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Psicoanálisis De La Sociedad Contemporanea


Enviado por   •  2 de Marzo de 2013  •  13.748 Palabras (55 Páginas)  •  910 Visitas

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RESUMEN

PSICOANALISIS DE LA SOCIEDAD CONTEMPORANEA

Hacia una sociedad sana

I. ¿ESTAMOS SANOS?

Estamos seguros de que practicando mejores métodos de higiene mental mejoraremos más aun el estado de nuestra salud mental, todo el mundo está loco menos ellos.

Precisamente ahora nuestro sistema económico está funcionando muy bien, entre otras razones porque gastamos miles de millones de dólares. Los economistas esperan con cierta intranquilidad el momento en que detengamos esa producción, y la idea de que el estado debiera producir casas y otras cosas útiles y necesarias en ver de armas fácilmente provoca la acusación de que se ponen trabas a la libertad y a la iniciativa individual.

Pero muchos psiquiatras y psicólogos se resisten a sostener la idea de que la sociedad en su conjunto pueda carecer de equilibrio mental, y afirman que el problema de la salud mental de una sociedad no es sino el de los individuos “inadaptados”, pero no el de una posible inadaptación de la cultura misma. Este libro trata de este último problema, no de la patología individual, sino de la patología de la normalidad, y especialmente de la patología de la sociedad occidental contemporánea, Espero antes de entrar al intricado estudio del concepto de patología social, examinemos algunos datos, reveladores y sugestivos por sí mismos, relativos a la proporción de casos de patología individual en la cultura de occidente.

Pero hay algunas otras cifras más expresivas de la frecuencia de las perturbaciones mentales mas graves.

Los únicos datos comparativos que pueden proporcionarnos una idea aproximada sobre la salud mental son los relativos suicidios, homicidios, y alcoholismo. Los países más pobres tiene el índice más bajo de suicidios y la creciente prosperidad materia de Europa fue acompañada de un número cada vez mayor de suicidios. En cuanto al alcoholismo, no hay duda que es también un síntoma de inestabilidad mental y emocional.

Estas cifras son verdaderamente sorprendentes e interesantes. Aunque dudásemos de que la gran frecuencia, por si sola, de suicidios, indique una falta de salud mental en una población, el hecho de que coincidan en general las cifras de suicidios y de alcoholismo parece mostrar con claridad que nos hallamos ante síntomas de desequilibrio mental.

Vemos además, que los países de Europa más democráticos, pacíficos y prósperos, y los Estados Unidos, el país más prospero del mundo, presentan los síntomas más graves de perturbación mental. El objetivo de todo el desarrollo socioeconómico del mundo occidental es el de una vida materialmente confortable, una distribución relativamente equitativa de la riqueza, democracia y paz estables, ¡y los mismos países más graves de desequilibrio mental!; esos datos suscitan la pregunta de si no habrá algo fundamentalmente equivocado en nuestro modo de vivir.

¿Es posible que la vida de prosperidad que lleva la clase media, si bien satisface nuestras necesidades materiales, nos deje una sensación de profundo tedio, y que el suicidio y el alcoholismo sean medios patológicos de escapar a ese tedio? ¿Es posible que esas cifras constituyan una radical ilustración de la verdad de aquel aserto según el cual “no solo de pan vive el hombre” y que revelen que la civilización moderna no satisface algunas necesidades profundas del individuo humano? Y, si es así, ¿Cuáles son estas necesidades?

Planteemos el problema general de la patología de la normalidad, que es la premisa que sirve de base a toda la tendencia ideológica expresada en este libro.

II. ¿PUEDE ESTAR EBFERMA UNA SOCIEDAD?

PATOLOGIA DE LA NORMALIDAD

Patología solo puede definirse por relación a la falta de adaptación del individuo al tipo de vida de su sociedad.

La constitución mental del hombre es una hoja de papel en blanco.

El problema consiste en inferir el núcleo común a toda la especie humana de las innumerables manifestaciones de la naturaleza humana, tanto normales como patológicas, según podemos observarlas en diferentes individuos y culturas.

El hombre es su propia creación, por decirlo así; y tendencias del hombre son resultado de la existencia total. El hombre, tal como aparece en cualquiera cultura dada, es siempre una manifestación de la naturaleza humana, pero una manifestación que en su forma específica está determinada por la organización social en que vive.

La actitud del humanismo normativo se basa en el supuesto de que aquí, como en cualquier otra cuestión, hay soluciones acertadas y erróneas, satisfactorias e insatisfactorias, del problema de la existencia humana. Se logra la salud mental si el hombre llega a la plena madurez de acuerdo con las características y las leyes de la naturaleza humana.

Hay, no obstante, una diferencia importante entre la perturbación mental individual y la social, que sugiere una distinción entre los conceptos de defecto y de neurosis. Si una persona no llega a alcanzar la libertad, la espontaneidad y una expresión autentica de sí misma, puede considerarse que tiene un defecto grave, siempre que supongamos que libertad y espontaneidad son individuos de una sociedad dada no alcanza tales metas, estamos ante el fenómeno de un defecto socialmente modelado.

La neurosis que habría adquirido en otra cultura en la que el mismo defecto le produjera una sensación de inadaptación y aislamiento profundos.

Spinoza. Pero en realidad la avaricia, la ambición, etc. son formas de locura aunque habitualmente no las consideremos “enfermedades”.

Cuya sonrisa artificial ha reemplazado a la verdadera risa; cuya charla insignificante ha sustituido al lenguaje comunicativo; cuya sorda desesperanza ha tomado el lugar del dolor autentico. Una es que padecen un defecto de espontaneidad e individualidad que puede considerarse incurable.

Cree que la cultura y la civilización se desarrollan en contraste cada vez mayor con las necesidades del hombre, y llega así a la idea de la “neurosis social”.

Nuestra primera tarea es averiguar cuál es la naturaleza del hombre y cuáles son las necesidades que nacen de esa naturaleza.

III. LA SITUACION HUMANA

LA CLAVE DEL PSICOANALISIS HUMANISTICO

La evolución del hombre se basa en el hecho de que ha perdido su patria originaria, la naturaleza, y que no podrá nunca regresar a ella, no podrá

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