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NIÑOS Y NIÑAS CON CONDUCTAS AGRESIVAS


Enviado por   •  18 de Mayo de 2014  •  8.953 Palabras (36 Páginas)  •  247 Visitas

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C A P I T U L O I

F U N D A M E N T A C I Ó N

Planteamiento y Formulación del Problema

La sociedad mundial actualmente muestra cada vez mayor preocupación por la agresividad presente en todos los niveles sociales (familia, escuela, comunidad).Cada día se comenta más, se estudia más, se escribe más sobre esta problemática. En Venezuela la agresividad ha llegado a las escuelas, producto de la descomposición sobre la base fundamental de toda sociedad como lo es la familia, lo cual ha generado situaciones preocupantes en el buen desenvolvimiento de los procesos educativos.

Los valores morales son imprescindibles en el diario vivir del ser humano; influyen en el actuar, en el pensar y en la forma de ver las cosas. Cuando un valor es descubierto en la persona porque lo vive, da lugar a un mundo más humano, pero cuando su vivencia es débil se rompen los lazos de unidad, fraternidad, de amor, y por supuesto, se convierte el hogar, la escuela, la comunidad y el país, en un caos. Según Pérez (2002),los valores son un conjunto de pautas que establece la sociedad para garantizar las relaciones sociales en las personas, así mismo, son aquellas características morales en los seres humanos tales como la humildad, la piedad, el respeto, como todo lo referente al género humano.

Pascual (1985), citado por Ramos (2000), plantea que se busca ayudar al educando a tomar contacto con aquello que actualmente constituye un valor en su vida. Esta técnica integra el pensamiento, la afectividad y la acción, el objetivo es llegar a la conducta pasando por el sentimiento y la claridad de ideas. La técnica de la clarificación de los valores coloca al estudiante frente a experiencias que le permiten vivenciar valores por sí mismo, ayudándole de esta manera, a cuestionar aquello que recibió de otros, sean estos padres, madres, maestros (as), asumirlos y optar por ellos comprometidamente. La educación en valores ayuda al estudiante a encontrarse consigo mismo.

Bandura (1987), plantea que la agresividad es una conducta manifestada en el individuo de manera verbal y no verbal, aprendida por medio de la observación. La Teoría del aprendizaje social según Bandura (1997), citado por Myers (2005), en esta propuso que se aprende la agresión no solo por experimentar sus beneficios, sino también al observar a otros. Como con la mayoría de las conductas sociales se aprende la agresión al mirar a otros y tomar nota de las consecuencias, se cree que la vida expone a modelos de agresividad en la familia, la cultura y los medios de comunicación masiva.

En el caso de la E.B.N Josefina de Acosta, la población estudiantil está conformada por jóvenes que provienen de familias de escasos recursos económicos, padres desempleados, familias carentes de la figura paterna o desintegrados, debido a que el padre o la madre han tenido que emigrar en busca de trabajo para propiciar mejores condiciones de vida a sus hijos (as), dejando a cargo de la formación de éstos, a abuelos (as) u otro familiar, con un alto índice de violencia intrafamiliar y hacia la mujer. Por otro lado, sus hogares están insertos en espacios hacinados, carentes de servicios básicos, sin lugares para el esparcimiento y la recreación sana. Todo esto se convierte en espacio propicio para generar personas conflictivas, a la defensiva, violentas y agresivas.

En el contexto educativo, se observa a diario situaciones o comportamientos de agresión entre los estudiantes. Existe una atmósfera de intolerancia, irrespeto, teniendo esto como consecuencia relaciones interpersonales negativas y una convivencia escolar llena de violencia dentro y fuera de ella. Ante las opiniones adversas de algunos estudiantes se genera la discusión y agresividad entre ellos, siendo incapaces de entender los sentimientos, emociones y puntos de vista contrarios al de ellos. Los varones muestran un índice alto de agresión al género femenino, la cual conducía ambientes estudiantiles hostiles y de mezquindad.

Han sido pocas las acciones que ha tomado la escuela para mejorar dichos aspectos, dentro de estas actividades se resaltan las jornadas de sensibilización a la comunidad educativa (padres, alumnos, docentes y representantes) siendo poca la asistencia y en los asistentes no se observan cambios positivos. Para garantizar la efectividad de la actividad debe hacerse con carácter de obligatoriedad y con mayor frecuencia, para obtener los resultados esperados, donde la comunidad educativa luche por el mejoramiento del plantel, el rendimiento estudiantil, la convivencia pacífica en la escuela y fuera de ella.

La agresividad estudiantil trae como consecuencia, bajo rendimiento académico y el cumplimiento de sus compromisos escolares, afectando su desempeño en la vida social, reflejado notoriamente en su fracaso para insertarse en el aparato productivo del país. La familia es el lugar donde los estudiantes se nutren de los valores morales necesarios para lograr una convivencia familiar, escolar y social positiva. La agresión en la familia hace que estos muestren conductas violentas, maltrato verbal y físico hacia sus compañeros y profesores.

En la actualidad, la escala de valores está invertida, primero se encuentran los materiales y luego los espirituales, es un deber de los docentes trabajar en los centros educativos para que este orden de un vuelco, hacer todo lo posible para que el amor, la cooperación, la felicidad, la honestidad, la paz, el respeto y la tolerancia sea una realidad vivida en cada integrante de la comunidad educativa. Un cambio de estructura social influirá decisivamente en la formación de individuos.

En tal sentido, se requiere de un programa de valores diseñado por un conjunto de acciones, normas, estrategias de aplicación y las competencias que se busca lograr dentro de la institución para mejorar las actitudes de los estudiantes, con ello existirá una excelente comunicación y relaciones interpersonales en la población estudiantil; la atmósfera de trabajo estará llena de amor, respeto, solidaridad, comprensión y tolerancia que garantizarán su trabajo ético. La escuela y la familia deben involucrarse en el proceso educativo. La familia y la escuela deben compartir valores, la comunidad educativa tienen la responsabilidad de la construcción colectiva de formas de vida cada vez más humanos. Según Pérez (2002), la escuela y la familia están condenadas no solo a entenderse, sino a cooperar estrechamente. No es posible que en la escuela se busquen y pretendan unos valores que no son compartidos o vividos en la casa.

Esto va a suponer que la familia recupere su papel de primeros educadores y que se asuman también como educadores, dispuestos a cambiar y a transformarse, a involucrarse activamente en la construcción del proyecto del centro educativo, de modo que la escuela se vaya estructurando como el modelo de la nueva sociedad que se pretende, con base en lo antes expuesto, este estudio plantea la siguiente interrogante ¿Cuál es el efecto de un programa de valores en la agresividad de los estudiantes de educación media general?

Objetivos de la Investigación

Objetivo General

Determinar el efecto de un programa de valores en la agresividad de los estudiantes de educación media general.

Objetivos Específicos

Identificar la agresividad de los estudiantes de Educación Media General antes de la aplicación del programa de valores.

Describir la agresividad de los estudiantes de Educación Media General después de la aplicación del programa de valores.

Comparar la agresividad de los estudiantes de educación media general antes y después de aplicar el programa de valores.

Justificación de la Investigación

La sociedad venezolana en la actualidad requiere un cambio positivo desde sus bases. Observando la situación que se vive en la escuela en cuanto a la violencia escolar, resulta imprescindible la creación de estrategias y planes encaminados a prevenir y disminuir esta grave situación que afecta a la comunidad educativa. Un programa de valores sería una de las soluciones para abordar la situación de agresividad, dentro de este se aportará herramientas para el manejo correcto de las situaciones de agresividad que se presenten dentro y fuera del ámbito escolar.

Sobre lo expuesto anteriormente, se asumen en el estudio, actividades prácticas para mediar las conductas agresivas en la escuela que puedan ser abordadas a través de un programa cuyo objetivo principal sea promover los valores ético moral. Este programa de valores ofrece los mecanismos de intervenciones conductual sanas y saludables, lo cual contraste la agresión en la escuela, conduciendo al logro de la tolerancia y respeto tan necesarios en la actualidad, con este programa se va a contribuir a construir una sociedad más humana.

Este cambio de paradigma logrará transformar el rol docente, quienes son los mediadores del aprendizaje significativo, al aplicar estrategias de integración de la familia, escuela y comunidad, de esta forma trabajan mancomunadamente en la resolución de los problemas. El orientador puede intervenir aportando alternativas para que el estudiante pueda decidir qué es lo mejor para él, su escuela y la sociedad.

Con este programa de valores la sociedad estará conformada por una población con los más altos principios y valores éticos, contribuyendo a que Venezuela sería una nación donde la libertad, la paz y el bien común sea la bandera en el trabajo realizado por cada uno de sus ciudadanos (as) de la patria, garantizando un futuro próspero de sus habitantes, convirtiéndose en un ejemplo de país para el mundo.

Desde el punto de vista social, el programa de valores puede ser aplicado por otros investigadores con las mismas inquietudes, recordando que cada escuela se desenvuelve en un contexto particular. Otras instituciones educativas podrán tener los mismos beneficios que la nuestra, ya que los elementos comunes en las instituciones son (agresividad, intolerancia, irrespeto, falta de incorporación de los padres y la comunidad educativa en las actividades) los cambios positivos notados en la institución pueden ser modelo a seguir por otras escuelas.

En este orden de ideas, en cuanto al aporte teórico esta investigación va a dar aportes significativos en las distintas teorías del estudio de la psicología educativa. Dichas teorías estudian el desarrollo intelectual, social y de los procesos de aprendizaje. Se sabe que los seres humanos son seres sociales donde el entorno social puede propiciar u obstaculizar el desarrollo de los mismos. Dando de esta manera respuestas a la problemática educativa y social.

En cuanto a la relevancia metodológica, con el estudio se asumen los pasos metodológico pertinentes que permitan evidenciar los conocimientos referidos a los hechos empíricos y cotidianos para darle sentido científico al problema estudiado, aunado a considerarse el estudio un antecedente para otros investigadores que indaguen sobre esta temática abordada.

Delimitación de la Investigación

La presente investigación se lleva a cabo con los estudiantes de la Escuela Básica Nacional Josefina de Acosta, Municipio San Francisco del Estado Zulia, Venezuela, tomando en cuenta a los estudiantes de Educación Media General. Se apoya en los fundamentos teóricos de Rokeach (1973) y la teoría del Aprendizaje Social de Bandura (1987).

C A P I T U L O I I

M A R C O T E Ó R I C O

Antecedentes de la Investigación

La revisión de trabajos de tesis realizadas con las variables sobre valores y agresividad, permitió reunir los datos más resaltantes para la orientación teórica y metodológica de esta investigación. Se presentan a continuación los siguientes antecedentes destacando los aportes que hacen al proyecto, sobre todo en cuanto a los resultados que presentan que pueden ser comparados con los del presente estudio.

Albornoz (2008), en su trabajo de grado titulado” Efectos de un Programa de Valores en el Comportamiento agresivo en los estudiantes de Séptimo Grado de Educación Básica de la U.E. Roberto González”, tuvo como finalidad determinar el efecto de un Programa de Valores en el Comportamiento Agresivo en los alumnos de Séptimo Grado de Educación básica del U.E Roberto González. El estudio fue de tipo experimental con un nivel explicativo y el modelo experimento de campo. La población estuvo conformada por alumnos del séptimo grado de la U.E. Roberto González y la muestra estuvo formada por 71 alumnos del séptimo grado de las secciones “C” y “D”.

El muestreo fue de tipo intencional, como procedimiento para la selección de la muestra, teniendo como razón de selección, el hecho que los estudiantes seleccionados manifestaban conductas agresivas demostrando comportamientos violentos verbales y físicos entre ellos. Como instrumento se aplicó una lista de cotejo con 31 ítems, el mismo fue validado por cuatro (4) expertos y la confiabilidad se obtuvo a través del coeficiente Kuder-Richardson con un valor de r= 0,93.En esta investigación se concluyó que el Programa de Valores mejoró el nivel del comportamiento agresivo de dichos estudiantes.

En el mismo sentido, Hernández (2008), en su investigación titulada Efecto de un Programa de Valores en las conductas violentas de los alumnos de tercera etapa de Educación Básica, tuvo como objetivo determinar los Efectos de un Programa de Valores en las conductas violentas de los alumnos de tercera etapa de Educación Básica de la U.E Caracciolo Parra León. La misma fue de tipo experimental. La población estuvo conformada por todos los alumnos de Educación Básica de la U.E Caracciolo Parra León. Del Municipio La Cañada de Urdaneta, Estado Zulia.

En este caso, la muestra se conformó por 76 alumnos del Séptimo Grado secciones “F” y “H”, 38 conforman el grupo experimental y 38 el grupo control. Para la selección de la muestra se escogió como proceso la muestra intencional, teniendo como punto de partida el hecho que los estudiantes presentan un alto grado de violencia en su conducta. Como instrumento se utilizó un cuestionario con 30 ítems, el cual fue validado por 5 expertos y la confiabilidad se calculó a través del Coeficiente Alfa de Cronbach r= 0,75.El resultado de este trabajo de investigación fue que luego de la aplicación del Programa de Valores, los alumnos de Tercera Etapa de Educación Básica disminuyó el nivel de conductas violentas presentes antes de iniciar el estudio.

Así, se tiene que Vázquez (2008), quien presentó su tesis titulada “Problemas más frecuentes en los estudiantes de bachillerato”, cuyo objetivo principal fue Describir los problemas más frecuentes que enfrentan los jóvenes estudiantes de bachillerato. El estudio fue de tipo descriptivo estableciendo el grado en el que se presentan cada uno de los factores. Se aplicó a una población de 952 estudiantes de la preparatoria 1 y 2 de la UADY, 448 fueron varones y 504 hembras.

La técnica de muestreo utilizada fue de tipo convencional utilizando conglomerados (grupos íntegros). La información se recolectó a través de un cuestionario diseñado por Sánchez y Valdez llamado “Explo-Teen” que aborda 23 problemas, el cual tiene una extensión de 119 ítems. Uno de los resultados obtenidos fue la necesidad de establecer estrategias que combine de manera adecuada la neutralización o disminución de los factores de riesgo en la prevención de problemas y conductas de riesgo.

Por su parte, Ramos (2010), en su investigación titulada “La agresividad de los Adolescentes de Educación Secundaria”, tuvo como objetivo principal describir el Comportamiento Agresivo entre los adolescentes de la Secundaria 3059. La investigación se realizó con un enfoque mixto por medio del estudio Etnográfico, usando la observación, diario de campo y la aplicación de una encuesta.

La población estuvo conformada por estudiantes de la Escuela Secundaria 3059 de Primer, segundo y Tercer año, que mostraron comportamientos agresivos, Personal docente y padres de familia seleccionados al azar. El instrumento aplicado fue una entrevista a Docentes que laboran en la institución, aplicación de un cuestionario a estudiantes de la escuela, observación directa de las conductas agresivas registradas en un diario de campo. Se aplicó la Escala de Agresión entre Pares para adolescentes Bulling, que evalúa el comportamiento agresivo entre adolescentes (bulling).

El instrumento de esta investigación fue validado por Nilda Cajigas de Segredo, Evelino Kohan y Mario Lizado en la facultad de Psicología de la Universidad de Uruguay. Los resultados obtenidos en este estudio permiten demostrar que los alumnos de secundaria manifiestan comportamientos agresivos de diferentes maneras, mismos que impactan en su desempeño escolar y en su entorno familiar.

En este mismo orden, Sánchez (2010), en su tesis titulada “La indisciplina en estudiantes de una Escuela de Secundaria de Valladolid, Yucatán” tuvo como propósito comprender desde la perspectiva de los actores educativos, el fenómeno de la indisciplina que presentan los estudiantes de una escuela Secundaria Publica vespertina de la Ciudad de Valladolid. Se empleó un diseño de estudio de caso. La información se recabó a través de la entrevista individual, el cuestionario demográfico, la revisión documental, notas de campo. La elección de este diseño cualitativo responde a que el estudio pretende considerar la indisciplina y la agresividad enmarcada dentro de su carácter contextual. La población fue de 20 sujetos, en este estudio fueron los siguientes actores educativos tomados en cuenta: El Director (1), Trabajadora social (1), Docentes (7), y alumnos (7).

Esto respondió a que se consideró la escuela como un conjunto de personas que conforman el caso de estudio. Colaboraron de forma voluntaria y en su elección se consideraron aspectos de representatividad de la información sobre el fenómeno estudiado y la disponibilidad para brindar los datos solicitados. Para verificar la confiabilidad de los resultados de las diferentes fuentes se triangularon los datos de los mismos comparándolos y estableciendo semejanzas y diferencias. Se encontró como resultado que para los estudiantes, la indisciplina consiste en las conductas referidas a las faltas de respeto al docente y a sus compañeros. Los directores concibieron la indisciplina como aquella conducta que no se ubica en las normas establecidas. Los profesores y personal de apoyo la contextualizaron como la falta de respeto, desorden e incumplimiento de las indicaciones del docente.

Así mismo, Caldera (2011), en su trabajo de investigación que lleva por título” Efectos de un Programa de Valores sobre la autoestima en adolescentes de Educación Media General”, tuvo como objetivo determinar el efecto de un programa de Valores sobre la Autoestima en Adolescentes de Educación Media General. La misma fue de tipo experimental explicativo de campo, con un diseño pre experimental en la forma de diseño de Preprueba-Postprueba con un solo grupo.

La población para este estudio fue de 30 adolescentes cursantes del Tercer Año de Educación Media General de la U.E.N “Nueva Bolivia”. Por estar la población representada por Treinta (30) adolescentes se toman todos los miembros para la investigación, el cual, es el tipo de muestra representativo. Dicho de otro modo, la población es igual a la muestra.

El instrumento utilizado fue un cuestionario conformado por 30 ítems. La validación del instrumento se realizó a través del juicio de tres (3) expertos. En relación a la confiabilidad el procedimiento utilizado fue el índice de Kuder Richardson (KR-20) y determino en r=0,87 de alta confiabilidad. El resultado principal de esta investigación fue que al aplicar un Programa de Valores originó un incremento en el nivel de autoestima en los adolescentes de educación Media general.

Luego de analizar los resultados de los antecedentes antes mencionados, siendo la problemática presentada la agresividad en las escuelas, se concluye que dichos trabajos de investigación guardan una relación con este estudio, debido a que los mismos plantean la necesidad de ejecutar planes y acciones en conjunto entre los miembros de la comunidad educativa donde se facilite y se oriente la práctica de una Educación en Valores desde la escuela, de igual forma estos trabajos se relacionan con la temática en estudio, ya que las mismas abordan los valores como elementos importantes en el proceso de formación de los estudiantes y de esta manera, se podrá disminuir los casos de agresión y violencia en las instituciones educativas.

Bases Teóricas de la Investigación

A continuación se presentan los postulados teóricos que dan soporte a la investigación, es decir, en este se describen los conceptos más representativos y definitorios de las variables estudiadas, valores y conductas agresivas, destacando los autores que respaldan tales concepciones, considerando que sirven para fortalecer las bases teóricas de la presente investigación.

Según Pérez (2002), los valores son un conjunto de pautas que establece la sociedad para garantizar las relaciones sociales en las personas, así mismo, son aquellas características morales en los seres humanos tales como la humildad, la piedad, el respeto, como todo lo referente al género humano. De acuerdo con Marín (1986) citado por Ramos(2000), es importante hacer frente y apreciar lo que hay de valorativo, entendiendo por valor, todo aquello que rompe con la indiferencia, lo que se prefiere, lo que se más estima, lo que se acepta como mejor que su contrario, pero que no resulta fácil a veces determinar.

En tal sentido, para Ortega y Gasset (1973), el valor moral es esencialmente una creencia humana. Lo expresa con estas palabras Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que va hacer. Pero esta decisión es imposible si el hombre no posee algunas convicciones sobre lo que son las cosas en su derredor, los hombres, él mismo. Solo en vista de ellas puede preferir una acción a otra, puede en suma, vivir.

La vida del hombre y sus actividades diarias giran en torno a valores que encierran en si muchos otros; estos grandes valores pueden ser: la bondad, la verdad, la justicia, la moralidad….ya que todas las cosas buenas caen en el campo del valor. En este sentido .Ramos (2000), explica que Scheler ha sido el gran expositor del campo axiológico, asumiendo el concepto de la persona humana desde el punto de vista de la ética. Solo el hombre es portador de valores, a diferencia del cualquier otro ser viviente del universo; así los valores tienen su realidad propia, no son la conducta del hombre, no tienen carácter cognoscitivo, son temporales, están dotados de jerarquización, y por ser el hombre la medida de todas las cosas, todos (los valores) son susceptibles de ser poseídos por él.

A continuación se presentan algunos rasgos o características de los valores: Ramos (2000), plantea que son cualidades del ser. Se sitúan en el orden ideal, en un alto rango. El hombre constituye el mundo del valor. Un hecho, una cosa, sin alguien que la valore, no es valor. El valor no es una cosa, aún cuando a distinguir las cosas y las convierta en valederas. Los valores son los que inspiran los juicios ante una situación dada. El optar por un valor no es solo un acto racional o lógico. La intuición y la afectividad tienen gran influencia en esa opción.

Los valores son perspectivas abstractas, intuiciones, visiones y no razonamientos simples. Existe en el ser un valor absoluto. Este valor es el que da sentido o relaciona todo lo demás. Los valores son relativos al tiempo, al lugar, a las costumbres. No es el ser el que funda los valores, son las vivencias las que hacen al ser, la experiencia. No existe nunca crisis de valores, sino de valoración. Los valores siempre permanecen. Los valores son históricos, ya que las personas existen en un momento dado.

Clasificación de los Valores por Rokeach (1973)

Para Rokeach (1973), los valores forman parte importante del ser humano ya que son marco referencial del comportamiento, forma de actuar y pensar, por tanto se exponen varias definiciones de valores, características y clasificación. Según el planteamiento del autor, los valores son considerados estructuras cognitivas, por medio de las cuales, las personas eligen y actúan de varias maneras, son un tipo de creencias localizadas en el centro del sistema total del hombre, acerca de cómo se debe o no comportar, en referencia a varios contextos o algún objetivo de la existencia personal, socialmente aceptable a la sociedad a la cual pertenece.

En cuanto a la etapa de pre adolescencia y adolescencia, el valor es una creencia permanente de un modo de conducta particular o un estado de existencia personal y socialmente preferible. Durante la adolescencia se presentan conflictos de valores; un adolescente puede encontrarse presionado para elegir entre opciones conflictivas. Estos conflictos son más frecuentes aun cuando se presentan o existen diferencias entre sus padres y el núcleo familiar. En consecuencia, tomando en cuenta los postulados de Rokeach en relación a los valores, se hace necesario determinar que en lo adelante esta investigación se sustenta en lo planteado por el autor, debido a su visión humana y social del hombre que actúa y piensa.

Según Rokeack (1973), en relación a la escala de valores, elaboró un cuestionario que incluye 18 valores terminales, los clasificó en dos tipos, hacia el yo los personales y los sociales con foco interpersonal, son aquellos a lo que aspira el individuo para sí mismo con el propósito de beneficiarse con la sociedad. Los valores interpersonales se relacionan con la conducta, los clasificó de dos tipos: los morales con un foco interpersonal y los valores de competencia con un foco intrapersonal. Los morales que guían al individuo a comportarse de forma lógica, inteligente, creando así la disposición de un comportamiento competente, por esta razón, son intrapersonales.

Las personas pueden realizar variaciones en una u otra dirección en los valores finales dependiendo de la prioridad que ellos prefieran colocar los personales y sociales. Los dos tipos de valores representan dos sistemas de continua relación de modo que los que tengan que ver con los modos de conducta son instrumentales para el logro de los terminales, aunque esto no implica que uno corresponda otro. En función de los valores de Rokeach (1973), los terminales son: Felicidad, auto respeto, tiempo libre, salvación, seguridad familiar, satisfacción con la tarea realizada, una vida confortable, amistad verdadera, armonía interna, madurez, un mundo de paz, igualdad, reconocimiento social, amor maduro, seguridad nacional, un mundo de belleza, libertad, una vida excitante.

En cuanto a los valores instrumentales para Rokeach (1973), son: Valiente, educado, intelectual, honrado, obediente, lógico, imaginativo, capaz, alegre, auto controlado, capaz de perdonar, capaz de amar, responsable, independiente, limpio, ambicioso, liberal, servicial. Para la presente investigación se asumen los siguientes valores según la escala de Rokeach (1973):

Valores Terminales

Rokeach (1973), presenta descriptivamente los valores terminales que a continuación se exponen: Amistad: Define la Amistad verdadera como un afecto personal, desinteresado, reciproco, donde debe haber sinceridad y generosidad. La amistad sincera necesariamente ha de ser reciproca se debe saber recibir y al mismo tiempo estar preparados para dar. El valor de la verdadera amistad alegra nuestra existencia, con un trato amable y buena comunicación con los demás, esto favorece la generosidad, el respeto, sinceridad, la cortesía, preocupación por los problemas de las personas, en momentos de alegría, tristeza, triunfo y fracaso.

Reconocimiento social: La define como respeto, admiración, miramiento que se debe a una persona, es el sentimiento que lleva a reconocer los derechos y la dignidad de otro. Se basa en el respeto como base de la convivencia social, las personas que pertenecen a una familia, escuela, comunidad deben basar su convivencia en el respeto. Respetar es aceptar las diferencias, las opiniones de otros, estar atento. El respeto a los demás es la primera condición para saber vivir y para la base de una auténtica convivencia en paz.

Un mundo de Paz: Es aquel libre de guerra y conflictos, también por lo tanto, libre de violencia y agresividad, vivir en armonía, una positiva actitud para que el ser humano haga un esfuerzo para lograr la convivencia en todo ámbito social de vida. La paz no solo significa ausencia de guerra, sino la desaparición de todo tipo de violencia en la vida cotidiana de las personas, la paz es vivir en armonía con las personas, en la comunidad, en la escuela, familia, amigos. La paz es el resultado de la convivencia sana llena de tolerancia y fraternidad entre las personas.

Igualdad: Es hermandad, oportunidades para todos en todas las áreas de la vida, respetando la opinión e ideas de cada uno. Si bien es cierto, la igualdad va acompañada de solidaridad, la tolerancia, el amor, el respeto, la justicia, equidad; estos valores forman al ser humano para vivir armónicamente con las personas. Así mismo, Ramos (2002), plantea la “igualdad exige respetar la verdad de cada uno, su propia verdad, para que en igualdad de condiciones, sepan respetar la propia” (p.139). Sin duda, la igualdad es cuando todas las personas tienen el mismo derecho de oportunidades sin discriminación de opiniones, edad, origen, religión, las capacidades. Igualmente, el mismo autor plantea educar en el valor de la igualdad es dar un paso hacia delante en el ámbito de una verdadera convivencia.

Madurez: Es una comprensión profunda de la vida. Las personas deben saber tomar decisiones y aceptar de buena manera si se comete un error, ser responsable y congruente. Si bien es cierto, la madurez tiene que ver con la toma de decisiones, las personas asertivas, responsables, congruentes, tienen una visión de vida futura, tienen una meta clara, concreta, para alcanzar sus objetivos propuestos.

Valores Instrumentales

Por otra parte es de gran importancia para esta investigación presentar los valores según Rokeach (1973): Capaz: Ser capaz, es tener competencia, habilidad para realizar algunas actividades y este valor puede llegar a determinar el éxito. Siguiendo con el razonamiento anterior tiene que ver con la capacidad o disposición de alcanzar el cumplimiento de un ideal. Esto significa ser dinámico, optimista, perseverante para lograr los objetivos. En este sentido, la disposición que tienen las personas en alcanzar un ideal autentico de vida es que su actitud se inspira en el amor a su verdad, a sentirse a gusto con lo que piensa, siente y actúa. Igualmente este valor determina el éxito; lleva a alcanzar una meta.

Lógico: Es una persona consciente y racional, es una disposición natural para razonar de manera coherente y muy acertada y lo que puede expresar sin complicaciones. Lógico es la disposición natural para razonar con acierto, una persona actúa con lógica cuando es coherente con sus ideas; es decir, sabe lo que quiere expresar. Asimismo le permite comunicarse de manera consciente, siempre tiene una respuesta sin complicaciones, y al mismo tiempo entiende con claridad las inquietudes de los demás, por ello, se dice que es un proceso racional.

Educado: Es una persona de buenas costumbres, correcto, sencillo, delicado, mostrando respeto por los demás, es capaz de oír y luego pedir la palabra para opinar. De comportamiento cortes, asumiendo con una actitud reflexiva y asumiendo las dificultades buscando dar soluciones manteniendo siempre una imagen personal. Ser educado permite mostrar el respeto que se tiene por los demás, expresar amabilidad y cortesía hacia otros; esto deriva a la formación de pautas morales y las actitudes de las personas. La formación de un estudiante que sea capaz de oír de manera atenta y cuidadosa las opiniones de los demás, asegurándose un comportamiento cortes, respetuoso, esmerado y ejemplar asumiendo las dificultades con actitud, procurando las mejores soluciones y con ello, pueda contribuir al prestigio e imagen personal.

Servicial: Es estar trabajando al servicio de los demás, trabajar para el bien ajeno. Capacidad para entregarse y dar bien y esperar recibir nada a cambio, además implica ser generoso. El valor servicial es la capacidad de entregarse sin esperar nada a cambio, que busca el bien del otro entendiéndolo como parte fundamental del convivir. Es un valor que implica espíritu de cooperación en forma esplendida, reconociendo los buenos sentimientos de las otras personas; este valor convierte a las personas buenas y auténtica.

Pérez (2002), expresa que la Educación es la suprema contribución al futuro del mundo actual, puesto que tiene que contribuir a la violencia, la intolerancia, la pobreza, el egoísmo y la ignorancia. Una población bien educada e informada es crucial si se quiere tener democracias propias y comunidades fuertes. La educación es el pasaporte a un mañana mejor.

Según Ortega (2001), hablar de educación en valores ya no constituye novedad alguna, forma parte de la conciencia de una sociedad que reclama una sociedad distinta, y tenga como horizonte la formación de la persona en la totalidad de sus dimensiones. Como siempre la demanda social ha precedido a las iniciativas de la administración educativa. No es suficiente con amueblar la cabeza de nuestros alumnos con los conocimientos que nuestros mayores nos han legado, ni tampoco equiparlos con las competencias necesarias para el ejercicio de una profesión.

La incorporación a la sociedad exige otros aprendizajes que, hasta hace poco, eran olvidados o infravalorados, y que también tolerancia, la participación social, el respeto al medio natural y urbano, la solidaridad, la defensa de la justicia, resulta indispensable para una convivencia digna del hombre. La educación en valores empieza a traducirse en propuestas educativas concretas.

Martínez (1998), citado por Ortega y Gasset (2001), manifiesta que si hasta ahora el objetivo prioritario del profesorado, presionados por las metas estrictamente académicas, era la formación de personas competentes para el ejercicio de una determinada profesión o introducirlos en los estudios superiores, ahora se insiste en el aprendizaje de otras competencias que haga de los educandos personas capaces de integrarse en la sociedad y participar en ella para transformarla, desde el respeto a todas las opciones legitimas en una sociedad democrática. Y ello comporta una competencia pedagógica, o lo que es lo mismo enseñar con estrategias que permitan el desarrollo de:

La empatía y habilidades de comunicación que favorezcan ponerse en el lugar del otro. El juicio moral, a través de la discusión moral. El sentido crítico para evaluar la realidad del entorno, juzgarla y transformarla. Actitudes de diálogo, tolerancia y respeto a las ideas y modos de vida legítimos en una sociedad democrática. Actitudes de comprensión, aceptación y acogida del otro, cualquiera que sea su lengua, cultura, etnia o religión. Capacidad de asumir, desde la compasión, la causa del débil, del necesitado, o menesteroso.

Gil Cantero (1997), citado por Ortega (2001), el profesorado necesita recuperar su papel protagonista en el ejercicio de su tarea educadora, construirse una sólida voz con autoridad moral para advertir y criticar las equivocaciones políticas, sociales y familiares que dificultan e impiden la educación de las nuevas generaciones. Tratando de profundizar Pérez (2002), considera que la escuela y la familia están condenadas no solo a entenderse, sino a cooperar estrechamente. No es posible que en la escuela se busquen y se pretendan unos valores que no son compartidos o vividos en casa. La escuela y la familia deben compartir valores. Un cambio social requiere que todos los involucrados en el proceso educativo entiendan que la familia, la escuela, la comunidad tienen la responsabilidad de la construcción colectiva de formas de vida cada vez más humanos.

En el mismo sentido Ortega y Gasset (2001), asume que hace solo unas décadas se confiaba en el poder configurador del sistema educativo formal capaz de ofrecer experiencias suficientes para hacer posible en los educandos la apropiación de los valores y el desarrollo de una personalidad integrada. Hoy tal espejismo ha saltado por los aires. Ambas instituciones, familia y escuelas, se entienden como necesariamente complementarias para garantizar la adaptación escolar del niño. Gimeno (1999), citado por Ortega y Gasset (2001), en este sentido plantean más que un obstáculo para el desarrollo individual, la familia sigue siendo una realidad y un proyecto en el que se continua creyendo, en el que se invierten la mayor parte de las energías personales, y del que se espera que sea la fuente principal de nuestra satisfacción individual.

Se observa claramente, que desde el desenvolvimiento del individuo hasta el funcionamiento de una sociedad, existe una fuerte influencia de los valores humanos. El sistema de valores, es la clave para la comprensión de multiplicidad de acontecimientos a nivel social, y en ellos radica la importancia de los mismos, su relevancia exige la correspondiente educación, adquisición y práctica, para alcanzar la mejoría anhelada por muchos en relación a la calidad de vida del ser humano.

Agresividad

Desde el punto de vista etimológico, la palabra agresividad deriva del latín aggredior, que significa ir o acometer contra otro. Hace referencia al comportamiento humano propenso a faltar al respeto, a ofender o a provocar a los demás. En este sentido, Buss y Perry (1992), citados por Castrillon, Ortiz y Vieco(2004), definen la agresividad como daño, como una respuesta que da estímulos agresivos a otro organismos. Puede expresarse de diversas maneras, dependiendo de la clase social y de la cultura a la cual se pertenezca. Puede expresarse en forma física, con lo que se puede llegar a herir o incluso matar a otro ser humano. Puede expresarse también en forma indirecta mas velada, a través de bromas verbales, sarcasmos, apodos, humillaciones o comentarios mal intencionados (agresividad verbal).

La agresividad según Baron (2005), es una conducta que tiene como meta dañar a otro ser viviente, que está motivado a evitar ese tipo de tratamiento. Los psicólogos sociales distinguen esta conducta segura, enérgica y empeñosa del comportamiento que lastima, daña o destruye. En el primer caso es la asertividad; en el segundo caso, agresividad. En el mismo sentido Myers (2005), denomina la agresión como un comportamiento físico o verbal dirigido a lastimar a alguien. Así mismo Bandura (1987), plantea que la agresividad es una conducta manifestada en el individuo de manera verbal y no verbal, aprendida por medio de la observación.

Según Bandura (1980), la agresividad es una conducta aprendida de personas adultas, sobretodo de nuestros padres, el proceso de asimilación es mediante la observación. Cuando una conducta es adquirida por medio de la imitación, las consecuencias de ejecutar la conducta puede ser establecida o debilitada. Uno de los factores que influyen en la emoción de las conductas agresivas a juicio del teórico es el factor sociocultural del individuo. Uno de los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño es la familia. Dentro de los mismos, además de los modales y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva, el tipo de disciplina al que se somete. Se ha demostrado que tanto un padre poco exigente, como uno con actitudes hostiles que desaprueba constantemente al niño fomentan el comportamiento agresivo de los mismos en diferentes situaciones.

La agresividad es presentada por Cecodap, (2004) como un comportamiento ofuscado, asumido por los estudiantes y se manifiesta de manera verbal, psicológica, moral ò física, a través de insultos, palabras obscenas, burlas, gestos, amenazas, hurtos, golpes, etc.., en contra de las demás personas o bienes. La agresividad puede manifestarse en cada uno de los niveles que integran al individuo: físico y verbal. Se puede presentar en el nivel físico, como lucha con manifestaciones corporales explicitas. En el nivel verbal puede presentarse a través de la expresión facial y los gestos o a través del cambio del tono y volumen en el lenguaje, en la voz.

En los seres humanos los psicólogos designan dos formas de agresividad. Myers (2005), señala a estas dos formas de las siguientes maneras: Agresividad Hostil: surge de la ira y su meta es dañar, provocada por el enojo y que se ejecuta con un fin en sí misma (también llamada afectiva).Agresividad Instrumental: pretende solo como medio para conseguir algún otro fin.

En este mismo sentido, Geen (1990), citado por Franzoi (2007), define la Agresividad instrumental como el uso intencional de la conducta dañina para alcanzar otra meta, y la Agresividad hostil es desencadenada por el enojo y la meta de la conducta intencionalmente dañina, es simplemente causar daño o la muerte a la víctima. Al pensar en la agresión instrumental y hostil, es importante recordar en que difieren. La agresión instrumental está motivada por la anticipación de recompensas o por la evitación del castigo. En este sentido, puede pensarse que es relativamente deliberada y racional.

Por otro lado, la agresión hostil no está en realidad motivada por la anticipación de recompensas o la evitación del castigo aunque esas pueden ser en última instancia las consecuencias del acto agresivo. En lugar de ello este tipo de agresión es a menudo impulsiva e irracional. Existe una meta, pero esta es simplemente el deseo de causar daño a la víctima.

Conducta Agresiva Verbal

La agresión verbal son todos aquellos actos en los que una persona lastime moralmente a otra por medio de agresiones, tales como gritos, desprecios, insultos, mentiras, comentarios sarcásticos y burlas que exponen a la víctima en público. Es mucho más imperceptible, pero tremendamente perjudicial. En este tipo de violencia, entran los comentarios degradantes, insultos, observaciones humillantes sobre la falta de atracción física, la inferioridad o la incompetencia, gritos, insultos, acusaciones, burlas y gestos humillantes, según lo expone Fernández (2003).

La violencia verbal consiste en una comunicación agresiva donde se expresa lo que se siente, lo que se quiere, lo que se piensa a costa de los derechos y sentimientos de los demás, teniendo a humillar y a atacar cuando no puede salirse con la suya, fomentando la culpa y el resentimiento en los otros, no desarrollándose la negociación ni el dialogo en el proceso comunicativo. Al respecto, Weisinger (1996), señala es más imperceptible que la violencia física, pero con efectos incluso más grave para la psiquis de quienes lo sufren, la violencia verbal suele no tomarse en cuenta porque pocos saben cuándo están siendo víctimas o victimarios

Conducta Agresiva Física

La agresión física son actos de agresión intencional en la que se utiliza cualquier parte del cuerpo, algún objeto, arma o sustancia, con la finalidad de sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física de otra persona, generalmente más débil, encaminado a su sometimiento y control. Incluye los empujones, bofetadas, puñetazos, puntapiés, Martínez (2008), plantea que este tipo de violencia muchas veces deja cicatrices, enfermedades que duran toda la vida, lesiones leve y/o severas incluso puede causar la muerte.

Buss y Perry (1992), citado por Castrillon et al, (2004), mencionan la agresividad física o verbal. La agresión física es un ataque contra un organismo perpetuado con la intención de atacar con golpes a las personas por la parte del cuerpo o por el uso de las armas, con el fin de eliminar una barrera y por ende la eliminación de un estimulo nocivo y el dolor o daño causado que se provoca a otro. La agresión verbal es una respuesta vocal de descarga de estímulos negativos, de bromas, sarcasmos, apodos, humillaciones o comentarios mal intencionados.

Ira

En otro marco conceptual, Spielberger y Moscoso (1996), infieren que los conceptos de ira, hostilidad y agresión pueden ser utilizados indistintamente, donde la ira se considera como un estado mental o sentimiento que genera daños materiales o físicos, y la agresión que implica una conducta primitiva o destructiva hacia personas u objetos. Así mismo, Wesinger (1996), define la ira como un sustantivo que significa una sensación de disgusto debido a un agravio, malos tratos u oposición, y que normalmente, se evidencia en un deseo de combatir la posible causa de ese sentimiento, para el autor se puede definir además como una emoción, una sensación, un comunicador y una causa y además puede darse de forma intensa o baja. El individuo presenta un comportamiento de estar enojado, irritable, malhumorado y de discutir frecuentemente.

En este mismo sentido, según lo establecido por Wesinger (1996), la ira es una reacción cognitiva emocional fisiológica ante situaciones percibidas por el individuo, intrusiones en el terreno personal y/o frustraciones de la conducta dirigidas hacia un fin en los que los procesos cognitivos distorsionan la realidad y generan más ira. Los individuos tienden a ser activos y desafiantes, culpan y externalizan, toman decisiones rápidas y actúan con base en ellos (impulsividad) y son verbalmente discutidores, mordaces e intimidatorios.

Con relación a esto, Guillen (2003), expresa que la ira es un estado emocional que varía en intensidad, de la irritación leve a la furia intensa, está acompañada de cambios fisiológicos y biológicos. Cuando una persona se enfada, su ritmo cardiaco y la presión arterial aumentan, al igual que los niveles de las hormonas adrenalina y noradrenalina. En una explosión de ira los individuos reaccionan ante situaciones de fracaso, injusticia, percibidas de forma repentina.

Son numerosas las consecuencias generadas por las expresiones de ira, una de las más frecuentes es el daño que causa a las relaciones interpersonales con las personas más cercanas como padres, hijos, hermanos, amigos del área académica y laboral, otra de las consecuencias es que bloquea a la persona y limita su capacidad para tomar decisiones o realizar un buen trabajo. Por último, la ira fomenta ira y puede provocar respuestas agresivas, con agravios en gran medida de una situación, llevando a la persona a perder el control.

Hostilidad

Weisinger (1996), plantea que la hostilidad está conformada por creencias, expectativas y actitudes duraderas y estables sobre la naturaleza humana y las causas principales se encuentran en el cinismo y las atribuciones hostiles, pensamientos acerca de que las demás personas son mezquinos, egoístas, deshonestas, antisociales e inmorales, con lo que para estas personas con hostilidad el resto de las personas constituyen una fuerte amenaza percibiéndolos como antagónicos y amenazantes. Otras creencias serian el considerar que todo lo que uno hace, piensa y dice es correcto, que los recursos disponibles son escasos y finitos y que hay que luchar con los demás para poder cubrir las necesidades. Además suelen aparecer expectativas negativas como desconfianza o sospecha y una actitud negativa caracterizada por enemistad, negativismo y resentimiento.

Al respecto del contenido temático que se analiza, Martínez (2008), afirma que la hostilidad es una conducta frecuente entre los adolescentes en general, y la define como muestras de agitación y agresividad donde incluso suele utilizarse la sujeción mecánica para prevenir daños mayores, pero, y en una situación más conflictiva recomienda igualmente las comunicativas para mejorar el nivel de agresión en tales sujetos. El autor manifiesta que, cuando el adolescente presenta situaciones aversivas, debe investigarse a cuales aspectos de su vida personal se está conformando que le ocasiona tal sentimiento de hostilidad, que procesos de pensamiento maneja, mas las causas de comportarse de manera agresiva en su vida cotidiana.

Para Wesinger ( 1988), la hostilidad generalmente se refiere a un sentimiento y no a una emoción, es decir, las personas se sienten hostiles hacia otras personas cuando hay una predisposición a enojarse con alguien, tanto si una acción ofensiva es provocadora, como si no lo es pero es interpretada como provocadora. La persona siempre siente esa hostilidad especifica hacia alguien o hacia algo, pero solo se enoja o siente ira (esta sería la emoción) cundo él decide sentirla.

En la perspectiva de estos autores, el enojo esta asimilado con la ira, la cual puede aparecer como resultado de una ofensa humillante hacia la persona o contra sus seres queridos. Las situaciones que lo producen pueden ser diversas; en ellas pueden existir ataques fuertes y directos (un comentario ofensivo, un insulto, una crítica destructiva, una acción física amenazadora, entre otros) o ataques sutiles, moderados o ambiguos (provocaciones sutiles ambiguas). También marcan la diferencia entre la ira y la agresividad tomando en cuenta que cuando se está irascible o enojo hay un impulso de atacar con mayor fuerza y a veces es difícil de controlar, lo que ya seria agresividad.

Bandura (1997), citado por Myers (2005), propuso una teoría del aprendizaje social de la agresión. Cree que se aprende la agresión no solo por experimentar sus beneficios, sino también al observar a otros. Como la gran mayoría de las conductas sociales, aprendemos la agresión al mirar a otros y tomar nota de las consecuencias. Bandura (1987), cree que la vida nos expone a modelos de agresividad en la familia en la familia en la cultura.

Familia.: Los niños que practican la agresividad física suelen ser hijos de padres punitivos que al disciplinarlos ejemplifican la agresión con gritos, bofetadas y golpes. Bandura y Walters (1973), citado por Myers (2005), estos padres tuvieron a su vez padres que le aplicaban castigos físicos. En este orden de ideas Kaufman y Zigler (1987), citado por Myers(2005) aunque pocos niños abusados se convierten en delincuentes o en padres golpeadores, alcanzar a ser 30 por ciento los que abusan de sus propios hijos, cuatro veces más de la población en general. Myers, 2005 la violencia a menudo engendra violencia. Cultura: En cuanto a esto Bandura, (1987) El ambiente social fuera del hogar también ofrece modelos.

Otro factor influyente en la agresividad de los hijos, es la incongruencia en el comportamiento de los padres. Se da cuando los padres desaprueban la agresión castigándola con su propia agresión, física o amenazante hacia el niño. Así mismo, se da incongruencia cuando una misma conducta una vez es castigada y otras ignorada, o bien, cuando el padre regaña al niño pero la madre no lo hace, tales situaciones fomentan el deterioro de las relaciones entre los propios padres, provocan tensiones que pueden inducir al niño a comportarse de manera agresiva.

Dentro del factor sociocultural influirá el tipo de barrio donde se viva, como las expresiones que comenten la agresividad “no seas cobarde”, finalmente cabe mencionar también el déficit en habilidades sociales necesarias para afrontar las situaciones que nos resulten frustrantes. Parece que la ausencia de estrategias verbales para afrontar el estrés a menudo conduce a la agresión.

Bandura (1980), plantea que cuando: Se trata la conducta agresiva de un niño en psicoterapia es muy importante que haya una fuerte relación con todos los adultos que conforman el ambiente del niño, se debe incidir en ese ambiente para cambiar la conducta. Evidentemente el objetivo final es siempre reducir o eliminar la conducta agresiva en todas las situaciones que se produzca, pero para lograrlo es necesario que el niño aprenda otro tipo de conducta alternativa a la agresión. (p 148).

Con esto, se quiere explicar que el tratamiento tendrá siempre tres objetivos a alcanzar. Por un lado, la eliminación de la conducta agresiva. Por otro lado, la potenciación junto con el aprendizaje de la conducta asertiva o socialmente hábil. Tercero es la opinión de la investigadora a intervenir en la familia. Como escenario primario de aprendizaje de conductas agresivas. El niño o la niña puede ser un fiel reflejo, y generalmente lo es de la estructura y dinámica familiar. Son varios los procedimientos que pueden ser utilizados para trabajar los objetivos mencionados.

Cuál o cuáles elegir para aplicar en un caso concreto, dependerá del resultado de la evaluación, que se la haya efectuado al niño o a la niña que presenta la agresividad. Algo que se puede hacer en el caso de un niño o una niña que se ha evaluado, y que mantiene la conducta agresiva por los reforzadores, porque si sus conductas no se refuerzan terminará aprendiendo que su conducta agresiva ya no tiene éxito y dejará de hacerlas. Este método se llama extinción y puede combinarse con otros como por ejemplo, el reforzamiento positivo de conductas adaptativas.

De la misma forma, otro método según Bandura (1980), si la conducta agresiva acarrea consecuencias dolorosas a personas, no se debe actuar nunca con la indiferencia por cuanto, el niño o la niña puede llegar a suponer que con la indiferencia se le están aprobando los actos agresivos. Existen así mismo, procedimientos de castigo como suspenderle actividades recreativas, culturales o deportivas. Esto requiere ser manejado con prudencia y la fuerza del castigo se corresponde con la magnitud de la conducta agresiva manifestada, con la edad y características de la personalidad del o la menor. El castigo físico no es aconsejable en ninguno de los casos porque sus efectos son generalmente negativos, es decir, se utiliza la agresividad para corregir la agresividad.

Sistema de Hipótesis

Si se aplica un Programa de Valores a los estudiantes de Media General, entonces la Agresividad disminuirá.

Cuadro No. 1

Mapa de Variables

Variable Dependiente Indicadores Ítems

Agresividad

Conducta Verbal 7, 12, 14

Conducta Física 1, 2, 3, 4, 6, 19

Hostilidad 8, 9, 10, 11, 16, 17

Ira 5, 13, 15

Fuentes: Buss y Perry (1992)

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