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Privatizacion De Pemex


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  8.353 Palabras (34 Páginas)  •  294 Visitas

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Antecedentes.

Desde finales del siglo XIX, ha existido un gran interés por parte del capital extranjero en hacer inversiones en el petróleo mexicano, principalmente por parte de los Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia e Italia, ya que en esa época el petróleo era y es hasta la fecha, la principal fuente de energía, se obtenía por medio de la refinación del crudo, queroseno que era utilizado como combustible para lámparas, calefacción, etc., y principalmente gasolina (que era en realidad alcohol) para los primeros automóviles de combustión interna (inventados en 1870), que empezaban a ponerse de moda tanto en Europa como en Estados Unidos.

En 1883 el General Porfirio Díaz (1876-1911), autorizo a inversionistas extranjeros a explotar el petróleo en los terrenos Nacionales y los Baldíos, por medio de concesiones permitió también la libre exportación del mismo, principalmente a todos las compañías que estuvieran interesadas; al mismo tiempo, declaro los productos obtenidos como el queroseno, etc., exentos de impuestos, lo que fue pieza clave para el desarrollo de la industria petrolera en México.

En el año de 1901 fue formulada la primera ley del petróleo, la que señalaba las condiciones bajo las que se debería de extraer el petróleo crudo. Los derechos por las extracciones causaban un derecho de 5 centavos por hectárea.

Estas políticas siguieron hasta 1917, cuando el Presidente Venustiano Carranza (1914-1920), iniciara la protección de las riquezas naturales, en especial el petróleo (con lo que fue preparando la adjunción del petróleo a los mexicanos), para ello decreto el artículo 27 constitucional pero sin conseguir la aprobación total de los inversionistas (extranjeros y nacionales) por lo que fue suspendida durante muchos años. Sin embargo, el presidente Carranza obligo a los inversionistas extranjeros a sujetarse a las leyes de explotación y exportación del petróleo mexicano.

LÁZARO CÁRDENAS

Lázaro Cárdenas presidente de México. Procedente de una familia indígena muy modesta, apenas recibió una educación elemental.

En 1914 se unió a la Revolución mexicana (que había estallado cuatro años antes), dando comienzo a una carrera militar en la que ascendería con rapidez (diez años más tarde era general de brigada).

En 1934 ganó las elecciones presidenciales, siempre bajo la protección de Calles, que seguía ejerciendo gran influencia en la vida política mexicana; pero, una vez en el poder, se emancipó de su tutela y adoptó una línea política propia, más inclinada hacia la izquierda. Incluso expulsó del país a su antiguo protector, que hubo de exiliarse en Estados Unidos.

Cárdenas ejerció la presidencia entre 1934 y 1940. Creó el Partido Revolucionario Mexicano (que es el antecedente del actual PRI), en el cual se integraron un amplio espectro de reformistas y progresistas: comunistas y socialistas, liberales radicales, la Confederación de Trabajadores Mexicanos y la Confederación Nacional de Campesinos.

Bajo el lema «México para los mexicanos», Cárdenas llevó adelante una política de nacionalizaciones, especialmente trascendente por lo que respecta al petróleo; ello le enfrentó con Estados Unidos y le obligó a buscar compradores en Alemania. También se ocupó de proteger a la población indígena, impulsó la reforma agraria, combatió el latifundismo, nacionalizó los ferrocarriles y estableció una enseñanza pública laica, gratuita y obligatoria.

EXPROPICACION PETROLERA.

Todo comenzó en 1935 cuando las empresas petroleras, en manos de capital extranjero, trataron de impedir la formación de sindicatos y usaron para ello todos los medios que estuvieron a su alcance, tanto lícitos como ilícitos. Aun así, se logró, en cada compañía petrolera, crear sindicatos únicos, pero las condiciones de trabajo entre una y otra eran muy diferentes.

Finalmente, el 27 de diciembre de 1935 nació el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros, no sin vencer una serie de trabas legales, particularmente en Tamaulipas y Veracruz. El 29 de enero de 1936, este sindicato se incorporó al Comité de Defensa Proletaria, del cual surgiría, al mes siguiente, la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

El 20 de julio de ese año, el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros llevó a cabo su primer convención, en la cual formuló un proyecto de contrato general con todas las compañías y emplazó a huelga para exigir su cumplimiento.

El presidente Lázaro Cárdenas intervino para mediar ante las compañías y así intentar lograr la firma de este contrato. Tras un acuerdo, se aplazó la huelga por cuatro meses, que se prolongaron aún dos más. Todo fue inútil, pues no se llegó a ningún acuerdo con las compañías petroleras y el 28 de mayo de 1937 estalló la huelga, lo que paralizó al país entero al no despacharse gasolina por doce días.

Ante tal conflicto, el presidente Cárdenas hizo un llamado a la cordura y la huelga se levantó en tanto no se emitiera un fallo. Las compañías declararon que se encontraban con problemas financieros y no podían cumplir con las demandas de los trabajadores.

Se decidió entonces investigar al respecto. El 3 de agosto, una comisión de peritos dio a conocer su conclusión: "la industria petrolera mexicana produce rendimientos muy superiores a la de Estados Unidos".

Tal decisión molestó a los empresarios petroleros, quienes amenazaron con retirarse de México y llevarse todo su capital. Asimismo, las cosas se complicaban pues ante el emplazamiento a huelga, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje no emitía su fallo y los meses seguían corriendo. Esto trajo como consecuencia un paro general de 24 horas, el 8 de diciembre, en protesta por el retraso.

Diez días después, la Junta emitió su fallo a favor de los trabajadores, lo cual significaba que las empresas petroleras deberían pagar 26 millones de pesos de salarios caídos de la huelga de mayo; hecho que no acataron, y se ampararon ante la Suprema Corte de Justicia.

El 3 de marzo de 1938 fue un mal día para los dueños de las compañías petroleras, pues la Suprema Corte de Justicia les negó el amparo, lo que además los obligaba a elevar los salarios y mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores.

Tras la molestia de los dueños de las compañías, el presidente Lázaro Cárdenas ofreció mediar ante el sindicato para que aceptaran el pago de los 26 millones de pesos y no de 40 millones, como lo exigían.

Según las narraciones de algunos testigos, el presidente ofreció a las compañías petroleras que si pagaban los 26 millones de pesos, la huelga

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