Normas Para Niños

Hijos

4-8 años

HABILIDADES SOCIALES

Revista Nro.155 Por Pía Orellana G.

Habilidades como la asertividad o la independencia pueden repercutir en el rendimiento escolar. Sherry Buss, experta norteamericana en inteligencia emocional, señala por qué.

La educación escolar se ha centrado tradicionalmente en el desarrollo de conocimientos en los alumnos. Sin embargo, ésta tiene lugar en un contexto, un contexto que exige que los niños expresen sus opiniones, sepan decir que no cuando no están de acuerdo, ayuden al que lo necesita… habilidades tan importantes, que dejarlas de lado sería como obviar parte de la persona.

En esta entrevista, Sherry Buss, experta en inteligencia emocional, esboza lo fundamental que resulta motivar el desarrollo de este tipo de capacidades.

¿Cuáles son las habilidades sociales más importantes que un niño a esta edad debiera desarrollar en aras de un mejor rendimiento escolar?

- En primer lugar, la asertividad. Puede ser definida como la habilidad para expresar claramente lo que piensa y siente, ser firme y defender una postura. No debiera confundirse con agresividad. Al enseñar a los niños a ser asertivos, ellos aprenden a hacer preguntas apropiadas y a exigir respuestas, pero manteniendo el respeto por la autoridad. La empatía está estrechamente relacionada a la asertividad, porque a medida que son asertivos, aprenden a ver el mundo desde la perspectiva del otro.

Otra habilidad importante es la independencia, esa capacidad de autodirigirse, muy relacionada con la confianza en uno mismo. Nunca es demasiado temprano para enseñarle a los niños que ellos están a cargo de su propia vida.

Por supuesto, los niños que aprenden a controlar sus impulsos tomarán mejores decisiones después en la vida. Y los que aprenden a ver las cosas como son, en oposición a la manera que ellos quieren que sean, estarán mejor plantados en la realidad.

¿De qué manera pueden estas habilidades mejorar el rendimiento?

- Veamos algunos ejemplos. La tolerancia al estrés permite a los niños manejar la ansiedad con respecto al colegio, haciendo de él un estudiante más feliz y más productivo. Así también, los alumnos que se aceptan y respetan a sí mismos, son más seguros, tienen fuerza interior, autoestima más alta y confianza en lo que pueden lograr. Estos individuos serán más aplicados y no tendrán miedo al fracaso.

Con respecto al control de los impulsos, los alumnos que lo consiguen muestran un comportamiento adecuado en clases. Hay un estudio que data de los 60’s que demostró que los niños de 4 años que podían controlar su impulso de comerse un marshmallow inmediatamente cuando lo tenían en frente, al cumplir 12 probaron tener mejores habilidades sociales

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