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Estrategias Para Acompañar A Niños Con Dificultades En El Aprendizaje


Enviado por   •  2 de Junio de 2013  •  3.259 Palabras (14 Páginas)  •  452 Visitas

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Estrategias para acompañar a niños con dificultades en el aprendizaje

Hay algunas estrategias generales que sirven para paliar los efectos negativos que la inatención, la inquietud, la impulsividad y otras características pueden ocasionar en el alumno. El objetivo de estas estrategias es evitar o retrasar en la medida de lo posible la aparición de problemas académicos y de comportamiento, y ayudarlos a ir compensando sus dificultades para avanzar en su desarrollo con una buena autoestima.

Algunas de estas estrategias son:

• Situar al alumno, teniendo en cuenta el entorno físico, los compañeros, el profesor y el entorno temporal.

Colocar de preferencia al alumno en la primera fila, al centro, así se reducen las distracciones, permite supervisarle con mayor frecuencia y uno se puede dirigir a él de forma más discreta.

En un salón con niños que tienden a la distracción e inquietud, sería importante quitar todos los carteles, mapas, posters, etc. que no sean relevantes, o en todo caso ponerlos en las paredes de los lados o de atrás. Incluiría también objetos atractivos que pudiera haber en la mesa del profesor.

Otra recomendación sería rodear al niño de compañeros tranquilos, trabajadores y pacientes con los que tenga buena relación. Tener presente el irlos rotando por lo que estos niños suelen distraer a sus compañeros también.

El profesor tiene un papel importante en la educación escolar del alumno. Para niños con notables tendencias a la distracción, inquietud motriz e impulsividad, ciertas características del profesor pueden resultar beneficiosas:

- Organización: Las cosas bien preparadas y avisadas con tiempo ayudan al alumno a organizar su trabajo. Evitemos improvisaciones y sorpresas. Los alumnos necesitan predictibilidad, para lo cual será necesario la anticipación al comienzo del día y de cada clase o de cada cambio que pudiera darse. De preferencia anotando a un lado de la pizarra y se puede ir borrando en la medida que se va haciendo.

- Flexibilidad: Una exigencia rígida de buenos resultados o del seguimiento de muchas normas puede acabar desembocando en un conflicto con el alumno o que se sienta incapaz. Sería más conveniente que el profesor distinga lo fundamental de lo accesorio, tanto en los objetivos y contenidos del programa como en las normas de comportamiento y que sepa dar prioridad a los aspectos que está trabajando, ignorando otros.

- Interés: Es importante que el profesor considere que él puede hacer algo para conseguir mejoras en el alumno y que esté dispuesto a poner los medios necesarios

- Perseverancia: Los problemas de este tipo no se solucionan rápidamente, de modo que el profesor tendrá que ser capaz de mantener la aplicación de medidas durante algún tiempo antes de considerar que no han funcionado y estar dispuesto a ir solucionando pequeños problemas, uno tras otro, sin obtener resultados espectaculares.

- Respetemos sus ritmos, suelen ir a un ritmo más lento y los aspectos temporales influyen en ellos como en todos los alumnos, sólo que con mayor intensidad.

• Enseñar al alumno (aprovechar la clase)

Muchas veces las estrategias que usamos con los demás niños no funcionan con ellos, resultan insuficientes y es preciso añadir nuevas estrategias, más adecuadas a sus características personales. Tengamos presente:

- La organización del profesor: Uno de los motivos por los que puede fracasar una intervención en el aula es el incumplimiento de los pasos necesarios para desarrollarla por parte del profesor o su rápido abandono cuando dejan de ser algo novedoso y se requiere un esfuerzo de voluntad para mantenerlos. Para evitar esto es bueno tomar medidas preventivas, incluyendo el desarrollo de las intervenciones individualizadas con los alumnos en el desarrollo normal de la clase. Dos buenas costumbres:

1. Para los niños con un programa personal de trabajo u organización, hacer las revisiones oportunas antes de empezar la sesión o en un momento de trabajo personal.

2. Dedicar los últimos minutos de la clase a asegurarse de que si se lleva algún autoregistro, sea revisado y valorado, si se ha aprendido algo nuevo, el alumno ha comprendido lo fundamental, si se ha mandado trabajo a casa, lo hayan entendido y apuntado correctamente.

5 minutos al inicio a revisar con el alumo su programa personal y 5 minutos al final del día para organizar el trabajo en casa y 1 minuto después de cada sesión para comprobar que ha aprendido son de mucha utilidad.

- La dosificación del esfuerzo:

Acabemos la sesión con una actividad especialmente atractiva para los alumnos. Un requisito para participar en ella será haber cumplido unos objetivos de trabajo.

Introducir variedad en las actividades y en la forma de realizarlas.

- Control de la atención:

Dar dos veces las instrucciones: una general para toda la clase y otra en particular para los alumnos con problemas, más explícita.

Durante las explicaciones utilizar técnicas activas para atraer la atención de los alumnos, aunque pensemos que es responsabilidad de cada uno y que si no lo hacen es desinterés: Puede tener dificultades reales para estar atento, para cualquiera es agradable tener una clase entretenida. Tratemos que los ejercicios no sean monótonos.

- Control del comportamiento:

Este aspecto puede crear mucha ansiedad al profesor. El mal comportamiento del alumno estorba el desarrollo de la clase, puede crear un clima adverso al aprendizaje y sitúa al profesor en una situación incómoda en la que puede ser enjuiciado como incompetente por los padres de otros alumnos. La tendencia suele ser buscar una solución contundente que elimine rápidamente el problema. Con estos niños lo habitual es que no aparezcan resultados o que se desvanezcan rápidamente o que generan tensión dificultando además el aprendizaje.

El mal comportamiento puede darse por el mero aburrimiento del alumno ante explicaciones que ha dejado de entender. La estrategia es que cuanto más tiempo dedique el profesor a preparar la actividad de enseñanza, a personalizarlas y a hacerlas interesantes para los alumnos, menos tiempo tendrá que dedicar a resolver problemas de disciplina. Procuremos que el alumno se sienta reforzado por su trabajo y por su comportamiento (el límite a partir del que se considera que algo está bien no tiene por qué ser el mismo para todos). El alumno tiene que recibir más

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