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Narcisismo En Freud Y Lacan


Enviado por   •  27 de Mayo de 2015  •  2.653 Palabras (11 Páginas)  •  540 Visitas

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1) A partir del texto “Introducción del Narcisismo” a que hace referencia con el termino narcisismo.

1) El término narcisismo es introducido al campo de la psiquiatría por P. Näcke en 1899. Dicho autor lo vincula con el tipo de perversión sexual en la cual “... un individuo da a su cuerpo propio un trato parecido al que daría al cuerpo de un objeto sexual...” (Freud). Sin embargo, Freud no se limita a una visión estrictamente patológica sino que, desde una perspectiva siempre atenta al desarrollo sexual infantil, propone la utilización del término en referencia a un estadio normal en el desarrollo de la libido.

En palabras de Freud “El narcisismo, en este sentido, no sería una perversión, sino el complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de autoconservación, de la que justificadamente se atribuye una dosis todo ser vivo” O sea que el narcisismo estaría íntimamente ligado a las pulsiones yoicas o de autoconservación, las cuales serían lo opuesto a la libido de objeto o pulsiones sexuales. Partiendo de este dualismo Freud plantea, a nivel del desarrollo de la libido, un primer momento que denomina narcisismo primario del niño, en el cual no hay un yo constituido y predomina el autoerotismo. Progresivamente las pulsiones sexuales comienzan a diferenciarse de este estado primario, aunque apuntaladas al principio en la satisfacción de pulsiones yoicas. Surgirán entonces las primeras elecciones de objeto, que ya marcan un distanciamiento con esa indiferenciación primaria. La elección de objeto se realizará en forma dual: puede ser anaclítica, lo cual implica a la madre como objeto sexual, o puede ser una elección del tipo narcisista, de su propia persona, y que sería la elección predominante en los homosexuales (recordemos que ambas elecciones se realizan en todo individuo, aunque el predominio de una o de otra determinará la constitución sexual posterior)

2) Defina Libido.

2) Libido: Energía postulada por Freud como substrato de las transformaciones de la pulsión sexual en cuanto al objeto (desplazamiento de las catexis), en cuanto al fin (por ejemplo, sublimación) y en cuanto a la fuente de la excitación sexual (diversidad de las zonas erógenas).

Desde la óptica freudiana (del psicoanálisis clásico), libido es el afecto que se encuentra ligado a determinada pulsión: en el primer marco teórico que regía hasta 1914, la energía de las pulsiones sexuales; después de 1915, pero aún en el marco de la -primera tópica- (hasta 1920), es la energía tanto de las pulsiones sexuales como de las pulsiones yoicas; y en el tercer marco teórico (la segunda tópica, a partir de 1920), este término es transformado en Eros. Si bien los trabajos iniciales de Freud la definieron desde un punto de vista únicamente sexual, sus últimas obras reconsideraron este concepto y lo ampliaron, aplicándolo no sólo a ese ámbito, sino también a la energía productiva y vital de todo ser humano.

3) Defina Auto erógeno.

3) Autoerógeno: Etimológicamente proviene de auto- (ααὐτος) por sí mismo, y Erógeno (Eros- (Ἔρως) amor, Geno (γεν) linaje) que significa `que causa excitación sexual´. El significado de esta palaba guardaría relación con la auto-producción de una excitación sexual. Si bien en los textos no encontré ninguna referencia a la palabra auto-erógeno, trate de inferir su significado en base a una diferenciación con el concepto de auto-erotismo.

El erotismo hace raíz en una sexualidad nacida de lo pulsional, del placer-displacer y del deseo, sexualidad infantil perverso polimorfa en la que advertimos la marca indeleble que le imprimen las fuerzas pulsionales que imperan en el psiquismo ya sea desde la óptica del primer dualismo en el que se enfrentan pulsiones sexuales contra pulsiones de autoconservación, o bien, desde la perspectiva del segundo dualismo encarnado en las llamadas pulsiones de vida o Eros contra pulsiones de muerte o Thanatos, y que darán lugar a una concepción de sujeto constituido a partir del conflicto.

Eros como sabemos, remite al amor en su significación, sin embargo, Freud ha planteado que tanto el amor como el odio están reservados a la relación del yo total con sus objetos destacando que los objetos que sirven para la conservación del yo pertenecen al orden de la necesidad, no se los ama (en su texto sobre los destinos de pulsión). La tendencia de la pulsión sexual, que no es otra que la satisfacción en la descarga mediante un objeto, no implica la salvaguarda de éste, antes bien, su destrucción tendría que ser lo más cercano a la realización de la meta. El odio por otra parte, proviene de la lucha del yo por conservarse y afirmarse, brota de la repulsa primordial que el yo narcisista opone al mundo exterior prodigador de estímulos.

En el segundo dualismo, Eros será la entidad teórica que englobe a todas las pulsiones antes descritas que no pertenecen a las pulsiones de destrucción comprendidas como inmanentes a la pulsión de muerte. Su atribución fundamental es la ligazón, la unificación, la conservación. Se estaría imprimiendo entonces una distinción entre la pulsión sexual, misma que implica a lo erógeno y la concepción de pulsión de vida que estaría más del lado de lo erótico. Con esta diferencia entre lo erógeno y lo erótico, apunto también, al hecho de que lo erótico correspondería ya a una significación marcada por el lenguaje, al amor como su cualificación y como principio y en esta dirección, a la relación del Yo con sus objetos y no a lo meramente sensorial o fantasmatico que especifica lo erógeno.

Según el Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche J. y Pontalis J. Autoerotico supone 2 posturas:

A) En sentido amplio, cualidad de un comportamiento sexual en el cual el sujeto obtiene satisfacción recurriendo únicamente a su propio cuerpo, sin objeto exterior: en este sentido se habla de la masturbación como de un comportamiento autoerótico.

B) Más específicamente, cualidad de un comportamiento sexual infantil precoz mediante el cual una pulsión parcial, ligada al funcionamiento de un órgano o a la excitación de una zona erógena, encuentra su satisfacción en el mismo lugar, es decir:

1. Sin recurrir a un objeto exterior;

2. Sin referencia a una imagen unificada del cuerpo, a un primer esbozo del yo, como el que caracteriza el narcisismo.

Por consiguiente, si puede decirse que el autoerotismo carece de objeto, no es porque aparezca antes de toda relación con un objeto, ni tampoco porque, con su aparición, deja de estar presente todo objeto en la búsqueda

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