Paulo Freire- Pedagogia Del Oprimido

loPaulo Freire, nacido en Recife, Brasil, en 1921, fue uno de los pedagogos más distinguidos asociados con causas progresistas y con el nacimiento de la pedagogía critica.

Para poder comprender sus preceptos pedagógicos, es necesario conocer el contexto donde ha vivido, ya que es a partir de él que nacen sus propuestas.

El pensamiento de Freire nace en Brasil a fines de 1950 y principios de los 60', en un momento de mucha crítica a la escuela estatal y al sistema educativo.

En su primera obra "pedagogía del oprimido", la cual escribe durante su exilio en 1970, expone los principales conceptos del legado del pedagogo. Es aquí donde se explaya en torno a los conceptos de educación bancaria, educación problematizadora, participación, autonomía, y donde se explaya en torno a las principales ideas de su propuesta pedagógica.

El autor plantea que es necesario un cambio radical para una transformación de la escuela. Sus objetivos apuntan a una educación liberadora y de calidad para el pueblo, que impulse una verdadera democracia igualitaria.

En el período en que escribe, contempla los traumas y dificultades por los que atraviesan muchos hombres campesinos del norte de Brasil, producto de una educación alienante que llevó al pueblo a vivir en una condición de miseria y explotación.

Explica Freire que existió una cierta pasividad por parte de los campesinos, soportando la situación de esclavitud que se vivía. Por eso, ante esa realidad, Freire plantea que el hombre debe ser partícipe de la transformación del mundo por medio de una nueva educación que le permita ser críticos de la realidad.

Freire proyecta que su mayor propósito es el de la humanización, y se debe alcanzar a través de una práctica que los libere de su condición actual. Ahí radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos, liberarse a sí mismos y liberar a los opresores. Por lo tanto, plantea que la pedagogía del oprimido es aquella que debe ser elaborada por el propio oprimido, para que pueda descubrirse, encontrarse y conquistarse de manera reflexiva y crítica. Desafía a los educandos a problematizar, no a memorizar, disentir, como si fuese algo acabado.

“Saber que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”, esta es la idea esencial que nos propone Paulo Freire, en oposición a la memorización mecánica y a un papel distante entre el profesor y sus alumnos. Para el pedagogo, la educación debe comenzar por superar la contradicción educador-educando. Debe basarse en un diálogo, una línea integradora entre los dos polos, de manera que ambos sean a la vez educadores y educandos. Es importante que el educador humanista tenga una profunda fe en el hombre, en su poder creador y transformador de la realidad. Se debe tener en cuenta a la educación como una prñactica de la libertad, e implica la negación del hombre como un ser abstracto, aislado, desvinculado del mundo. Sino que por el contrario, el hombre y sus relaciones con el mundo, se dan de forma simultánea.

El educador Paulo Freire en la Pedagogía del oprimido hace una crítica a la educación tradicional de los opresores, que llama “Educación bancaria”. En este tipo de educación, el maestro es el sujeto de la educación y el educando es el receptor que recibe todos los contenidos de la sabiduría. La tarea del maestro es llenar a los educandos con los contenidos de sus conocimientos. En esta concepción bancaria de la educación, el buen educador es el que mejor vaya llenando los recipientes en los depósitos de los estudiantes. Y será el mejor educando, el que se deje llenar dócilmente los recipientes y los aprenda con mucha memorización.

En este sistema pedagógico, los estudiantes son tan pasivos que el único margen de acción que pueden alcanzar es el de recibir los depósitos, guardarlos y archivarlos. Por eso mismo, la liberación no puede resultar de una educación bancaria.

De esta manera, la educación ya no puede ser el acto de depositar, narrar o transferir valores y conocimientos a los educandos como lo hace la concepción bancaria de la educación, sino que debe ser un acto cognoscente.

En el método propuesto por Freire, el educador se transforma en educador-educando y los educandos en educando-educador. En esta nueva concepción, los educandos son agentes activos en el proceso educativo y, al superar sus estados pasivos, ya no son herramientas que sirven a los opresores. Los educandos pasan de ser dóciles receptores de los depósitos, a aprendices críticos en diálogo con el educador, quien a su vez es también un investigador crítico. Esta “educación problematizadora” exige la reflexión que está ausente en la educación bancaria, e implica un acto permanente de descubrimiento

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