Ejercicio de musicoterapia

MAESTRÍA, MASTER Y ESPECIALIDAD EN MUSICOTERAPIA HUMANISTA

Ejercicio de musicoterapia

Escuchando la mujer que soy

Nombre del creador

Datos generales

Introducción

Cada día nos ofrece la posibilidad de descubrir la dimensión de lo que implica y significa suponer y la diferencia que existe con el conocer y el saber. En ocasiones, la sorpresa o el asombro surgen ante los diversos eventos que cotidianamente estamos entretejiendo a partir de la labor, las interacciones sociales, el ocio o las aventuras. El descubrimiento de la pregunta “obvia” también nos puede ofrecer la oportunidad de transformar la manera en que se había estado viviendo, observando o pensando algo sobre sí misma o la vida. Existen preguntas que por su propio contenido existencial, su aparente simpleza y profunda dificultad, pasan a ser parte del gran supuesto social. A primera vista parece ocioso estarse preguntando lo que se es, pues estamos viviendo a partir de la existencia misma. El ser humano, en un sentido, es lo que percibe y cree de sí mismo. Aparentemente puede vivir, incluso sin responder a ninguna pregunta que surja de su interior o que provenga de algún semejante.

El infante no cuenta con los elementos complejos que le permiten la elaboración de reflexiones. Durante sus primeros años se centra en el proceso de diferenciación y construcción del sí mismo. Se forma como individuo con su conciencia única a través de un arduo y prolongado proceso educativo en el que asimila la cultura que promueve su contexto social. El niño en su primera infancia vive la experiencia directa de sí mismo sin la elaboración compleja de los procesos reflexivos, vive su cuerpo, lo aprehende, lo contrasta, ubica y diferencia a partir de la información que recibe del exterior por parte de sus padres, hermanos, familia y las diversas instituciones que intervienen, directa e indirectamente en su formación. La influencia actual de los medios de comunicación masiva en la formación del pensamiento social, en la conformación de corrientes de pensamiento y opinión, al igual que la imposición sistemática de valores, es un elemento definitivo en la educación y en la conformación de la ideología y el imaginario social.

Las posibles preguntas que se hace un niño, una niña sobre sí misma, son diametralmente diferentes a las que comienza a establecer un adolescente. El cambio biológico prepara al adolescente para la elaboración de un mundo conceptual que lo introduce a la reflexión existencial y la conciencia de su cuerpo que muestra cualidades y capacidades definitivas para la vida: la reproducción de la especie humana.

La situación sociocultural del ser humano lo orilla a trascender su condición biológica y a verse inmerso en el ámbito de las consecuencias, el resultado de los gustos, los impulsos, los deseos y las necesidades, la decisión que toma cuerpo en el acto; relación valorativa entre la causa y el efecto. Al paso del tiempo el adolescente se convierte en joven. Actualmente los jóvenes tienen en su mayoría, una vida o práctica sexual en la que los ritos sociales se encuentran dispersos y flexibles, lo cual se traduce en: disminución de la permanencia con parejas sexuales estables, a diferencia de décadas anteriores, flexibilidad en la selección de la pareja sexual, es decir, tanto hombres como mujeres pueden jugar el rol de seleccionadores, mayores posibilidades de práctica sexual incluida la compra, la facilidad con que circula la pornografía, etcétera.

Si bien la práctica sexual sucede con menores restricciones que en tiempos anteriores, esto no garantiza que la calidad de las relaciones sexuales se encuentre en la misma situación. Tanto la adolescente como el joven urbano actual, se enfrentan a complejas problemáticas que particularizan nuestro tiempo. La sobre estimulación en el terreno sexual que se vive a través de los medios de comunicación masiva es una situación que el ser humano nunca antes había experimentado. De igual forma, el desarrollo de la tecnología moderna nos arroja a un panorama en el que la velocidad de la máquina obsoleta se puede dar en cuestión de meses. Los factores nombrados tienen múltiples características, cualidades y contradicciones. Quizá la contradicción más importante sea la distancia que se establece entre el desarrollo del cuerpo y el de la mente, y la problemática existencial que surge de ella.

La contradicción en el desarrollo asimétrico, falto de armonía y proporción, que se da entre el cuerpo físico y el mental, se puede nombrar como la alienación del ser humano. Existe una falta de conexión en los adolescentes, falta de educación, una práctica constante que se decanta en la habilidad para reconocer la sensación a través de la percepción del propio cuerpo. Existen muchas razones, cuyo origen se encuentra en la infancia y pertenecen al entorno total, por las cuales los adolescentes no desarrollan la habilidad para la percepción de su sí mismo corporal. Sumado a lo anterior, los nuevos impulsos y percepciones sexuales son normados por un entorno social que no beneficia el desarrollo integral del ser humano, sino que está más interesado en convertirlo en un sujeto que consume y produce objetos que otros consuman, es decir, en una mercancía y su colocación en el mercado global.

Convertirse en un ser humano es un proceso basado en el aprendizaje, el autoconocimiento, conocimiento del otro, del entorno social y natural. Convertirse en ser humano implica la experiencia de una relación conciente con los cuerpos que lo conforman. La construcción del sí mismo corporal o físico, al igual que la de los otros cuerpos como el mental, emocional y espiritual, manifiesta una interacción dialéctica de construcción‐ destrucción, percepción‐ expresión. La construcción conciente del sí mismo corporal es una acción constante y continua, un permanente darse cuenta de la conexión y desconexión existente en el interior de cada uno.

Es entonces cuando las preguntas: ¿qué es ser una mujer?, ¿cómo vivo mi menstruación?, ¿cómo es que crece un nuevo ser dentro de mi?, ¿qué es para mi la sensualidad?, ¿cómo me siento con mi cuerpo?, pueden presentarse como constantemente nuevas, porque tanto a los trece años como a los veinte, o como sucede en muchos casos, las preguntas comienzan a aparecer a los cuarenta o cincuenta años, toman diversos niveles de importancia y trascendencia. Lo que sí es seguro es que el humano puede sobrevivir sin una vida amplia existencialmente hablando, sin explorar y descubrir su potencial como ser humano, y dedicarse a cubrir sus necesidades básicas.

Lo anterior solamente es sostenible

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