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RITOS Y TRADICIONES PREHISPANICAS CON RESPECTO AL DIA DE MUERTOS


Enviado por   •  3 de Mayo de 2014  •  12.117 Palabras (49 Páginas)  •  440 Visitas

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RITOS Y TRADICIONES PREHISPANICAS CON RESPECTO AL DIA DE MUERTOS

RESUMEN

Una tradición que se antoja y que emana de los altares de muertos dispuestos cada año en México para el deleite de los santos difuntos quienes vienen a "retro-alimentar" su presencia inasible en un festín de cromáticos bálsamos, esencias sonoras, aromáticas viandas y fragancias embriagadoras que les "pro-ponen" los vivos. La vacuidad ontológica que dejó la irremediable preterición del que fue se llena, el tiempo de un ritual de pletórica sensación. El difunto es recordado, es decir etimológicamente "traído de nuevo al corazón" mediante lo que lo hizo vivir, lo que lo hizo gozar el mundo.

La costumbre actual correspondiente al "día de muertos" se origina en el México prehispánico con el culto a los difuntos y más específicamente con los rituales mortuorios destinados a encaminar el "alma" del occiso hacia el espacio-tiempo de la muerte que le correspondía, a asumir culturalmente la degradación orgánica del cadáver, y a dirimir catárticamente el dolor de los vivos.

Palabras clave: Muerte, Rito, Precolombino, Nahuatl.

- INTRODUCCION

l. LOS LUGARES DE LA MUERTE

* El Mictlan

* El Tlalocan

2. LA PRIMERA FIESTA: LAS EXEQUIAS

* El lavado del cuerpo

* La mortaja

* El discurso de la muerte

* Cantos de lamentación

* Ofrendas de comidas y libaciones

* Salida de la casa hacia la Pira funeraria

* La cremación del cuerpo

* Sacrificio de un perro psicopompo (Que lleva el alma)

* El entierro

* El duelo

3. FIESTAS DE DIFUNTOS EN EL MÉXICO PREHISPÁNICO

* Los que iban al Mictlan

* Los que iban al Tlalocan

* Los que iban a la casa del sol: Tonatiuh ichan

* Los que se iban al cincalco "la casa del maíz."

4. LAS PRIMERAS FIESTAS CRISTIANAS

-BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCION

En el mundo precolombino, lazos rituales continuos se mantenían con los difuntos. Los que habían sido "escondidos" por el dios Mictlantecuhtli o que habían ido a atlan oztoc (Códice Florentino 1979), al lugar del agua, en la cueva", intervenían en los actos importantes de la comunidad. Se invocaban para la siembra, la cacería o la guerra, se convocaban en el contexto de ritos mágicos, y se evocaban para distintos acontecimientos sociales como los nacimientos, matrimonios, etcétera. Los finados seguían participando espiritualmente de manera activa a la vida del grupo.

Eran a su vez objetos de veneración y de culto por parte de la familia, del calpulli, o de la nación entera, según su rango o su desempeño socio-existencial Entre las numerosas celebraciones que les eran consagradas destaca sin duda el funeral, primera fiesta de difuntos que consumía ritualmente la separación del occiso de la comunidad de los vivos. Durante los cuatro meses y los cuatro años que seguían a un fallecimiento, se realizaban asimismo distintas ceremonias en fechas y según modalidades que dependían de la manera en que había muerto la persona y por ende del lugar del inframundo hacia el cual ésta se dirigía.

Las fiestas anuales de difuntos son las que dieron su carácter particular a los "días de muertos" que se celebraron el día 1 y 2 de noviembre desde los primeros momentos de la colonia.

Consideraremos aquí algunas fiestas de difuntos tal y como se efectuaban en tiempos anteriores a la conquista, no sin antes recordar las distintas "moradas" hacia las que éstos se dirigían.

l. LOS LUGARES DE LA MUERTE

El movimiento espacio-temporal del astro rey, a la vez que estructura cardinalmente el mundo, define asimismo los cuatro lugares donde van a morar los difuntos: Mictlan o "lugar de los muertos" donde impera Mictlantecuhtli, "el señor de la muerte", Tlalocan "lugar del Tlaloc", Tonatiuh ichan "la casa del sol" morada de Huitzilopochtli, y Cincalco "la casa del maíz", regido por Huemac.

El Mictlan

Los que mueren de muerte natural o de enfermedades que no tienen un carácter sagrado, descienden como el sol poniente en las fauces de Tlaltecuhtli el "Dios-Tierra". El recorrido infraterrenal está constituido por etapas con obstáculos específicos que expresan quizás a nivel narrativo la putrefacción y otros tormentos tanatomórficos que padece un cadáver en su regresión orgánica hacia Aztlan, en este contexto: la blancura ósea que permanece después de cuatro años.

El descenso al Mictlan reproduce además la bajada de Quetzalcóatl en el inframundo ya sea como sol poniente o como creador del hombre, y las pruebas que tuvo que sortear el dios, establecen como veremos adelante el modelo ejemplar de una regresión letal.

Los que iban a este lugar eran: Los que morían de enfermedad, ahora fuesen señores o principales, o gente baja, y el día que alguno se moría, varón o mujer o muchacho (Sahagún, 1989).

La geografía del inframundo estaba constituida por dos montañas que chocaban una con otra y amenazaba con apresar a los que pasaban, un camino cuidado por una serpiente, un lugar habitado por una lagartija verde xochitonal. Había también siete páramos y siete collados.

El impetrante llegaba después a un lugar donde soplaban vientos de obsidiana itzehecayan.

Por razón de estos vientos y frialdad quemaban todas las petacas y armas y todos los despojos de los cautivos, que habían tomado en la guerra, y todos sus vestidos que usaban; decían que todas estas cosas iban con aquel difunto y en aquel paso le abrigaban para que no recibiese gran pena.

Lo mismo hacían con las mujeres que morían,

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