular, pero plenamente consciente en Sí Misma.

Cuando la conciencia reemprende su actividad es incapaz de recordar ese estado de dormir profundo del que realmente estuvo ausente. A pesar de ello, el Vedânta afirma que es posible reproducir de un modo plenamente consciente ese estado de conciencia pura (Lahiry, 2003: 11).

2. El “cuarto” estado

Además de los tres estados ya señalados (jagrat, svapna y sushupti), se considera la existencia de un “cuarto” estado (turiya) en el que el sujeto “despierta” de los otros tres. Suponiendo que esos tres estados (vigilia, dormir con sueños y dormir profundo) formasen juntos un largo sueño, turiya (el cuarto) representaría “el despertar” que pone fin a ese sueño. Por ello, se dice de él que es más profundo que el dormir profundo, y al mismo tiempo más despierto que el estado de vigilia. Ramana Maharshi se refiere a turiya como el estado de “dormir-despierto” (jagrat-sushupti).

Se trata de un estado de conciencia pura; de conocimiento sin conciencia de nada particular, pero plenamente consciente en Sí. Es conocimiento que no particulariza. El estado turiya es la condición natural de âtman, que en él se hace evidente a Sí Mismo como conciencia pura (Chit) sin la participación de la conciencia cognoscitiva (chitta).

3. Ilusión e ignorancia

Quien realiza el cuarto estado, siquiera por un instante, alcanza la evidencia de la identidad entre âtman, su propio Sí mismo inmutable bajo la representación del yo cognoscente, y Brahman, el Ser (Sat). No hay nada más allá de este cuarto estado. De hecho, no hay ningún otro estado más que éste; los otros tres estados mencionados tienen su origen en la ilusión (mâyâ) y sólo aparecen como consecuencia de la ignorancia (avidyâ) que vela la posición del sujeto.

La superación de esta ignorancia otorga únicamente realidad a ese estado de conciencia pura, más allá del ego fragmentario (ahamkâra). Se trata, pues, de un conocimiento carente de pensamientos y representaciones, que puede identificarse con lo que genéricamente se entiende por samadhi (Ballesteros, 1996), el estado de “éntasis” en el que el meditante ya no es consciente ni siquiera de meditar. En tal estado, la distinción entre el sujeto meditante y el objeto de la meditación se pierde.

La aprehensión de este cuarto estado (turiya) tiene lugar directamente desde âtman, que los vedantinos suelen denominar también el Testigo. En él se detienen la actividad de la conciencia cognoscitiva (chitta), no persiste la representación del yo cognoscente y la conciencia pura (Chit) brilla sola sin conocimiento alguno de objetos internos ni externos (“toda ciencia transcendiendo”, en palabras de San Juan de la Cruz).

4. Oscilaciones mentales

La cuestión que nos planteamos ahora es si disponemos de alguna indicación o dato de experiencia que permita una aproximación empirista a ese cuarto estado (turiya), enseñado por los yoghis y los rishis (“videntes”; es también el nombre genérico que reciben los autores de los textos védicos y upabishádicos). Al parecer, así es.

El supremo

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