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Trabajo Monográfico Sobre La médula Espinal


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2013  •  2.064 Palabras (9 Páginas)  •  1.249 Visitas

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Trabajo monográfico para examen de introducción a la neuropatología.

Médula espinal.

Introducción.

El sistema nervioso central funciona principalmente encargándose de la comunicación neuronal. También recibe estímulos diversos y los convierte en impulsos nerviosos, los cuales se conducen a centros nerviosos con el fin de percibir sensaciones e iniciar reacciones motoras, principalmente.

El sistema nervioso central tiene como principal función la de percibir la información a través de receptores, elaborarla en la corteza motora y provocar una respuesta estimulando o inhibiendo funciones generales o específicas.

El sistema nervioso central tiene a la neurona como unidad funcional y anatómica.

Una gran cantidad de núcleos neuronales se concentran en lo que se conoce como sustancia gris.

La médula espinal está dividida en dos regiones principales: la sustancia blanca y la sustancia gris. La sustancia blanca está compuesta por los axones de las diferentes neuronas, que pueden ser aferentes (van hacia el cerebro) o eferentes (vienen del cerebro).

La sustancia gris de la médula debe su nombre a la concentración de los núcleos de las neuronas en la médula espinal.

El sistema nervioso segmentario o médula espinal es el primero en aparecer como una necesidad de integración localizada entre las condiciones del medio ambiente y las funciones a realizar. Existen áreas de piel denominadas dermatomas, que se constituyen como segmentos organizados, segmentos que tienen su representación primaria en la médula espinal y que, en función de procesos excitatorios o inhibitorios presentes en la médula espinal, originan respuestas primarias o reflejos medulares, reflejos que se caracterizan por producir siempre la misma respuesta a los mismos estímulos sin que para ello se requieran más procesadores.

La médula espinal es el nervio más grande del cuerpo. Mide aproximadamente 45cm y se extiende desde la base del cerebro pasando por el centro de la espalda hasta la cintura. Los nervios son estructuras que asemejan cables y que consisten de fibras nerviosas.

Las fibras nerviosas son responsables de la comunicación de impulsos por todo el cuerpo. Cuando la médula espinal se lesiona, el sistema nervioso no puede comunicarse bien. Los nervios arriba de la lesión funcionan bien, pero los que se encuentran debajo de la lesión no pueden recibir ni enviar mensajes correctamente. En ocasiones todos los mensajes se detienen, por lo que no hay movimiento ni sensación debajo del nivel de la lesión.

Una lesión en la médula espinal trae consecuencias remarcables de por vida, que nos pueden limitar desde las sensaciones, hasta el poder caminar.

Actualmente no existe una cura para las lesiones de la médula espinal. Se está realizando investigación en muchas áreas de tratamiento y adaptación, incluyendo temas tales como medicamentos, cirugía, transplante de células nerviosas y casi todos los aspectos de la salud y de las lesiones de la médula espinal.

Justificación.

Se eligió a la médula espinal porque fisiológicamente, es la vía conductora de impulsos desde y hacia el cerebro, y también es el centro de los movimientos reflejos, lo cual es importante ya que funciona transportando información entre los nervios espinales y el cerebro, controlando reacciones automáticas o reflejas y transmitiendo, a través de los nervios espinales, impulsos nerviosos a los músculos, vasos sanguíneos y glándulas.

Es decir, Las funciones que cumple la médula son:

-Es un centro asociativo, gracias al cual se realizan actos reflejos.

-Es una vía de doble dirección; de la periferia a los centros cerebrales (sensitiva)y de los centros cerebrales a la periferia (motora).

Una lesión en la médula espinal puede dejar con parálisis permanente los brazos, las piernas, e incluso ambos.

Características anatomofisiológicas.

La médula es un conjunto de segmentos funcionales con conexiones aferente-eferentes para determinada parte del organismo. Se distinguen ocho segmentos cervicales, doce dorsales, cinco lumbares y seis sacrococcígeos. Los cervicales controlan el diafragma, el cuello y las extremidades superiores; los dorsales el tórax y el abdomen; los lumbares las extremidades inferiores y los sacrococígeos la pelvis y los esfínteres anal y vesical. La médula espinal se encuentra protegida por el sistema óseo de la columna vertebral. En su parte posterior, detrás del cuerpo de la vértebra se encuentra el canal medular por donde transcurren los axones nerviosos que conforman la médula espinal

La médula posee dos cisuras o plegamientos en la substancia blanca, cisuras llamada anterior porque está situada en la parte media anterior y otra posterior menos evidente, localizada en la parte posterior y central. Hacia las partes laterales se encuentran las raíces nerviosas que conforman las comisuras laterales anteriores como posteriores

Está protegida por las membranas meníngeas: piamadre, aracnoides y dura-madre y por el líquido cefalorraquídeo.

Desde la región de la segunda vértebra lumbar, donde termina la médula, hasta el cóccix, desciende un filamento delgado llamado "filum terminale" y las raíces de los nervios sacros y lumbares, formando un manojo de fibras que recibe el nombre de "cola de caballo".

De la médula salen 31 pares de nervios que le dan un aspecto segmentado: 8 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y coxígeo.

La médula está compuesta por una sustancia gris formada por cuerpos neuronales, y por la sustancia blanca formada por fibras mielinizadas ascendentes y descendentes.

Las fibras ascendentes constituyen los haces ascendentes que son sensitivos y conducen los impulsos que reciben de la piel; los músculos y las articulaciones a las distintas zonas cerebrales.

Las fibras descendentes constituyen los haces descendentes que son motores y conducen los impulsos que provienen de los centros superiores del cerebro a otros que radican en la médula o bien a los músculos y las glándulas.

La sustancia gris tiene unos ensanchamientos llamados "astas": dos don dorsales o posteriores; dos ventrales o anteriores y dos intermedias y se localizan entre las dorsales y las ventrales. Las astas dorsales contienen neuronas que controlan las respuestas motoras del sistema nervioso autónomo y las ventrales, neuronas motoras cuyos axones terminan en músculos del sistema somático.

En el centro de la sustancia gris y a lo largo de ella hay un pequeño canal lleno de líquido cefalorraquídeo.

Otro aspecto anatómico importante de la médula, es que hay neuronas que sirven de conexión entre las fibras sensitivas y las motoras, lo que da origen a respuestas reflejas que no necesitan ser ordenadas por los centros cerebrales.

Agente Causal de alteración neurológica.

Una lesión en la médula puede ocurrir cuando ésta se comprime o cuando se le obstruye el riego sanguíneo. Cualquiera de estos 2 casos puede ocurrir cuando una o más vertebras se fracturan y le ponen presión a la médula espinal.

La médula espinal es la conexión principal entre el cerebro y el resto del cuerpo. Se encarga de recoger la información de los brazos, las piernas, el pecho y la espalda y la envía al cerebro, lo cual nos permite sentir y tocar. También le permite al cerebro enviar órdenes y mensajes a los músculos del cuerpo, lo cual nos permite, respirar, movernos y caminar.

El traumatismo de la médula espinal puede ser causado por muchas lesiones en la columna, como: ataques, caídas, heridas de bala, accidentes industriales, accidentes automovilísticos, lesiones durante la práctica de deportes como artes marciales, lucha olímpica, parkour, buceo en aguas poco profundas, entre otros.

Una lesión menor puede causar una lesión en la médula espinal si la columna se debilita (como en los casos de artritis reumatoide u osteoporosis) o si el conducto raquídeo que protege la médula espinal se ha vuelto demasiado estrecho (estenosis espinal) debido al proceso normal de envejecimiento.

También pueden ocurrir lesiones directas, como cortaduras, particularmente si los huesos o los discos se debilitaron. Los fragmentos óseos (por ejemplo, los que provienen de fracturas en las vértebras, que son los huesos de la columna) o de metales (como los provenientes de un accidente de tránsito o herida de bala) pueden cortar o dañar la médula espinal.

El daño directo también puede ocurrir si la médula es jalada, presionada hacia los lados o comprimida. Esto puede ocurrir si se presenta torsión anormal de la cabeza, el cuello o la espalda durante un accidente o una manipulación quiropráctica intensa.

La hemorragia, la acumulación de líquido y la inflamación pueden presentarse dentro de la médula espinal o fuera de ella, pero dentro del conducto raquídeo. Asimismo, la acumulación de sangre o de líquido puede comprimir la médula y dañarla.

La mayoría de estos traumatismos de la médula ocurren en individuos jóvenes y saludables, y los más comúnmente afectados son los hombres entre los 15 y los 35 años. La tasa de mortalidad tiende a ser mayor en niños pequeños con lesiones en la columna.

Los factores de riesgo son, entre otros:

-Participar en actividades físicas de alto riesgo.

-No utilizar el equipo de protección en el trabajo o la práctica de deportes.

Las personas de edad avanzada que presenten debilidad en la columna causada por osteoporosis pueden tener mayor probabilidad de sufrir una lesión en la médula espinal. Asimismo, los pacientes que presenten otras afecciones (accidente cerebrovascular o cáncer de próstata, por ejemplo) que los hagan propensos a sufrir caídas pueden ser más susceptibles.

Principales signos.

Los síntomas de una lesión o alteración en la médula espinal son alteraciones en las sensaciones. No sentiríamos dolor, no sentiríamos cosquilleo, de misma forma no sentiríamos las extremidades.

Otros síntomas es la interferencia en la información y en las órdenes del cerebro hacia nuestras extremidades, lo cual se vería afectado si los nervios son comprimidos u obstruidos, provocando así una parálisis irreversible.

Los síntomas varían según la localización de la lesión. La lesión en la médula espinal ocasiona debilidad y pérdida de la sensibilidad en la zona de la lesión y por debajo de ella. La gravedad de los síntomas depende de si toda la médula está gravemente lesionada (completa) o sólo parcialmente lesionada (incompleta).

Las lesiones en la primera vértebra lumbar y por debajo de esta no ocasionan lesión en la médula espinal. Sin embargo, pueden causar el "síndrome de la cola de caballo", una lesión en las raíces nerviosas de esta área. Este tipo de lesión de la médula espinal es una emergencia médica y necesita cirugía inmediata.

Las lesiones a cualquier nivel pueden causar: Aumento del tono muscular (espasticidad), pérdida de control de esfínteres (pueden abarcar estreñimiento, incontinencia, espasmos vesicales), entumecimiento, cambios sensoriales, dolor, debilidad, parálisis.

Lesiones cervicales:

Cuando las lesiones en la médula espinal se presentan en el área del cuello, los síntomas pueden afectar los brazos, las piernas y la mitad del cuerpo. Los síntomas pueden ocurrir en uno o en ambos lados del cuerpo. Los síntomas también pueden incluir dificultades respiratorias por la parálisis de los músculos de la respiración, si la lesión es en la parte alta del cuello.

Lesiones en el pecho.

Cuando las lesiones en la columna ocurren a nivel del tórax, los síntomas pueden afectar las piernas. Las lesiones en la médula espinal cervical o torácica alta también puede ocasionar problemas de presión arterial, sudoración anormal y dificultad para mantener la temperatura normal del cuerpo.

Lesiones lumbares.

Cuando se presentan lesiones en la columna a nivel de la región lumbar, los síntomas pueden afectar a una o ambas piernas, al igual que los músculos que controlan los esfínteres anal y vesical.

Manifestaciones.

Las complicaciones se van a los reflejos, las emociones se ven afectadas.

La evolución de la persona depende del nivel de la lesión. Las lesiones cerca de la parte superior de la columna producen más discapacidad que las lesiones en la parte baja de la columna.

La parálisis y la pérdida de sensibilidad de parte del cuerpo son comunes. Esto incluye una parálisis total o un entumecimiento y pérdida del movimiento o de la sensibilidad. Existe posibilidad de muerte, sobre todo si hay una parálisis de los músculos de la respiración.

Una persona que recupera algo de movimiento o de sensibilidad al cabo de una semana generalmente tiene una buena oportunidad de recuperar más funcionalidad, aunque esto puede tomar seis meses o más. Las pérdidas que perduran después de seis meses tienen mayor probabilidad de volverse permanentes.

El cuidado intestinal rutinario con frecuencia toma una hora o más por día. La mayoría de las personas con lesión de la médula espinal deben realizarse sondaje vesical de vez en cuando.

Normalmente se requieren modificaciones en la casa.

La mayoría de las personas con lesión de la médula espinal quedan en silla de ruedas o necesitan dispositivos de ayuda para movilizarse.

Referencias.

Ardila, A. & Rosselli, M. (2007). Neuropsicología clínica. México: Manual Moderno

Ardila, A., Lopera, F., Pineda, D., & Rosselli, M. (1995). Neurología comportamental y neuropsicología. Acta Neurológica Colombiana, 11, 88-93.

Ardila, A. & Rosselli, M. (1992). Neuropsicología Clínica. Medellín: Prensa Creativa

Edgerton VR, Roy RR. A new age for rehabilitation. Eur J Phys Rehabil Med. 2012:99-109.

Luria, A.R. (1989). El Cerebro en Acción. España: Roca

Portellano J. A. (2005) Introducción a la Neuropsicología. España: Mac Graw Hill.

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