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La Fantasía, Las Posiciones, La Identificación Proyectiva Y El Mundo De Los Objetos Internos.


Enviado por   •  11 de Junio de 2013  •  5.867 Palabras (24 Páginas)  •  397 Visitas

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Algunas de las cuestiones que de inmediato uno puede empezar a preguntarse al leer a Klein es ¿qué la llevó a pensar el mundo psíquico del niño de la manera como ella lo hizo?, ¿cuáles son los elementos que la llevan a formular un mundo diferente al “real” pero en relación directa con éste un mundo de objetos internos?

Estos son algunos de los conceptos que me gustaría poder comentar en este escrito específicamente el concepto de mundo interno y el de identificación proyectiva, pero al hacer esto resulta inevitable no realizar un repaso de algunos conceptos como el de fantasía y el de posición ligados de manera directa a éstos.

En 1920 Freud expuso en «Más allá del principio del placer », su teoría sobre la dualidad de las pulsiones de vida y muerte y en 1923, en «El Yo y el ello », elaboró en profundidad la teoría estructural de la mente en términos del ello, el yo y el superyó, avances que también condujeron a un cambio en su visión de la naturaleza del conflicto psíquico, la ansiedad y la culpa. “Melanie Klein, quien a través de su trabajo con niños se había convencido de la importancia de la agresión innata, fue, entre los principales continuadores de Freud, la única en adoptar íntegramente su teoría de la pulsión de muerte y elaborar sus implicaciones clínicas ”. Desarrolló asimismo la teoría estructural, arrojando nueva luz sobre el origen, composición y funcionamiento del superyó. Su enfoque de la ansiedad y la culpa concuerda más con las formulaciones tardías de Freud que con sus ideas más tempranas. Como mencionan los doctores Bleichmar : “Klein quiere dar cuenta de los sucesos que ocurren en el consultorio y en el vínculo interpersonal entre paciente y analista. Observa que el paciente se compromete emocionalmente en el tratamiento, con fuertes sentimientos y angustias. Esta línea de comprensión define una de sus hipótesis principales: el psiquismo se origina en un vínculo intersubjetivo, en primer lugar la relación de objeto del bebé y su madre. Ella estudia las características emocionales del vínculo en el que busca descubrir cuál es la ansiedad predominante y las fantasías constitutivas. Enfatiza la existencia de relaciones de objeto tempranas como fundamentales del desarrollo psíquico y de la personalidad.”

Melanie Klein considera a los factores constitucionales de importancia fundamental en el desarrollo del aparato psíquico, reconociendo la existencia desde el nacimiento del instinto de vida y el instinto de muerte (pulsiones sexuales y destructivas respectivamente). Pero, ¿qué es la pulsión? Freud considera a la pulsión como el representante psíquico de los estímulos, los que se originan en el organismo y llegan a la mente, pero también la consideró como un elemento que se encuentra entre lo somático y lo mental. Se entiende que Freud puntualizó que la pulsión nunca tiene acceso directo a la consciencia, sólo se hace consciente a partir de la idea que representa. Klein no concibe la existencia de la pulsión sin que tenga relación directa con un objeto, por esto la fantasía que simboliza a la pulsión estará siempre presente en el yo, y en todo interjuego proyectivo-introyectivo entre objetos internos y externos. “El yo precoz tiene posibilidad de fantasear la satisfacción alucinatoria de los deseos libidinales pero la pulsión de muerte al ser proyectada por el yo da origen a fantasías de tipo destructivo ”.

El individuo nace con una dotación pulsional, lo que hablaría de la existencia de algunas fantasías como universales y presentes desde el nacimiento.

Estos instintos se deben mantener en equilibrio para que el bebé se desarrolle adecuadamente y junto con los objetos externos, que están presentes desde el inicio de la vida, irán construyendo el mundo objetal interno y externo. Desde el momento mismo del nacimiento y ante el corte del cordón umbilical, la fuerza de la pulsión de muerte se puede convertir en un peligro inminente que frene el desarrollo del bebé, pero al mismo tiempo y con ayuda de la pulsión libidinal, el infante podrá defenderse de los estímulos displacenteros que surgen desde adentro o de afuera del individuo, utilizando los mecanismos de proyección e introyección.

El contacto inicial del niño es con aspectos parciales de la madre, objetos parciales, siendo primordial en el inicio de la vida el pecho, existiendo objetos buenos o malos dependiendo de las gratificaciones o frustraciones que le produzcan al infante. Por esto, percibe el mundo externo dividido en dos partes irreconciliables, la del objeto idealizado y la del objeto persecutorio, el pecho bueno será el prototipo de todos los objetos protectores y gratificantes y el pecho malo el prototipo de todos los objetos perseguidores externo e interno.

El desarrollo lo entendemos en Klein si pensamos en el término de posición, siendo dos por las que pasa todo ser humano y aunque estas se presentan consecutivamente de manera cronológica, ambas existen en el individuo a lo largo de su vida. El concepto de posición remplaza en Klein la idea de fase del desarrollo libidinal de Freud y Abraham.

Estas posiciones son la esquizo-paranoide y la depresiva, y se viven junto con una angustia primordial y sus fantasías correspondientes, la persecutoria y depresiva respectivamente. En este punto casi todas las escuelas psicoanalíticas por no afirmar que la totalidad consideran que la fantasía es uno de los factores básicos de la estructuración psíquica del individuo y los grupos. Pero con sus diferencias obvias se considera que a partir de la teoría de Freud y posteriormente de Klein, han surgido las diversas manifestaciones conceptuales sobre este fenómeno.

¿Qué es la fantasía?

Revisando a Laplanche y Pontalis , la fantasía es una escenificación primaria en donde está presente el sujeto y representa generalmente con las deformaciones debidas a los procesos defensivos, la realización de un deseo inconsciente.

No se puede hablar de fantasías propiamente conscientes ni aceptar que únicamente existen fantasías inconscientes, estas últimas siempre subyacen a los contenidos manifiestos por lo que constituyen el contenido primario de los procesos mentales inconscientes. La postura de Freud se puede entender si partimos de lo que refirió como realidad psíquica, que debe diferenciarse de la realidad objetiva y los pensamientos conscientes para entender la fantasmática básica a la que él se refiere. Al desechar la teoría de la seducción, supuestamente vivida por los niños por parte de uno de sus progenitores, empieza a darle mayor énfasis y relevancia a la injerencia de la fantasía en la estructuración del aparato psíquico . En su primera concepción Freud estima que las fantasías son defensas contra el recuerdo, pero después encontró

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