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MODELOS DE ENFERMEDAD MENTAL


Enviado por   •  25 de Junio de 2014  •  1.972 Palabras (8 Páginas)  •  892 Visitas

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EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD MENTAL HUMANA

El estudio de la enfermedad humana ha planteado a la psiquiatría complejas interrogantes. La enfermedad mental o emocional, en esencia, es siempre, de acuerdo a Seguín, una reacción de toda la persona.

En nuestro afán de comprender tal fenómeno, se presentarán de manera muy resumida, cinco modelos que vienen intentando, por medio de la investigación científica poner a prueba sus hipótesis. Revisaremos los siguientes:

1. El médico

2. El psicoanalítico

3. El conductual

4. El cognoscitivo

5. El social

1. EL MODELO MÉDICO

Postula (ver cuadro Nº 1) que la enfermedad se produce por acción de un agente etiológico que, actuando sobre el huésped y rompiendo su equilibrio, altera su estructura anatómica y/o la función del (de los) órganos(s), afecto(s) o del sistema involucrado. De este modo, la enfermedad, sea cual fuere el factor que la produzca, depende, en primer lugar, de la perturbación interna del organismo vía la cual se producen los síntomas.

El trastorno así establecido se evidencia bajo dos formas: a) por medio de síntomas, constituidos por percepciones, experiencias y vivencias, susceptibles de reconocimiento introspectivo por el propio individuo; y, b) por medio de signos, que constituyen manifestaciones externas delatoras de la alteración morbosa, y susceptibles de reconocimiento extrospectivo por parte del examinador. El deslinde semiológico exacto de tales manifestaciones permite al médico precisar la organización funcional de los mismos en los llamados síndromes, cuya identificación conducirá al diagnóstico diferencial frente a entidades similares y, finalmente, al diagnóstico definitivo.

En el razonamiento seguido en este modelo, el eje fundamental se apoya en el diagnóstico exacto de la enfermedad. Para ello, resulta imprescindible ser preciso en los pasos iniciales; es decir, reconocer certeramente los síntomas y signos, pues, un error a tal nivel - cual ladrillo mal ubicado en la base de una pared - terminará por hacer fracasar la estabilidad del conjunto, el diagnóstico final. En la actualidad, el modelo médico ha potencializado su eficacia con el apoyo de técnicas auxiliares de diagnóstico cada vez más sofisticadas (pruebas especiales de laboratorio, procedimientos neurofisiológicos, técnicas de imagenología, y otros que rápidamente se vienen generando). De este modo, precisada la enfermedad, el médico, ayudado por los conocimientos ofrecidos por la literatura científica y la experiencia de muchos otros casos analizados e informados, puede indicar el tratamiento más conveniente y señalar un pronóstico.

El enfoque terapéutico que se desprende de este modelo posibilita dos niveles de acción:

a) Eliminar los síntomas, utilizando el así denominado tratamiento sintomático, considerado en el círculo profesional como terapia incompleta o sólo parcial.

b) Eliminar la causa, tratamiento considerado, siempre que ello sea factible, como el de elección. "Eliminada la causa, eliminada la enfermedad", reza el adagio.

La psiquiatría, como buena hija de su añosa madre, la medicina, trató por siglos de seguir obedientemente los pasos del consejo materno, intentando interpretar la enfermedad mental como otra variante de enfermedad médica aunque de diferente localización orgánica, el Sistema Nervioso. De este modo, aplicando las mismas metodologías y estrategias médicas intentó descubrir las bases anatomopatológicas del trastorno mental. Los dividendos fueron pobres comparados con los esfuerzos por lograrlos. En las últimas décadas, sin embargo, el auge de la psiquiatría biológica ha hecho renacer las esperanzas del descubrimiento etiológico por esta vía, esta vez a nivel de "lesión" neurobioquímica en las enfermedades mentales.

2. MODELO PSICOANALÍTICO

En este enfoque (ver cuadro Nº 2), la naturaleza de las experiencias infantiles, las vicisitudes del desarrollo instintivo, sexual y tanático, y el control logrado sobre el nivel de angustia por medio de los mecanismos de defensa, son los factores que-de acuerdo a sus postulados teóricos-determinarán la patología del ser afecto. La noción de vida mental inconsciente es, en este encuadre, fundamental. La tesis patogénica central gira sobre la hipótesis que la angustia, como elemento de tensión, forma parte del diario vivir. En grado tolerable y bien manejada por los mecanismos normales de defensa, la angustia resulta útil para la conducta productiva del ser humano normal. Es sólo cuando, en virtud de sucesos actuales, se movilizan y reactualizan conflictos inconscientes reprimidos, que se eleva el nivel de angustia interno, amenazando el equilibrio psicológico. Ante ello, el Yo utilizará mecanismos de defensa más poderosos y, por ende, más anormales.

Las manifestaciones que evidencian la enfermedad, llamadas síntomas en el paradigma médico, constituyen en este modelo sólo epifenómenos del conflicto inconsciente nuclear. Éste, por su misma condición, escapa a la percepción y observación directa del paciente. Consecuentemente, el usuario de este modelo habrá de dirigir su atención preferente al estudio de la vida inconsciente del enfermo, hurgando, por medio de metodologías establecidas para tal fin, la psiquis profunda de aquél. Desaparecido el conflicto, a través de su resolución por medio de técnicas psicoanalíticas, la angustia habrá de diluirse tornando innecesarios los mecanismos anormales de defensa (síntomas). Ello permitirá, además, el desarrollo madurativo del individuo y la recuperación de su normalidad.

3. MODELO CONDUCTUAL

De acuerdo a este modelo basado en la teoría del aprendizaje (ver cuadro Nº 3), toda enfermedad psiquiátrica puede interpretarse como una alteración de la conducta generada por la adquisición de hábitos desadaptativos, vale decir, de hábitos que fracasan en lograr el ajuste del organismo a la situación real que enfrenta. Los llamados síntomas, en el modelo médico, y mecanismos de defensa anormales, en el psicoanalítico, son denominados aquí, hábitos o respuestas organísmicas desadaptativas. La fórmula epistémica, E-O-R-C (estímulo, organismo, respuesta, consecuencia), implica que toda respuesta depende de la acción de un estímulo (o conjunto de ellos) específico (discriminativo) sobre el organismo; y que

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