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Michel Foucalt El Sentido Histórico De La Alienacion Mental


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2013  •  651 Palabras (3 Páginas)  •  333 Visitas

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El enfermo se siente a sí mismo como un extraño y sin embargo, no es posible darse cuenta de la experiencia patológica sin referirla a estructuras sociales."- El asunto de este fragmento es una aporía: el enfermo mental se mira a sí mismo y solo ve a otra persona que no conoce. Se ve distinto. Poseido por una fuerza que no se sabe de dónde ha venido. Este dramático desconcierto parecería concernirle solo a él y a los mecanismos que le hayan llevado a esa situación. Y sin embargo, esa patología no tiene una historia exclusivamente indivual. Está insertada de alguna manera en las exigencias que una determinada sociedad marca a los individuos para ser considerados "extraños" o "no extraños". La enfermedad mental como "extrañeza" del individuo respecto de sí mismo, reproduce los ideales de normalidad de la sociedad a la que pertenece.- Desde la Ilustración, al enfermo mental ya no se le ve como un poseído por una fuerza sobrenatural, un endomoniado. Cualquiera, sin culpa por su parte, puede ser afectado por la locura. Más que como posesión, ésta pasa a ser considerada como una desposesión de facultades humanas mentales. Sin embargo, este tratamiento humanista del loco encierra un reverso oscuro. Efectivamente, si el demente es aquel a quien le fallan algunas de esas facultades, ¿cuáles son éstas? Precisamente faltan aquellas que, en una concepción burguesa de la sociedad, determinan la normalidad del individuo para ser un ciudadano: el uso adecuado de su libertad que permite gobernar la propia voluntad con criterios adecuados. El loco no es capaz de manejar su voluntad de manera normal. Por ello puede ser sustituída por la de otra persona que esté facultada para tomar decisiones socialmente aceptables. Incluso podrá ser internado debido al peligro potencial que supone una libertad descontrolada.- Vemos que no es lo mismo perder una facultad orgánica que una facultad mental. Por lo general, el deterioro de las facultades físicas no vuelve extraño a quien las padece, ni siquiera para sí mismo. En cambio, cuando esa desposesión es mental, ni la sociedad ni el propio enfermo saben cómo tratar al "nuevo" ser que ahí se manifiesta. Su realidad ha cambiado y el contacto con la realidad no puede ser el mismo.- El enfermo que ha perdido la facultad que le hace aceptable en la sociedad, pasa de ser un ciudadano a ser excluído de la vida en sociedad. Es un extraño. Sigue siendo un ser humano, pero solo en un sentido abstracto. Pertenece por definición a la comunidad de los hombres, pero no es uno más. Su personalidad ya no es humana. Ya no puede estar con los humanos. Es humano de nombre, pero solo eso.- Y sin embargo, el extrañamiento que el individuo siente hacia sí mismo y la exclusión social que eso conlleva, hunde sus raíces en las estructuras sociales. Más en concreto, en el corte terrible que existe entre la infancia y la vida adulta. La niñez es la etapa

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