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Problemas Aprendizaje


Enviado por   •  1 de Octubre de 2014  •  4.784 Palabras (20 Páginas)  •  2.757 Visitas

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EL NIÑO CON DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

I. INTRODUCCION

El TDAH se conceptualiza como un trastorno del desarrollo de las funciones ejecutivas y del autocontrol debido a deficiencias en el intervalo de atención y el control de impulsos, acompañado o no de hiperactividad. Los síntomas deben estar presentes antes de los 7 años y provocar dificultades importantes en las actividades diarias en, por lo menos, dos ambientes. La edad de inicio anterior a los 7 años es muy importante, pues con frecuencia los niños y adolescentes expresan su malestar psíquico y social con conductas semejantes a las del TDAH. (espina et al 2010)

Casi todos los niños pasan por momentos en los que su comportamiento parece fuera de control. Están en movimiento constante, hacen ruido sin parar, se niegan a esperar su turno y se tropiezan con casi todo lo que les rodea. En otras ocasiones, se comportan como en un constante soñar diurno, sin prestar atención a nada o sin acabar lo que comenzaron. Sin embargo, para algunos niños, estos tipos de comportamiento se presentan como algo más que un problema ocasional. Es por lo cual que se puede afirmar con total certeza que los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés), tienen problemas de comportamiento tan frecuentes y severos que interfieren con su capacidad de llevar una vida normal.

Usualmente estos niños tienen problemas para interactuar con sus hermanos y otros niños en la escuela, en casa o en otros lugares. Aquellos que tienen problemas para prestar atención, también tienen dificultad para el aprendizaje. Su naturaleza impulsiva los puede colocar en situaciones reales de peligro físico. Puesto que los niños con déficit de atención tienen dificultad para controlar su comportamiento, muchas veces son considerados como “malos muchachos” o “lunáticos”. Si no se les brinda tratamiento, las formas más severas de esta condición pueden conducir a problemas serios y de consecuencia para toda la vida.

Este ensayo busca dar a conocer acerca del trastorno y concientizar a la población que el trastorno es posible superarlo con la ayuda de los padres, los docentes ya que el mismo se manifiesta en diversos entornos.

II. DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

1.1. DEFINICION

Este tipo de trastorno en el comportamiento ha quedado reflejado en la sociedad a través de documentos literarios y artísticos; algunos señalan a H. Hoffman como el primer autor que describe claramente a un niño con déficit de atención e hiperactividad a mediados del siglo XIX. El TDAH, término descrito desde 1970 por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), se define como un trastorno psicopatológico con una base biológica, que aparece a edades inferiores a los siete años de edad y que se caracteriza por tres elementos: el déficit de atención, la conducta hiperactiva y la impulsividad.

En la actualidad el manual de la APA clasifica el trastorno por déficit de atención con hiperactividad junto con los trastornos de comportamiento perturbador que incluyen el trastorno disocial, el trastorno negativista desafiante y el trastorno de comportamiento perturbador no especificado (7). Estos síntomas dan lugar a diferentes tipos de trastornos, tema que ahora se encuentra en plena discusión por los expertos. Se habla de dos o tres subtipos: el que se caracteriza por el predominio de la hiperactividad e impulsividad y el combinado. El TDAH no se presenta sólo, si no que va asociado a otros trastornos que pueden ser fácilmente confundidos en las primeras etapas de la vida del niño con el propio síndrome lo que puede dificultar su diagnóstico (Quijano 2007). El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es una patología de base neurobiológica que se expresa, principalmente, a través de manifestaciones conductuales. Constituye uno de los problemas más comunes de la infancia: lo padece aproximadamente el 5% de la población infantil, según estimaciones conservadoras, y es tres veces más frecuente en los varones que en las niñas. Los niños que padecen este síndrome suelen tener un rendimiento escolar inferior al que les correspondería por su capacidad intelectual, el 30% repite por lo menos un grado escolar, y suelen tener dificultades para cumplir con las pautas y responder a los límites que se les pone en casa y en la escuela. Por esta razón, reciben más retos y castigos, y requieren mayor supervisión de sus padres para poder cumplir con sus obligaciones. Por otra parte, su tendencia a actuar antes de pensar (impulsividad), así como sus problemas de atención, contribuye a que sean más propensos a sufrir accidentes que los que no tienen el síndrome. A nivel mundial, entre el 5% y el 10% de la población escolar tiene Trastorno por Déficit de atención e hiperactividad (TDAH). El Perú no es ajeno a esta estadística; y si bien no todos los niños que padecen TDAH tienen un diagnóstico adecuado, un número importante evidencia conductas claras de inatención o hiperactividad. Se puede decir que en cada aula del país existe entre uno y cuatro niños o niñas que muestran indicadores del TDAH, cuyo origen es, cabe precisar, hereditario en la gran mayoría de los casos.

2.2. ASPECTOS HISTORICOS

El TDAH es un trastorno comportamental de inicio en la infancia que se ha descrito desde la antigüedad, y que ha quedado reflejado en la sociedad a través de documentos literarios o artísticos. Sin embargo, es difícil aportar la primera referencia científica al respecto, e indudablemente su inclusión dentro de un trastorno específico. (Fernandez 2010)

Algunos señalan a H. Hoffmann como el primer autor que describe claramente a un niño con déficit de atención e hiperactividad a mediados del siglo XIX. Poco después, en 1887, Bourneville describe “niños inestables” caracterizados por una inquietud física y psíquica exagerada, una actitud destructiva, a la que se suma un leve retraso mental.

En 1901, J. Demoor señala la presencia de niños muy lábiles comportamentalmente, que precisan moverse constantemente y que asocian una clara dificultad atencional.

Un año más tarde, Still describe y agrupa de forma precisa esta patología. Señala niños violentos, inquietos y molestos, revoltosos, destructivos, dispersos... Ya entonces añade la repercusión escolar como característica asociada, y la apunta incluso en niños sin déficit intelectual. Quedan sin aclarar los mecanismos etiológicos, señalando un “defecto patológico en el control moral” como causa del trastorno, pero anotando indirectamente

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