Nido Vacio

Nido vacío

Erikson fue un famoso psicólogo que se dedicó a estudiar el desarrollo humano y las distintas etapas que en él se suceden, para este autor el desarrollo humano consiste en una sucesiva resolución de conflictos entre la persona y su ambiente, conflictos que se nos presentan ya desde el inicio de la vida, y que cada uno de nosotros deberá resolver, al menos parcialmente, antes de que pueda avanzar a una etapa siguiente.

Tal vez la palabra conflicto suene un poco agresiva o negativa, pensando sobre todo en que estos aparecen desde el principio de la vida, sin embargo esta palabra en este contexto es sinónimo de crisis y evidentemente a lo largo de la vida, como cada uno de nosotros pudo haberlo experimentado ya, pasamos o atravesamos por distintas crisis que nos obligan a realizar un paréntesis antes de seguir avanzando.

Bueno, pero, pero ¿qué significa la palabra crisis?

Primero es importante decir que la palabra crisis no implica una catástrofe ni tiene el significado peyorativo que habitualmente se le otorga. La palabra crisis proviene del latín y su significado en esta lengua es discernir, separar lo valioso de aquello que no es valioso, por lo tanto crisis se puede entender como un momento de decisión.

La palabra crisis también se puede encontrar en el idioma griego en cuya lengua simboliza el cambio importante que sobreviene en una enfermedad, para mejoría o empeoramiento.

Por su parte en el lenguaje chino crisis puede significar al mismo tiempo peligro y oportunidad.

Pareciera ser entonces que una crisis no es más que parte ineludible de la vida y hasta donde sabemos nadie nos ha dicho que la vida sería fácil, pero también es cierto que por difícil que parezca a veces siempre y en todo momento se abre un nuevo camino que está esperando para que nos atrevamos a cruzar por él.

Se desprende entonces, de lo hasta aquí dicho, que una crisis es un momento de decisión, que otorga a la persona de desarrollar la personalidad, pero, simultáneamente, es un tipo de riesgo y vulnerabilidad. Si miramos a través de un recorrido histórico nos damos cuenta de que siempre ha habido una crisis, la vida pareciera ser así, con movimientos de tensión- resolución, día-noche, con cambios radicales de pensamientos, de organización social, de conceptos elementales para poder comunicarse, entre otros.

A lo largo de todo nuestro desarrollo vamos pasando por ciertas etapas y cuando pasamos de una etapa a la siguiente se puede apreciar la necesidad de hacer cambios y ajustes que nos permitan poder enfrentarnos de mejor manera al mundo, lo que en psicología se llama mecanismos defensivos y que consisten básicamente en maneras, formas o mecanismos que utilizamos frente a la angustia o algún conflicto, cualquiera sea su origen… es la manera en que reaccionamos ante algo nuevo o desconocido.

La crisis entonces no es algo que se asuma pasivamente , sino que es una situación que necesita ser asumida como propia… ejemplo de los adolescentes probando identidades… los pokemones, músicos, futbolistas, algunos fuman un par de veces y luego no fman nunca más etc etc…

La resolución de una crisis conducen a una mayor madurez (madurez no significa solamente convertirse en adulto, tampoco tiene que ver con nuestro aspecto físico, sino que tiene que ver sobre todo con nuestra forma de pensar, es así como decimos que pueden haber adultos inmaduros o por el contrario niños que nos sorprenden por su madurez. Por otra parte la madurez es un término dinámico, es decir que está en constante movimiento, por tanto no se agota ni llega a un estado de termino en que ya no podeos seguir madurando, de modo que a lo largo de toda nuestra vida podemos seguir madurando hasta el último día de ella y no debemos conformarnos entonces con la excusa de que yo soy así y no voy a poder cambiar nunca), bueno decía que la resolución de una crsis conduce a una mayor madurez y bienestar, permitiendo de este modo enfrentar de manera más adecuada las exigencias del nuevo periodo. Acontece por ejemplo cuando se tiene que modificar el estilo de la paternidad o maternalidad porque un hijo se ha casado… entonces avances en el desarrollo y con ello contar con nuevos recursos adaptativos. Sin embargo si estos cambios no se producen, cualquiera sea el motivo, será mucho más difícil resolver o enfrentarse a los nuevos problemas vitales, esto traerá como consecuencia que los conflictos se incrementen, al tiempo que, por lo mismo, aumenta la probabilidad de que aparezcan en las personas ciertos síntomas (dolor de cabeza, angustia, tristeza, irritabilidad)… síntomas que podrían llegar a configurar algún problema emocional de mayor gravedad.

Crisis de la mitad de la vida:

La crisis de la mitad de la vida ocurre en algún momento entre los 40 y los 50 años aproximadamente. En el libro la divina comedia de Dante nos encontramos con el siguiente párrafo:

“en la mitad del viaje de nuestra vida me encontré en una selva oscura, por haberme apartado del camino recto. Ah cuán penoso me sería decir lo salvaje, áspera y espesa que era esta selva, cuyo recuerdo renueva mi temor, temor tan triste, que la muerte no lo es tanto”.

Bueno lo que nos viene a decir este texto es que por lo general en la mitad de la vida puede suceder que por diversos eventos nos sintamos perdidos, confundidos o desorientados en nuestro camino y ante esta sensación de vacío aparece entonces un miedo o temor y también una sentida tristeza.

Pues bien, esta crisis de la mitad de la vida tiene que ver, entre otras cosas, con la experiencia de un adulto ya maduro, de fastidio e insatisfacción. De pronto se sienten unas ganas inmensas de no hacer nada, de no ir a ningún lado, de no ver a nadie, tal vez de llorar por algo que ni siquiera puedo nombrar o identificar. Se descubre entonces que la autoafirmación y confianza en las propias fuerzas y recursos disminuyen o parecen terminarse…. se da cuenta de que se está más débil, se pierden las ilusiones y se advierte un sinsentido en la vida.

Las causas y factores que provocan esta crisis pueden ser diversas. Generalmente a estas edades se toma conciencia de que se está envejeciendo, se producen cambios biológicos como la menopausia y cambios corporales… se evidencian más las arrugas, comienzan a salir las canas, se siente tal vez menos fuerza y energía. A nivel psicológico se nos pueden presentar aspectos de nuestra propia personalidad que hasta ahora permanecían ocultos y que nos pueden resultar difíciles de integrar en nosotros mismos. Sucede que a veces vivimos nuestras vidas en función de otras personas de modo que nosotros mismo tendemos a desaparecer, por decirlo de

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