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UNA CLAVE PARA ALEJARNOS DEL ANTROPOCENTRISMO Y CENTRARNOS EN LA NATURALEZA DEL HOMBRE. Asunto: Compañeros Colegas De Cuarto Semestre, Les Hago Una Atenta Invitación A Una Conferencia Que Se Llevara A Cabo Mediante Un Foro De Conferencia Acerca De La


Enviado por   •  21 de Abril de 2013  •  2.040 Palabras (9 Páginas)  •  693 Visitas

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UNA CLAVE PARA ALEJARNOS DEL UNA CLAVE PARA ALEJARNOS DEL ANTROPOCENTRISMO Y CENTRARNOS EN LA NATURALEZA DEL HOMBRE.

Asunto: Compañeros colegas de cuarto semestre, les hago una atenta invitación a una conferencia que se llevara a cabo mediante un foro de conferencia acerca de la naturaleza del hombre.

Sobre la formulación de Kant de la cuestión antropológica plantea en 1800 en su lógica sigue teniendo plena validez en cuanto su actitud ponerse ante la cuestión del anthopos: ¿Quién es el hombre? Se preguntaba Kant en esos tiempos, contestado algunos, desde una perspectiva claramente religiosa, en aquellos años. ¿Quién es el ser humano? Seguimos preguntándonos hoy en pleno siglo XXI.

Por lo visto Kant se enfoco solo hacia el individuo dejando de lado todo los demás seres vivos por lo tanto hoy en día para saber quien somos, o que es el hombre y su naturaleza y hacia dónde vamos, es necesario incluir dentro de la naturaleza del hombre a los demás seres vivos que existen sobre la tierra. La antropología religiosa establecía una diferencia abismal entre el ser humano (hecho a imagen y semejanza de Dios, y por lo tanto, poseedor de una alma, de una alma inmortal) y el resto de los seres vivos. Por lo tanto para esta antropología, había una diferencia insuperable entre el mundo de la naturaleza y el mundo humano.

Por lo tanto, por siglos el hombre ha actuado como el rey de la edad media bajo un concepto de superioridad hacia los demás seres vivos de nuestra palmeta haciendo a su voluntad todo lo que ha necesitado sin darle la importancia y el respeto que se merecen los demás seres vivos y erige en dueños de vidas y destinos a favor de sí mismos.

Max Scheler en su afán por conocer quién es el ser humano partía de la convicción de que para conocer la naturaleza del hombre, habría que llegar a comprender en su relación con todos los demás seres del planeta donde según él, erguía averiguar sobre esta cuestión en su época de comienzos del siglo XX. Bien, conocernos, pues, a nosotros mismos hoy, en este preciso momento se ha de presentar enmarcado, por una parte, en la situación empírica de cómo nos va la vida actualmente.

El ser humano ha decidido sobre la utilidad y el destino de las demás especies que cohabitan la tierra, ha erosionado tierras, talado bosques, urbanizado selvas, desecado lagos y habitado todo aquel lugar que le resulta agradable y se justifica mediante su supuesta supremacía que le viene de lo que se ha considerado la característica distintiva del hombre sobre el raciocinio.

Siempre me he preguntado si de verdad somos racionales, o porque se dice que lo somos, ya que para mi entender es un defecto ya que solo nos lleva hacer nuestra semejanza todo lo que está a nuestra alcance destruyendo y lastimando no solo a los demás seres, sino también entre nosotros mismos y a nuestro planeta. En realidad ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es su naturaleza? La respuesta seria tal vez que somos destructores y que no respetamos la la naturaleza ni nos respetamos a nosotros mismos.

Mi conclusión sobre la filosofía de Kant es que no podemos dejar de lado a los demás seres vivos para poder clasificar cual es la naturaleza del hombre, y sobre lo que dice Max Scheler y lo que estamos viviendo hoy en día. Si los seres vivos, plantas y animales cuentan con un sistema efector y un sistema receptor y los seres humanos, contamos con ese mismo sistema, por lo tanto formamos parte de esa totalidad de los seres vivos del planeta tierra. Preguntémonos entonces, como especie de ese mismo sistema: ¿qué podemos hacer con nuestras diferencias y particularidades, con nuestros “privilegios”, para servir a la naturaleza, a nuestros cohabitantes?

Compañeros les agradezco su atención.

Referencias Bibliográficas:

Cassier, E., (2006). Antropología Filosófica, FCE., México. Cap. 2 “Una clave para entender la naturaleza del hombre: el símbolo” Pág. 45-49.

Pintos, Ma., L., (2007). La antropología filosófica: una obligada mirada hacia los demás seres vivos, Thémata, Revista de Filosofía (49), Recuperado de:http://institucional.us.es/revistas/revistas/themata/pdf/39/art40.pdf

UNA CLAVE PARA ALEJARNOS DEL ANTROPOCENTRISMO Y CENTRARNOS EN LA NATURALEZA DEL HOMBRE.

Asunto: Compañeros colegas de cuarto semestre, les hago una atenta invitación a una conferencia que se llevara a cabo mediante un foro de conferencia acerca de la naturaleza del hombre.

Sobre la formulación de Kant de la cuestión antropológica plantea en 1800 en su lógica sigue teniendo plena validez en cuanto su actitud ponerse ante la cuestión del anthopos: ¿Quién es el hombre? Se preguntaba Kant en esos tiempos, contestado algunos, desde una perspectiva claramente religiosa, en aquellos años. ¿Quién es el ser humano? Seguimos preguntándonos hoy en pleno siglo XXI.

Por lo visto Kant se enfoco solo hacia el individuo dejando de lado todo los demás seres vivos por lo tanto hoy en día para saber quien somos, o que es el hombre y su naturaleza y hacia dónde vamos, es necesario incluir dentro de la naturaleza del hombre a los demás seres vivos que existen sobre la tierra. La antropología religiosa establecía una diferencia abismal entre el ser humano (hecho a imagen y semejanza de Dios, y por lo tanto, poseedor de una alma, de una alma inmortal) y el resto de los seres vivos. Por lo tanto para esta antropología, había una diferencia insuperable entre el mundo de la naturaleza y el mundo humano.

Por lo tanto, por siglos el hombre ha actuado como el rey de la edad media bajo un concepto de superioridad hacia los demás seres vivos de nuestra palmeta haciendo a su voluntad todo lo que ha necesitado sin darle la importancia y el respeto que se merecen los demás seres vivos y erige en dueños de vidas y destinos a favor de sí mismos.

Max Scheler en su afán por conocer quién es el ser humano partía de la convicción de que para conocer la naturaleza del hombre, habría que llegar a comprender en su relación con todos los demás seres del planeta donde según él, erguía averiguar sobre esta cuestión en su época de comienzos del siglo XX. Bien, conocernos, pues, a nosotros mismos hoy, en este preciso

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