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LA PSICOLOGIA DEL MEXICANO


Enviado por   •  12 de Enero de 2012  •  2.392 Palabras (10 Páginas)  •  707 Visitas

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México un país subdesarrollado.

En México todavía vivimos con la etiqueta de país subdesarrollado, porque no hemos sabido aprovechar, administrar y explotar los veintinueve recursos esenciales que nuestro país posee, y esto nos hace sentir mal, pesimamente, sin embargo, no hacemos nada por remediar esta situación. Si, nos damos cuenta de que un estudio realizado por la UNESCO en cual se ha manifestado son los que esencialmente proveerán riqueza al país que los posea, entonces la hacer la comparación con Japón, Singapur y Taiwán que sólo tienen tres de los veintinueve esenciales, puedo ver como hemos desaprovechado nuestras ventajas competitivas, pero también me doy cuenta de cómo nuestro modo de desenvolvernos inhibido y apático, nos provoca el rezago que traemos arrastrando como lastre lo cual provoca que nuestro subdesarrollo se vea acentuado. El desempeño que tenemos laboralmente, que aún teniendo las bases de conocimientos y habilidades técnicas, se ve disminuido porque el manejo del factor humano es deficiente, carente de una base sólida y confiable. Podemos apreciar que en todos los países el desarrollo es diferente y entonces, nos percatamos que somos producto de una herencia biológica, que venimos de un medio ambiente desigual, que nuestras reacciones y decisiones personales son totalmente diferentes, por lo tanto nuestra personalidad es dispar. Nuestra conducta, psicología e idiosincrasia nacional, nos apabulla, porque es como pensar en la cubeta de cangrejos, donde apenas ven que uno va saliendo de la cubeta el de abajo lo jala al fondo. Así somos nosotros, aunque duela admitirlo y por más que luchemos contra eso, la otra parte de la sociedad lo hará. Y como mencionan los autores Mauro Rodríguez y Patricia Ramírez el reto de comprender al mexicano es explicar su personalidad histórica, a través de las vicisitudes vividas a lo largo del tiempo.

La mexicanidad.

En nuestro país la mexicanidad es una vocación y un estilo de vida, nosotros vivímos nuestra vida al estilo mexicano, nuestra personalidad se ve bajo el influjo de la cultura mexicana, nuestro modus vivendi aculturado, dejándonos moldear por nuestro medio, nos ha llevado quizás a no poder soltar nuestro gran peso que nos produjo el ser conquistados. Ya que todos aquellos valores que teníamos en nuestra cultura azteca que se veía enfatizada por la elegancia, la ciencia, la honradez, la disciplina, la riqueza, el arte, la ética, la excelencia deportiva, la productividad, etcétera, los vimos caer vejados ante la conquista de nuestro mundo, y conocimos la sumisión al grado tal de creernos inferiores.

Es entonces, que los autores nos mencionan somos, grosso modo, los mexicanos del siglo XXI, tres ingredientes:

1. Factor Indígena: Es nuestro inconsciente silencioso, el que nos ha pesado y no nos ha dejado salir adelante, aún nos sentimos reprimidos a partir de la conquista.

2. Factor hispano-cristiano: La sangre y cultura de los conquistadores, con el absolutismo real español, quienes defendían y nos imponían la unidad ideológica y la uniformidad como supremo valor social y político.

3. Factor anglosajón: Desde ya hace cien años como se vuelca sobre nosotros la cultura capitalista.

La aculturación

El choque violento y desgarrador de culturas, conformó una síntesis de dos culturas que no era una buena mezcla, se intento juntar agua y aceite, azúcar y sal, lo cual provocaría un desastre, ya que vivíamos el juntar elementos dispares de misticismo y simbolismo azteca con la frente realista y ambiciosa europea.

Y es que perdimos nuestras raíces, lo antiguo y no supimos afrontar lo nuevo y nos produjo un vació que aún en nuestros días sentimos en lo más profundo de nuestro corazón y lo dejamos aflorar en cada fiesta mexicana, nuestro mexicanismo sale a flote.

El trauma ha sido difícil afrontarlo, una parte de la abrumadora superioridad técnica de nuestros conquistadores como invasores, destruyeron nuestra cultura base, y nos disfrazaron con una religiosidad se dio una deculturación forzosa y compulsiva, nos desintegraron, desmembraron nuestra sociedad, nos vencieron, nos humillaron y ultrajaron y nosotros, nos dejamos peleamos al principio, después nos dejamos vencer. Tan traumático fue que aún después de casi 500 años aún muchas comunidades no se han integrado a nuestra sociedad y siguen siendo “marginados”.

Y aunque intentaron cohesionar la población escindida por mil desigualdades, utilizando símbolos, religioso patrióticos como lo es la Virgen de Guadalupe, para llamar a declarar la guerra de la “Virgen Mexicana” con la “Virgen Española”, nunca logramos sentirnos nuevamente de una misma raza y corazón.

Somos dependientes de nuestra mitología, de ser un pueblo, en los brazos de una diosa benévola y dadivosa que nos otorga sus favores a un pueblo pobre, oprimido y marginado. El pueblo mexicano, es guadalupano por esencia.

Nuestra dependencia

Y hemos luchado batallas que no son nuestras y hemos proclamado victorias que tampoco lo son, sabemos que un imperialista nos domina, nos controla, sabemos la manipulación de nuestra economía, de nuestra política, de nuestra misma gesta nacionalista, sin embargo, no hacemos nada por realmente tomar las riendas de lo nuestro.

Aquello que tanto nos enorgullece como lo es la Expropiación Petrolera, y damos todo el honor y toda la gloria a nuestro ex presidente Lázaro Cárdenas, fue promovida por los norteamericanos para expulsar a sus competidores europeos de México, provocar entonces una disminución de exportaciones de petróleo y lograr una dependencia tecnológica petrolera de México hacia Estados Unidos.

Entonces, siguiendo la problemática vemos como falta una verdadera identidad nacional, es verdad compartimos determinados rasgos compartidos de colectividad y aceptación de estilo de vida, mestizo era despectivo, no lo aceptan, les da coraje, vergüenza, celos, resentimiento y ahora tal como antes el mexicano admiraba al conquistador español, ahora admira al conquistador gringo y aún así los detesta a ambos. Y entonces, nosotros como mexicanos experimentamos inseguridad, temor, masoquismo, búsqueda de anonimato, disolverse en la sociedad, tomando conductas como crisis de identidad que son: el valemadrismo, los alardes, el lenguaje procaz, los desplantes de superioridad, la rebeldía contra el patrón, y todas estas poses y formas son nuestros mecanismos psicológicos compensatorios para tapar nuestra debilidad, desconcierto y confusión.

Pues vivimos como victimas, pero no hacemos nada por salir de ese modus vivendi sentir, quizá los siglos de manipulación,

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