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Rossana Investigacion


Enviado por   •  31 de Enero de 2015  •  7.975 Palabras (32 Páginas)  •  178 Visitas

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La Familia

La familia, es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

La familia supone una profunda unidad interna de dos grupos humanos: padres e hijos que se constituyen en comunidad a partir de la unidad hombre-mujer. La plenitud de la familia no puede realizarse con personas separadas o del mismo sexo.

Toda familia auténtica tiene un "ámbito espiritual" que condiciona las relaciones familiares: casa común, lazos de sangre, afecto recíproco, vínculos morales que la configuran como "unidad de equilibrio humano y social".

La familia es el lugar insustituible para formar al hombre-mujer completo, para configurar y desarrollar la individualidad y originalidad del ser humano.

Importancia de la familia

La familia siempre ha sido y es, el principal pilar de la sociedad. Es el lugar donde los miembros nacen, aprenden, se educan y desarrollan. Debe ser refugio, orgullo y alegría de todos sus miembros. Cuando la familia tiene problemas, alegrías o tristezas internas, repercuten en todos los familiares, sufriéndolos o disfrutándolos, debido a su total interrelación. La familia cumple a nivel social las siguientes funciones:

procreación de los futuros ciudadanos;

crianza, educación e integración social de l

as próximas generaciones;

permite un equilibrio entre las generaciones;

prevención de salud personal y social;

permite que se cuiden la 1ra y 3ª generaciones.

Estas funciones sociales no las puede cumplir n hinguna otra institución que no sea la Familia, de ahí la importancia de conocer a fondo como hacerlo.

Uno de los deberes más importantes de la familia, por lo tanto, es el de ir introduciendo a los hijos en los ámbitos más valiosos de la vida, como son los de:

a)        Ayudar a los hijos a descubrir los bienes trascendentes.

b)        Iniciarlos en el sentido del dolor y del sufrimiento.

c)        Iniciarlos en el sentido del trabajo.

d)        Iniciarlos en el sentido del amor y la solidaridad.

Todas las legislaciones del mundo, tienen que tener leyes, que protejan el concepto de la familiar y facilitar lo más posible su unión y continuidad. La familia se convierte en un castillo, que además de servir de refugio de sus componentes, estos tienen que defenderla a ultranza, de todos los ataques que le hagan. No pueden permitir que lo dañino pase sus puertas. Todos tienen que formar un solo cuerpo, para defender su propia vida presente y futura.

Valores

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.

Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.

Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.

Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.

Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.

Valores de la familia.

Respeto. Trátale como si ya fuera tan buena persona como tú quisieras que sea; dejar que el otro sea él mismo. "Eres tonto", se convierte en realidad.

Honradez. Que los demás puedan confiar en nosotros.

Valentía y Valor. Tesón, saber encarar las cosas, afrontar las dificultades. El no carecer de nada es un lastre en la educación. En la medida en que estás haciendo lo que no te gusta pero te conviene, en esa medida te estás formando.

Esperanza. Actitud mental positiva, creer en lo que se está haciendo.

Generosidad. Deseos de hacer el bien, de salir de uno mismo, de ayudar a los demás.

Dar sentido a la vida. Espiritualidad, introduce a Dios en tu vida.

Educa a tus hijos en valores. No admitir que los demás le programen el cerebro. Si no le educas tú, le va a educar la calle, la tele...

La sagacidad. Estar bien despiertos y descubrir las alarmas de la sociedad: la droga.

Apoyo y confianza. Los miembros de la familia se apoyan mutuamente. Nadie impone puntos de vista o decisiones. Todos tienen plena confianza en sí mismos.

Respeto. Se respetan los espacios íntimos, las opiniones, los derechos. Los miembros de la familia son personas en todo el amplio sentido de la palabra.

Autoestima. La autoestima propia y de cada miembro se incrementa. No se hace nada que vaya a menguar el bienestar del otro. Se enseña a los niños a crecer con una buena auto estima.

Compañerismo. Se comparten las decisiones y responsabilidades. No se toman las decisiones por separado, sino que se involucran todos los miembros de la familia.

Comunicación. Hay un ambiente sano de comunicación. No hay abusos verbales. Todos los miembros se sienten libres de compartir sus ideas, pensamientos y opiniones libremente.

Amor. Como algo permanente. "Como no has aprobado ya no te quiero". Un niño necesita la seguridad en el amor para tener confianza en sí mismo.

Los padres enseñan los principios y valores a sus hijos por dos vías: por lo que dicen y por lo que hacen. Si ciertos principios como la honradez, el servicio, la solidaridad, el respeto, el amor al trabajo y la cortesía, han sido manejados por ambos padres y forman parte de los valores familiares, es muy probable que los mismos se transmitan a sus hijos. Así, cuando estos sean mayores, tomarán decisiones inteligentes y podrán adaptarse mejor a la convivencia en sociedad.

Los Valores familiares entre los miembros de una familia se establecen relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo de las personas.

La familia es la comunidad donde desde la infancia se enseñan los valores y el adecuado uso de la libertad. Las relaciones personales y la estabilidad familiar son los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. Es por esto que en la familia se inicia a la vida social.

Es en la familia donde se enseñan los primeros valores; valores que serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la persona. Entre otros destacan los siguientes:

La alegría:

La alegría es un valor que se siembra primeramente en el seno familiar. Es en el núcleo familiar donde se procura que los miembros se ayuden unos a otros en sus necesidades, en la superación de obstáculos y dificultades, así como el compartir los logros y éxitos de los demás.

En el fondo lo que se fomenta es dejar el egoísmo a un lado, buscando el bien y compartir con el otro. Cuando nos centramos en nuestras preocupaciones y no estamos dispuestos a ayudar a los que nos rodean somos egoístas. El egoísta no suele ser una persona alegre. Es en este darse a los demás miembros de la familia donde se obtiene la alegría.

La alegría no depende de las circunstancias o de las facilidades que puede presentar la vida y tampoco consiste en tener cosas. Este valor tiene su fundamento en lo profundo de la persona, no es sino la consecuencia de una vida equilibrada, de una coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, el tener una mente y un cuerpo sanos.

La generosidad:

La generosidad es uno de los valores que se fomentan en la vida familiar. Entendiendo por generosidad el actuar en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría. Hacer algo por otras personas puede traducirse de diferentes maneras, por ejemplo, dar cosas, prestar juguetes, dar tiempo para escuchar y atender a otro miembro de la familia, saludar, perdonar.

Se notará una actitud generosa en una persona que se esfuerza por hacer la vida agradable a los demás miembros de la familiar.

El respeto:

El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que se fomentan dentro de la familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a sus opiniones y sentimientos. Respeto hacia las cosas de los demás miembros, respeto a su privacidad, respeto a sus decisiones, éstas, por supuesto, adecuadas a la edad de la persona. Es en la familia donde el niño aprende que tanto él o ella como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados.

La justicia:

La justicia se fomenta en el seno de la familia al establecerse lo que corresponde a cada miembro de la misma. Recordemos que la justicia consiste en dar a cada uno lo que les corresponde. Una persona que se esfuerza constantemente por respetar los derechos de los demás y le da a cada uno lo que debe, tiene la virtud de la justicia.

La responsabilidad:

La responsabilidad supone asumir las consecuencias de los propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás. Para que una persona pueda ser responsable tiene que ser consciente de sus deberes y obligaciones, es por ello, de gran importancia que los hijos tengan sus responsabilidades y obligaciones muy claras. Por ejemplo, el niño debe tener claro que es su responsabilidad la calidad y el esfuerzo en sus estudios, que debe poner el mayor trabajo y empeño en esta actividad, en beneficio propio y en respuesta a la oportunidad que le brindan sus padres.

El desarrollo de la responsabilidad en los hijos es parte del proceso educativo, esto con vistas a la participación de los hijos en la vida familiar primero, y a la vida en sociedad después, de una manera responsable y autónoma.

La lealtad:

La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen a otros, de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así como los valores que representan. La aceptación y el reconocimiento de este vínculo no se centra hacia el futuro, como una posibilidad, sino que es una realidad actual. Este vínculo no pasa con el tiempo, es profundo, suele madurar y fortalecerse a la larga.

Es en la familia donde surgen y se fortalecen este tipo de vínculos, por ejemplo, un niño pequeño aprende a ser leal al esforzarse por ayudar a los demás, al procurar hacer todo lo que pueda para cumplir con lo que sus padres le dicen que es bueno. Se muestra lealtad entre los hermanos al apoyarse, defenderse y ayudarse ante las dificultades, ante la amenaza de personas o circunstancias ajenas a la familia.

Conviene aclarar que ser leal a los papás, por ejemplo, no significa aprobar una conducta errónea de los mismos, sino el respetar y cuidar su buen nombre, se trata de ser sincero con ellos, además de ayudarlos a superar las dificultades.

Lo mismo ocurre al ser leal a la patria, esto no supone ocultar o negar los males y deficiencias que en ella puedan existir, sino el proteger, reforzar y participar en la vivencia de los valores de la misma.

La autoestima:

La autoestima es uno de los valores fundamentales para el ser humano maduro, equilibrado y sano. Este valor tiene sus raíces y fundamentos en el núcleo familiar.

Se entiende por autoestima la visión más profunda que cada persona tiene de sí misma, influye de modo decisivo en las elecciones y en la toma de decisiones, en consecuencia conforma el tipo de vida, las actividades y los valores que elegimos.

Desde niños vamos construyendo el concepto de nosotros mismos de acuerdo a los mensajes recibidos de nuestros padres, hermanos, familiares, amigos y maestros. Es la suma de la autoconfianza, el sentimiento de nuestra valía personal y de nuestra capacidad. Ésta se basa en la variedad de pensamientos, sentimientos, experiencias y sensaciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida, pero principalmente a lo largo de nuestra infancia y adolescencia.

Si queremos construir una personalidad fuerte y equilibrada, es de vital importancia que como padres hagamos sentir a nuestros hijos que son dignos de ser queridos con un amor incondicional, es decir, no condicionado a su comportamiento, calificaciones o actitudes.

Elevar la autoestima de nuestros hijos es de vital importancia, ya que contribuimos a que desarrolle la convicción de que es estimado y valorado, que es competente para enfrentarse a la vida con confianza y optimismo, y que es merecedor de la felicidad.

8. Comunicación. La comunicación es tanto un arte como una ciencia. A falta de comunicación probablemente conducirá a la infelicidad y malentendidos. Pequeños problemas se convierten en los más grandes y cuando finalmente hiervala superficie es poco probable que se resuelva con tranquilidad. Además de las palabras habladas, la comunicación se extiende también a tono, volumen, expresión, escucha el contacto visual, el lenguaje corporal y eficaz.

9. Responsabilidad. A todos nos gusta ser considerados como personas responsables. Algunos de nosotros somos y algunos de nosotros son decididamente menos. La responsabilidad es algo que se aprende. Como un niño que haya sido demostrado cómo poner sus juguetes después de jugar, la forma de poner en orden su habitación o cómo y cuándo alimentar al perro. Este sentido de responsabilidad se extiende hasta bien entrada de la edad adulta. Un adulto que tiene un sentido intrínseco de la responsabilidad no requiere mucha insistencia a presentarse a trabajar a tiempo, devolver las llamadas telefónicas o cumplir los plazos. Partiendo responsabilidades individuales de los miembros de la familia trabaja para inculcar esta calidad en todo el mundo.

Tipos de familias

Las familias pueden ser clasificadas de diversas maneras:

La familia extensa o consanguínea: Se compone de más de una unidad nuclear, se extiende más allá de dos generaciones y está basada en los vínculos de sangre de una gran cantidad de personas, incluyendo a los padres, niños, abuelos, tíos, tías, sobrinos, primos y demás; por ejemplo, la familia de triple generación incluye a los padres, a sus hijos casados o solteros, a los hijos políticos y a los nietos.

Familia sanguínea está compuesta por papá, mamá, hijos, etc. Esta familia durará hasta la muerte. Ésta fue diseñada por Dios para que fuera un hogar en el cual cada componente cumpla su rol asignado por Dios. Hay casas que no son hogares, son algo así como "casa-hotel", es decir, no hay calor de hogar. La palabra hogar implica: calor, comunión, afecto, cuidado, estímulo, etc., pero hoy en día tenemos más bien casas, es decir, un lugar frío, carente de afecto fraternal, sin amor, sin presencia de Dios.

Familia Sindiásmica, o matrimonio por grupos, esto es, antes del creación de la civilización. Este tipo de familia aparece entre el límite del salvajismo y la barbaridad. Cuando las prohibiciones del matrimonio se hicieron más drásticas y complicadas, las uniones por grupo fueron sustituidas por la familia Sindiásmica.

En esta forma familiar, un hombre vive con una mujer, pero le está permitida la poligamia, y la infidelidad aunque por razones económicas la poligamia se observa raramente, al mismo tiempo se exige la más estricta fidelidad a las mujeres y su adulterio se castiga cruelmente, actualmente en algunos países de África se castiga a la mujer lapidándole (apedreándola) por adulterio.

Familia Monogámica: Nace de la familia Sindiásmica, en el periodo de transición entre el estado medio y superior de la barbarie. Es uno de los síntomas del nacimiento de la civilización, se funda en el predominio del hombre, su fin es procrear hijos cuya paternidad sea indiscutida, eso era indispensable porque los hijos serían los herederos de las propiedades del padre. Este tipo de familias es más sólida que la familia Sindiásmica, en los lazos conyugales, los cuales solo pueden ser rotos por el hombre. La monogamia facilita el cuidado de los hijos, puesto que ambos cónyuges comparten los mismos afectos y atenciones hacia ellos, sin las rivalidades existentes entre los hijos de uniones distintas.

La familia monógama simplifica también las relaciones de consanguinidad y constituye una unidad social más firme y coherente que ninguna otra; y en ella la mujer goza de mayor protección y tiene una posición de jerarquía y dignidad. Cierta ventaja de la familia Monogámica es la sanción de un sistema religioso autoritario, no resulta difícil comprender por que tal tipo de unión matrimonial predominó en los pueblos de la antigua cultura occidental.

En consecuencia, el matrimonio conyugal no entra en absoluto en la historia como la reconciliación del hombre y de la mujer y mucho menos aún como la forma suprema del matrimonio. Al contrario, se nos presenta como el sometimiento de un sexo al otro, como la proclamación de un conflicto de los sexos, desconocido hasta entonces en toda la prehistoria.

Familia Patriarcal: Sucede cuando un individuo de sexo masculino asume la responsabilidad de líder del grupo o seno familiar y toma decisiones que afectan el tipo de vida que lleva el grupo, en el caso matriarcal el papel lo asume una mujer, típicamente por su edad o habilidades sociales, el tipo patriarcal es más común en la sociedad occidental donde el hombre tiene un papel dominante en la toma de decisiones no solo en la familia sino en la sociedad en general, el tipo matriarcal es un poco mas escaso pero no inexistente que se llego a dar en ciertas partes de África, Mesoamérica y Sud oriental.

En la familia patriarcal los hijos casados permanecen en el hogar paterno. Está basado en la opresión.

Esta etapa o tipo de organización familiar en la historia de la cultura humana, se distingue por determinadas características de otros tipos de familia que la precedieron y sucedieron, en el transcurso del tiempo, hasta la actualidad y que aún se mantiene vigente, en algunas regiones del mundo. Principales características de la familia patriarcal:

Lo que determina el tipo de familia patriarcal es la trasmisión patrilineal del parentesco.

La autoridad máxima es el padre.

Puede ser autoridad también el hijo o ascendiente varón mayor de edad.

Contaba con todos los derechos legales ya que era la única persona reconocida por la ley.

Aún persiste como organización familiar en varios países de Oriente.

En la antigüedad, la practicaban los romanos, los palestinos y los griegos.

Familia Punalúa: Es el primer progreso en la organización de la familia, consistía en excluir a los padres y a los hijos del comercio sexual recíproco, el segundo fue en la exclusión de los hermanos. Por razones económicas y prácticas; la familia tuvo que dividirse, su extensión disminuyó y renunció a la unión sexual entre hijos de la misma madre.

La familia es el fundamento de toda sociedad bien construida, indispensable para el logro del bien común y además aparece como la unión más natural y necesaria a la comunidad; siendo además anterior a cualquier otra institución; es primera en el orden de la naturaleza, en relación con las demás agrupaciones en las que el hombre y la mujer se pueden encontrar.

Desafortunadamente, el modelo clásico de familia nuclear: padre, madre e hijos que conviven juntos y afrontan la vida como una unidad, se ha venido resquebrajando dramáticamente en las últimas décadas.

El modelo de hogares mantenidos por el padre, con la madre en el hogar al cuidado de la crianza de sus hijos, ha quedado relegado en el pasado. Adicionalmente, el número de hogares desintegrados, se ha incrementado de manera alarmante. Con ello, los índices de madres que trabajan, se ha elevado en los últimos cincuenta años, dejando la enseñanza fundamental en manos extrañas o en la calle.

En los tipos de familia conocimos que: La familia consanguínea es aquella que se basa en la relación biológica; es la familia de parientes de sangre y es la principal base del parentesco; la familia sanguínea está formada por la madre, el padre y su descendencia se basa en la unión sanguínea que existe entre el núcleo familiar.

En la familia Sindiásmica un hombre vive con una mujer, pero le está permitida la poligamia; la familia Monogámica se basa en la dominación del hombre con el objetivo expreso de procrear hijos de paternidad innegable, siendo exigida esta paternidad por el hecho de que esos hijos se posesionarán un día de la fortuna paternal en calidad de heredados directos.

La familia patriarcal aquella en la que los hijos casados permanecen en el hogar paterno. Está basado en la opresión, la familia Punalúa es el primer progreso en la organización de la familia, consistía en excluir a los padres y a los hijos del comercio sexual recíproco, el segundo fue en la exclusión de los hermanos.

El contexto educativo familiar.

La familia juega un papel protagonista en el desarrollo de las personas ya que en ella se realizan los aprendizajes básicos para el desenvolvimiento autónomo en la sociedad.

Debemos estudiar la familia como un sistema, analizando los procesos de interacción entre todos sus miembros (padre, madre, hermanos), ya que cada uno de los miembros va a ejercer una determinada influencia sobre el niño.

Según Baldwin y Baumrind, los padres difieren unos de otros en cuatro dimensiones fundamentales:

Grado de control. Los padres que ejercen mucho control sobre sus hijos son los que tratan de inculcarles unos estándares. Este controlo lo pueden ejercer mediante la afirmación de poder (castigo físico, amenaza, etc.); la retirada de afecto (para expresar el enfado, decepción, etc.) o la inducción (hacer reflexionar al niño sobre el por qué de su acción y las consecuencias que ésta tiene)

Comunicación padres-hijo. Los padres altamente comunicativos utilizan el razonamiento para obtener la conformidad del niño (explican el por qué del “castigo”, le piden opinión, etc.); mientras que los no comunicativos son los que no hacen estos razonamientos, los que acceden a los llantos de los niños o usan la técnica de la distracción.

Exigencias de madurez. Los padres que exigen altos niveles de madurez a sus hijos son los que les presionan y animan para desempeñar al máximo sus cualidades. Los que no plantean retos acostumbran a subestimar las competencias del niño o piensan en dejar que “el desarrollo siga su curso”.

Afecto en la relación. Los padres afectuosos proporcionan un bienestar físico y emocional a los niños. Esto es muy importante y afecta a las dimensiones anteriores.

Combinando estas cuatro dimensiones diferenciamos tres tipos de padres:

Padres autoritarios. Caracterizados por altos niveles de control, exigencia de madurez, poca comunicación y poca afectuosidad. Hacen hincapié en la obediencia a la autoridad y utilizan castigos y disciplinas enérgicas. Los hijos tienden a ser obedientes, ordenados y poco agresivos, pero también tímidos y poco “luchadores”, poco alegres, irritables, etc.

Padres permisivos. Caracterizados por alta comunicación y afecto. Aceptan las conductas del hijo y le consultan sobre decisiones que afectan a la familia. No suelen imponer normas. Los hijos suelen tener problemas para controlar los impulsos, dificultades para asumir responsabilidades, son inmaduros y con poca autoestima, pero más alegres que los anteriores.

Padres democráticos. Caracterizados por altos niveles de comunicación, afecto, control y exigencia de madurez. Refuerzan el comportamiento del niño evitando el castigo, pero no se rinden ante los caprichos del niño. Los hijos suelen ser hábiles, independientes y cariñosos, con altos niveles de control y autoestima.

Estos aspectos nos permiten ver los efectos que tienen las diferentes dimensiones y estilos paternos sobre el desarrollo social y de la personalidad de los niños

Los padres tienen una gran influencia sobre el desarrollo cognitivo. Teniendo en cuenta lateoría del distanciamiento de Sigel, los padres que propician un mayor desarrollo son aquellos que, con sus verbalizaciones, obligan al niño a anticipar sucesos futuros, reconstruir otros pasados, etc, por ejemplo, mientras ven un cuento juntos.

Durante los años preescolares se considera relevante para el desarrollo del niño el uso de reforzamiento físico y verbal, consultar al niño y preguntarle a la hora de tomar una decisión que le afecta, ser sensible a sus deseos y sentimientos, animar su autonomía exigiéndole que resuelva solo sus problemas pero estando disponibles para prestarle apoyo, leerle cuentos, contarle cosas acerca del mundo que le rodea, innovar (ej: ir de excursión un domingo), etc.

CONTEXTO FAMILIAR Y ESCOLAR

El contexto familiar es el primer agente de socialización que posee el niño y por lo tanto una gran influencia en su desarrollo social y afectivo. Por lo anterior podemos decir que si dicho contexto tiene un ambiente equilibrado, positivo y cargado de estímulos que promuevan un desenvolvimiento adecuado, el pequeño tendrá oportunidades de adquirir competencias que lo ayudarán a actuar de manera efectiva en otros contextos (escolar y social).

Los contextos familiar y escolar son escenarios de desarrollo que impulsan el desempeño social y la adaptación de los niños a las distintas situaciones. El contexto familiar, resulta ser el primer escenario de aprendizajes sociales. En este los padres, madres y figuras significativas por medio de acciones y verbalizaciones cotidianas denominadas prácticas educativas familiares, propician experiencias a sus hijos e hijas que permiten o no el desarrollo social. El contexto escolar tiene un papel fundamental en el desarrollo social de los niños y niñas, dado que presume una ampliación de los contextos de socialización externos al hogar. En este escenario los docentes ejercen un papel fundamental en los aprendizajes sociales de los niños y las niñas, ya que actúan como modelos significativos. La calidad de la relación docente-estudiante influye de forma significativa en el desarrollo de la dimensión social, sus estilos de enseñanza no solo aportan a la adquisición de aprendizajes escolares sino también sociales. Esta aproximación teórica e investigativa permite identificar el rol esencial que tiene el docente en el desarrollo social del niño y la niña. Socialmente se reconoce que su rol se centra esencialmente en el plano académico, su acción no se limita a ello, su encuentro con los niños y las niñas, el modo como impartir un saber y el clima que construye en el aula de clase desempeña un papel importante en los aprendizajes de tipo social de niños y niñas.

Normas de la convivencia familiar

La convivencia en la familia

La convivencia en la familia es muy importante para el equilibrio y la salud de cada uno de sus miembros. Es por ello que partir de una serie de consejos o normas para convivir en familia, puede contribuir positivamente, a la convivencia familiar.

A continuación te detallo una serie de normas, que puedes tener en cuenta para aplicar en tu familia a fin demejorar la convivencia familiar:

Es bueno desarrollar y estimular la comunicación familiar, por medio de charlas cotidianas entre sus miembros así como por medio de reunionesfamiliares.

Planificar y organizar en base a la comunicación una forma de convivir, por ejemplo, horarios de cada miembro de la familia para colaborar en tareas del hogar. Horarios en que se deberían compartir actividades, horarios en que algún miembro esté realizando alguna actividad que requiera silencio o que requiera de algún lugar específico de la casa.

Si bien se recomienda que haya acordado una serie de normas y pautas de convivencia es bueno que también se respeten los gustos de cada uno en su espacio propio, por ejemplo, los dormitorios.

En el caso de dormitorios compartidos, quienes los habitan tendrían que acordar pautas y normas propias de convivencia.

En el caso de muchos miembros familiares y pocos baños es bueno establecer horarios y tiempo de permanencia, para evitar problemas.

Normas de convivencia

Las normas de convivencia son el marco legal que canalizan las iniciativas que favorezcan la convivencia, el respeto mutuo, la tolerancia y el ejercicio efectivo de derechos y deberes. Completa la dimensión escolar del proyecto educativo.

Son normas de obligado cumplimiento para todos los alumnos y en todo tipo de actividad. Tanto dentro del recinto escolar como en lugares adyacentes, siempre y cuando afecten a la comunidad educativa. Todos los miembros de la comunidad velarán por su cumplimiento.

La concreción de estas normas se basa en los valores humanos de respeto a las personas, lugares y cosas y de responsabilidad entendida como respuesta personal de la manera de actuar.

El respeto a las normas de convivencia posibilita:

o        Un trabajo de calidad.

o        La formación de hábitos de trabajo saludables.

o        La creación de espíritu de compañerismo positivo, sacando lo mejor de uno mismo.

El incumplimiento de las normas de comportamiento posibilita la toma de medidas correctivas por parte de la dirección.

Respeto a las personas

 

Ser amable y educado con todos.

Aceptar a todos sin discriminación alguna.

Respetar la salud propia y ajena. Está prohibido fumar dentro del centro.

Aceptar a todos como son sin motes ni insultos.

Respetar los horarios.

 

Respeto a los lugares

 

Comportarse debidamente en cada lugar.

Respetar las zonas de recreo asignadas a cada curso. No pudiendo cambiar de patio o subir a las aulas durante el recreo.

Mantener limpio el colegio, usando las papeleras.

Está expresamente prohibido comer chicle y pipas.

Entrar o salir del colegio por la puerta peatonal.

Mantener en la capilla el respeto debido.

Utilizar el comedor con orden y limpieza. Comer con corrección. Está prohibido sacar comida fuera del comedor.

 

Respeto a las cosas

 

Respetar las cosas de los demás no estropeándolas, ni rompiéndolas. Y menos aún tomándolas sin permiso.

 

Responsabilidad

 

Deber de asistir asiduamente al colegio. Respetando puntualmente los horarios de entrada y salida.

Traer a diario el material necesario.

Venir a clase aseados y con ropa adecuada a la actividad a realizar.

Usar el chándal. Es obligatorio para las clases de educación física y salidas que lo requieran.

Entrar y salir justificadamente solo en horario de recreo.

Transmitir la información importante siempre por escrito.

Justificar ausencias y retrasos por escrito.

Marcar la ropa para evitar extravíos, adecuando cintas para colgar fácilmente en los alumnos más pequeños.

Evitar anillos y cadenas que puedan suponer peligro.

Devolver firmadas y en su plazo las comunicaciones que se entregan, especialmente las notas.

Prohibido en todo el recinto escolar los móviles y juegos electrónicos de cualquier tipo.

Prohibido traer instrumentos peligrosos (navajas, etc.)

Prohibido introducir en el centro cualquier tipo de sustancia peligrosa.

 

 

ACCIÓN EDUCATIVA 

 El fin de la educación es la formación integral de la persona para lograr un pleno desarrollo social y personal, que incluyen los valores imprescindibles: tolerancia, respeto, cooperación, solidaridad,... que permitan una justa convivencia social.

El Centro velará para que todos sus alumnos tengan los mismo derechos y deberes debidamente conocidos, correctamente ejercidos y realmente garantizados, tal y como se contemplan en el Reglamento de Régimen Interior.

 

El Centro garantiza una enseñanza obligatoria y gratuita desde los 3 a los 16 años. Para que esta enseñanza sea de calidad la Administración impone los objetivos mínimos y las normas de evaluación, dotando a los centros de una normativa precisa a tal efecto.

 

Las normas de convivencia del centro marcan las pautas de actuación para el disfrute de este servicio. Su incumplimiento puede dar lugar a las sanciones contempladas en el Reglamento de Régimen Interior, pudiendo llegar a ocasionar la expulsión del alumno de dicho servicio escolar.

Hábitos y Familia

Los hábitos son un conjunto de costumbres, de prácticas que se forman, en general, cuando una persona hace algo de la misma manera y en el mismo lugar una y otra vez hasta que lo realiza automáticamente sin esfuerzo o planeación.

Se inician:

En los primeros años de nuestra vida.

Durante la primera infancia se establecen, desarrollan y fijan los hábitos que tendremos el resto de nuestra vida.

La conducción y estímulos que como padres y madres ofrezcamos a nuestros hij@as les ayudarán a descubrir y crear sus valores y hábitos que, a la larga, servirán para saber cómo deben actuar y lo que desean hacer.

LOS RESPONSABLES EN LA FORMACIÓN DE HÁBITOS

La familia es un elemento clave en el desarrollo de actitudes, destrezas y aptitudes de sus hij@s.Padres y madres son los primeros responsables de establecer reglas dentro y fuera del hogar, que a la larga se convertirán en hábitos. 

Para lograr las metas en la formación de hábitos es esencial mantener una buena comunicación con la pareja y con los hij@s. 

La responsabilidad es el cumplimiento voluntario de las reglas de conducta establecidas por la familia hacia sus hij@s en el hogar, o en el ámbito escolar, es un factor de vital importancia porque en la medida en que los niñ@s son responsables, es más fácil el aprendizaje y la consolidación de los hábitos.

TIPOS DE HÁBITOS

Todos los hábitos son importantes. Algunos de los fundamentales son: 

PERSONALES: Autonomía personal, alimentación, higiene, descanso...

ESCOLARES: Prestar atención, mostrar cuidado en los materiales de trabajo, tener motivación hacia la actividad escolar, hábitos de estudio, etc...

SOCIALES: Saludar a gente, respetar las normas básicas de la comunicación verbal, pedir ayuda, hacer frente al miedo, la tristeza, la ira, etc...

Ofrecemos unas orientaciones en torno a algunos hábitos que consideramos fundamentales:

LA ALIMENTACIÓN

La alimentación tiene gran influencia en el crecimiento, engrosamiento y formación de los huesos en el cuerpo. 

Una dieta defectuosa puede afectar el desarrollo del niñ@, su bienestar físico, su sistema nervioso y muscular, e incluso, el desarrollo de sus dientes.

Todos los alimentos tienen una función de favorecer el desarrollo del cuerpo, pero cada uno de ellos posee una finalidad determinada: unos se encargan del funcionamiento y regeneración de tejidos corporales (vitaminas y minerales), otros aportarán la suficiente energía (hidratos de carbono y grasas) y por último, los hay que actuaráncomo complemento de todas estas funciones (vitaminas).

LA HIGIENE

En torno a la higiene, es necesario tener en cuenta las siguientesorientaciones sobre el autocuidado y orden personal:

Fomentar el cepillado diario de los dientes después de cada comida y antes de dormir.

Establecer un horario en el control de esfínteres.

Ayudarles a entender qué se espera de él y proveer un clima apropiado de respeto y seguridad para facilitar su entrenamiento.

Enseñarles el aseo adecuado de cada una de las partes de su cuerpo.

Propiciar un ambiente agradable a la hora del aseo (baño) para que su hijo disfrute esta actividad.

Establecer un horario fijo para el baño diario.

Indicar el lavado de las manos a menudo, especialmente antes y después de cada visita al baño, y por supuesto, antes de comer.

Comentar y demostrar que las personas incrementan su atractivo si se mantienen limpias y arregladas cuidadosamente.

EL DESCANSO

Cuando los niñ@s sienten cansancio se muestran irritables y no pueden estar de acuerdo con las exigencias de los adultos. 

Si sus patrones de descanso se alteran, también se altera su conducta. 

Por lo tanto, es importante, al regular los hábitos de los hij@s, que se preparen para la transición que los llevará del hogar a la escuela y por ello deben de:

Establecer horarios fijos que no serán negociables.

Hacer la hora de dormir lo más placentera posible.

Compartir un rato de lectura o narración de cuentos para ayudar al niño a desacelerar su organismo e inducirle el sueño.

Demostrar que están dispuestos a ayudarle en todo momento, por si tiene algún problema durante la noche.

Demostrar cuánto les aman.

Despertar al niño a la misma hora todos los días.

Desarrollar en los hij@s un sentimiento de seguridad y confianza (para batallar con personajes “que se esconden bajo la cama”)

Dar un tiempo razonable para tomar una siesta a media mañana o por la tarde.

Proporcionar ropa cómoda y holgada para un adecuado descanso.

EL TIEMPO

La vida será más fácil para los hij@s si le enseñan atener conciencia y respeto por el tiempo.

Los niñ@s que pasan los días sin saber qué esperar o cómo manejar su tiempo y organizar sus juegos y trabajo, desarrollan una sensación de desorganización e impotencia; estas sensaciones les impiden alcanzar sus metas diarias porque esas metas parecen poco claras y fuera de control.

Es importante guiar a nuestros hij@s para que sean puntuales con todas las personas y en todas sus actividades. 

Para esto es necesario, de acuerdo a sus necesidades e intereses, ayudarlos a elaborar un horario que especifique: a qué hora se levantarán, a qué hora se tomarán sus alimentos, cuánto tiempo jugarán, cuándo es hora de hacer las tareas a qué hora harán deporte y cuándo es hora de descansar.

En la medida en que van creciendo, conviene establecer horarios para llegar a casa después del colegio o cuando salen por la tarde o noche.

LAS TAREAS DOMÉSTICAS

Las labores domésticas deben formar parte de la rutina diaria de todos los niñ@s. Cuando las tareas se vuelven un hábito, es más fácil para ellos ajustarse a otras actividades que no le son gratas.

Como padres y madres debemos administrar las tareas para que el juego y el trabajo de los niñ@s se equilibren en forma adecuada.

Sugerencias útiles: asignarles algunas tareas domésticas, esto les enseñará que su compromiso con la vida familiar incluye su cooperación con el trabajo de la casa, sin recibir pago.

EL ESTUDIO

La paciencia, constancia y firmeza, son las claves para que los hijas sean responsables en la adquisición de hábitos de trabajo y de estudio.

La familia puede participar con sus hijas para desarrollar buenos hábitos de estudio ayudándoles a elegir donde, cuándo y cómo estudiar y alentándoles a utilizar diariamente el horario y método elegido. 

Todo niña debe de contar con un lugar de estudio tranquilo, cómodo, bien iluminado, sin distracciones (radio, televisión, juguetes, etcétera) y bien equipadocon una mesa o escritorio, una silla y los útiles de trabajo.

Es interesante: preguntarles cuándo quieren hacer la tarea, ayudarles a decidir organizando un horario de sus actividades. Elegir el momento que más convenga a todos, pero que siempre se cumpla.

Los hábitos en la escuela

Los hábitos se forman por repetición de conductas, y no siempre son buenos. Cuando alguien fuma en forma cotidiana, luego no puede dejar de hacerlo, pues se ha creado un hábito (repite la conducta con habitualidad), siendo un hábito malo, y por lo tanto un vicio.

Las conductas valoradas socialmente como buenas, que al repetirse, luego se tornan naturales en quien las practica, se llaman virtudes, y son las que la escuela tiende a incorporar en sus alumnos, en los llamados contenidos actitudinales: permanecer sentado durante la clase, escuchar con atención, ser prolijo en su aspecto personal y en sus elementos de trabajo, ser solidario, respetuoso, puntual, hacer la tarea sin ayuda de mayores, etcétera. El fin es que se transforme en el futuro en un adulto autónomo, responsable, útil, y por lo tanto feliz.

La escuela como formadora de hábitos es complementaria de la acción de la familia, ya que si un niño recibe en su casa ejemplos de hábitos viciosos, es casi seguro que tenderá a repetirlos, por imitación, y será difícil revertir ese aprendizaje en las pocas horas en las que asiste al establecimiento escolar. Es por ello, que la interacción familia-escuela es tan importante en este sentido. Cuando un niño recibe información incompatible, contradictoria, desde su ámbito familiar, se produce en él una gran incertidumbre. Por ejemplo por qué si en su casa escucha insultos constantemente, en la escuela eso está mal.

Algo similar ocurre con los medios de comunicación masivos, especialmente la televisión, donde se muestran niños que se portan mal, que no estudian, que se copian en los exámenes, que son desprolijos, haciéndolos aparecer como “los divertidos y populares” de la clase; sin darse cuenta que estimular a repetir estas conductas se les hará hábito, y este modo de actuar es probable que los acompañe en la vida adulta, donde no se verán como alegres y aceptados por sus compañeros de actividades, sino como estorbos y parásitos sociales.

Para tener una vida de familia agradable y que nuestros hijos se comporten de manera adecuada es fundamental que establezcamos límites y reglas de comportamiento.

Para esto, debemos adoptar una actitud de maestro y entrenador de nuestros hijos, y transmitirles a través del amor y la disciplina los parámetros de comportamiento deseados. Usted y su pareja son los principales educadores de los hijos y para esto, el primer paso es ponerse de acuerdo en cuáles son los valores y creencias que quieren transmitir, y diferenciar entre lo que es aceptable o no para la familia.

Para poder lograr una comunicación eficaz entre padres e hijos, debemos desarrollar un plan que nos permita estructurar claramente cuáles son nuestras expectativas y cuáles son los límites que vamos a establecer. Al principio los niños tienden a resistir el cambio pero una vez vean que usted como papá o mamá está siendo consecuente con lo que cree y dice, los niños se dan rápidamente cuenta que esas son las reglas y se adaptan ágilmente. La clave es que como padres tengamos muy claro lo que creemos y decimos, y mantenernos firmes con las consecuencias.

Para esto es importante seguir los siguientes pasos:

1.Desarrollar un Plan

La base de la disciplina con los hijos es una buena comunicación. Esta se logra a través de ser muy claro cuando les explicamos a los niños nuestras expectativas de comportamiento en la casa y el colegio, teniendo en cuenta que ellos entendieron lo que estamos diciendo. Para que esto suceda de forma exitosa, es primordial que la pareja y las personas involucradas en la educación de los hijos se sienten con papel y lápiz, y escriban cuáles son las reglas de la casa, lo que esperan de los niños y cuáles son las consecuencias por no cumplirlas. Es importante que los padres las escriban, porque generalmente cada uno de nosotros tiene distintas expectativas y formas de disciplinar a los niños.

Tenga muy claro que el niño entiende y sabe cuáles son las conductas que no se aceptan en casa.

De forma clara y concisa explíquele al niño cuál es la consecuencia y los pasos a seguir si el mal comportamiento continúa.

Enséñele a su hijo cuál es el comportamiento adecuado que usted espera cuando se comporta de forma incorrecta.  Y explíquele el POR QUÉ de no comportarse así.

2.Manejo de las rabietas o pataletas

Si su hijo o hija le dan rabietas constantemente, es necesario que el pediatra lo revise para descartar cualquier razón médica de este comportamiento. Si no hay ninguna explicación médica, debemos establecer cuál es la razón que motiva al niño a tener las pataletas.

Las preguntas que debemos hacernos son las siguientes:

¿Está el niño tratando de llamar su atención positiva o negativa?

¿Le dan pataletas cuando quiere evadir alguna situación? Por ejemplo cuando no quiere quedarse sentado en la mesa con la familia a la hora de la cena.

¿Llora para pedir comida, un objeto o algo especial?

¿Le dan más pataletas cuando está en casa o en el parque?

Una vez que hayamos determinado cuál es la razón detrás de la pataleta, es importante que su hijo NO OBTENGA LO QUE QUIERE cuando hace una rabieta. No le dé su atención, ni el jugo, ni el juguete, ni lo que lo esté motivando para comportarse así.

Lo más difícil para los padres de hoy es tener que tomar medidas extremas durante una pataleta, pero es la única solución para cambiar este comportamiento. Cuando su niño esté llorando y con una rabieta, debe dejarlo en un lugar seguro pero que usted lo pueda ver y vigilar de lejos. Si se encuentra en un lugar público, llévelo al carro o a una esquina y déjelo llorar mientras usted lo vigila, no se angustie por las miradas de otros. Todos hemos pasado por la misma situación. Luego debe ignorarlo hasta que se le pase la rabieta. No lo mire, no le hable, no le ponga atención. Dejarlo en su cuarto cuando tiene una rabieta no es recomendable, ya que empieza a asociar el lugar de juego y descanso con la rabieta. Esto tomará varios días, hasta que el niño se da cuenta que no recibe su atención cuando le da una pataleta.

El siguiente paso es enseñarle al niño cuál es la manera correcta de pedir las cosas. Necesita aprender el comportamiento opuesto a lo que está haciendo para poder cambiar,  y para eso los padres deben enseñárselo. También es importante que los niños sepan cómo decirnos que se encuentran frustrados y necesitan ayuda.

3.El castigo constructivo

La disciplina positiva y los límites les ensenan a los niños a pensar antes de tomar la decisión de portarse mal.  De ahí, la importancia de los padres cuando ponen limites y reglas a los hijos. El castigo consiste en quitarle al niño ciertos privilegios, no en pegarle o maltratarlo física o emocionalmente.

Es importante que los padres decidan cuáles privilegios no recibirá el niño si comete una falta, para que así haya coherencia entre ellos. También es necesario entender cuál es la razón por la que el niño no se está comportando. Por ejemplo, ¿qué motiva a su hijo portarse así? ¿Será que necesita más atención? ¿Quiere un juguete? ¿Quiere solamente un abrazo? ¿Quiere estar solo? ¿No quiere comer en ese momento? ¿Se quiere ir a dormir?

Los padres tienen que entender que el castigo funciona cuando se utiliza solamente de vez en cuando, y no todos los días, ya que así pierde validez. También hay que enseñarle al niño al menos dos comportamientos deseables para reemplazar el que no nos gusta. Cuando el niño se rehúsa a hacer algo, como por ejemplo vestirse, y tiene que hacerlo; el padre o madre puede ayudar a vestir al niño con una caricia, manteniendo la calma. No debemos hablar, ni discutir, ni reganar, y menos entrar a debatir por qué se tiene que vestir. El mensaje que se le está mandando al niño, es que él tiene que vestirse y no hay más opciones.

4.Establecer limites y reglas

La tarea más  importante de los padres es aprender a poner límites, lo cual le enseña a los niños a tomar la decisión correcta sabiendo que hay una consecuencia negativa o positiva de acuerdo a su comportamiento.Esto le enseña al niño a que su conducta tiene una consecuencia y que el niño tiene el poder de obtenerla o no. Es necesario recordar los siguientes puntos cuando establecemos límites con nuestros hijos:

El Amor: Toda la disciplina, los limites y las reglas deben establecerse con amor.

El Respeto: Debemos respetar a nuestros hijos y demostrárselo a través de nuestro comportamiento. Así ellos aprenden a respetar a los padres y a sí mismos.

Un Modelo de Comportamiento Positivo: Parte de nuestra responsabilidad como padres es ser un modelo positivo de cómo se hacen las cosas. Así les enseñamos a los niños cómo tratar a los demás con cortesía y respeto.

La enseñanza. Debemos enseñarle a nuestros hijos dos  o tres comportamientos positivos que reemplacen un comportamiento que no queremos que tengan. No se trata solamente de castigar la conducta no deseada, sino enseñarles cómo se deben hacer las cosas y qué esperamos de ellos.

Ser Consistente. Cuando se establecen reglas en el hogar deben hacerse cumplir desde el primer día, y aplicar la consecuencia en el instante. Los niños aprecian y necesitan estructura, reglas claras y consecuencias de sus actos. Esto debe hacerse en un ambiente de amor y respeto. Cuando actuamos de esta manera, les transmitimos a los hijos seguridad y tranquilidad. La consistencia de respaldar nuestras palabras con acciones (quitar o dar privilegios) tiene un efecto positivo para que nuestros hijos se porten bien.

Recuerde que la educación y la disciplina requieren un aprendizaje constante por parte de padres e hijos y que toda disciplina debe ser basada en el amor y el respeto  para que obtengamos resultados positivos. 

Si usted como padre ha puesto en práctica estas sugerencias y no ha obtenido resultados positivos, no dude en buscar ayuda profesional y  utilizar los recursos que existen en su comunidad.

La disciplina escolar

La disciplina escolar se refiere a la regulación de los niños y el mantenimiento del orden (reglas) en las escuelas. Estas normas pueden, por ejemplo: definir los estándares esperados de la ropa, la hora normal, el comportamiento social, las tareas, pruebas y la ética de trabajo. El término también puede referirse a las sanciones que son las consecuencias de violar el código de conducta o para la administración de dicha pena, en lugar de comportarse dentro de las reglas de la escuela. La disciplina escolar también tiene que ver con los valores que sean inculcados a los estudiantes en casa, ya que se trata de respeto, solidaridad, responsabilidad y cumplimiento académico.

Papel de la familia como agente socializador

La familia : En ella comienza de forma más intensa el aprendizaje e interiorización de las pautas sociales. En la familia e adquieren la mayor parte de las creencias, actitudes, valores, normas y prejuicios que configuran la personalidad de las niñas o de los niños.

La escuela : Es el complemento del proceso socializador de la familia. El papel de la escuela no es sólo el de transmitir unos conocimientos, sino valores y actitudes que se van inculcando en el alumnado.

Los grupos de iguales : En ellos aprenden a desempeñar papeles distintos de los que llevan a cabo en la familiay en la escuela. Aprenden a comportarse como amiga o amigo, compañera o compañero de juegos o deportes o como líderes del grupo.

Los medios de comunicación : Prensa, libros, radio y sobre todo la televisión son poderosísimos instrumentos de información, pero también de formación con una incidencia muy fuerte en ideas, costumbres y comportamientos de las personas.

SOCIALIZACION

se denomina socialización o sociabilización al proceso a través del cual los seres humanos aprenden e interiorizan las normas y los valores de una determinada sociedad y cultura específica. Este aprendizaje les permite obtener las capacidades necesarias para desempeñarse con éxito en la interacción social.

AMOR

El amor es el principio que crea y sustenta las relaciones humanas con dignidad y profundidad.

El amor espiritual nos lleva al silencio, y éste tiene el poder de unir, guiar y liberar a las personas.

El amor es la base para el principio de ecuanimidad entre el espíritu y la persona. Cuando el amor está combinado con la fe, crea una base fuerte para la iniciativa y la acción. El amor es el catalizador para el cambio, el desarrollo y los logros.

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