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UNA SOCIEDAD JUSTA, EQUITATIVA Y EN PAZ UTOPÍA ALCANZABLE


Enviado por   •  21 de Enero de 2013  •  1.862 Palabras (8 Páginas)  •  958 Visitas

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FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLOGICAS

PSICOLOGIA GENERAL

CUARTO AÑO

2012-2013

PSICOLOGÍA Y

DERECHOS HUMANOS

UNA SOCIEDAD JUSTA,

EQUITATIVA Y EN PAZ

UTOPÍA ALCANZABLE

CRISTINA ELIZABETH

GARCIA ZAMBRANO

SEPTIEMBRE 2012

UNA SOCIEDAD JUSTA, EQUITATIVA Y EN PAZ

UTOPÍA ALCANZABLE

“Hasta nuestros días, la historia de la humanidad,

(exceptuando la sociedad primitiva)es la historia de la lucha de clases”

Marx y Engels, Manifiesto Comunista.

INTRODUCCIÓN

Vivimos, o más bien sobrevivimos, en una sociedad compleja; llena de contradicciones fácilmente observables: tenemos grandes avances tecnológicos, científicos pero también un importante número de personas analfabetas y un número alto de personas que no han terminado la secundaria. Contamos con las declaraciones y acuerdos en torno a los derechos humanos, civiles y políticos realizados con el acuerdo y la contribución de muchos países a nivel mundial; a la par de esto observamos como EEUU, por ejemplo, inicia guerras en determinados países, viola la soberanía de muchos más, impone medidas económicas que significan, a más de un total avasallamiento de los pueblos, el incremento de la miseria de los mismos. Entre más se desarrolla la economía de “libre mercado”, la riqueza se concentra en menos manos, quedándose con quienes tienen el poder, los medios de producción y no con quienes la producen, irónicamente hemos llegado a un momento del desarrollo social en el que <<a más producción, más miseria>>.

Por lo que a nuestro país refiere, a pesar de ser micro, no estamos fuera de esa macro realidad, es decir, somos un país lleno de riquezas naturales y de gente laboriosa, pero dicha riqueza no se refleja en la vida y hogares de la gran mayoría de ecuatorianos, pues al igual que en otros lados, esta se concentra en pocas manos y peor aún, mucha de ella se va al extranjero por medio, por ejemplo, de las transnacionales, fruto “bendito” de la globalización. También somos enajenados culturalmente e incluso cognitivamente, pues nos han impuesto, sutilmente, límites de pensamiento y hemos llegado tan bajo que es cotidiano escuchar sobre todo entre los jóvenes expresiones como: “me da pereza pensar”.

He considerado mencionar brevemente estos elementos como introductorios, pues como señalaba Marx: “es el medio el que determina la conciencia y a su vez, esta influye en el medio”, por lo tanto, para tener una idea de los elementos conscientes predominantes en la sociedad, debemos tener conocimiento de la realidad material de dicha sociedad, de su estructura económica, en este caso, capitalista-neoliberal, que determinará la superestructura, en la cual entre otras cosas están también las leyes y en ellas los Derechos Humanos que son los protagonistas del presente trabajo.

DERECHOS HUMANOS

Considerando que la libertad, la justicia y la paz

tiene por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los

derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana(..)

la Asamblea proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos

10 de diciembre de 1948, Asamblea General de las Naciones Unidas.

Cuando leo los acuerdos internacionales en torno a los derechos humanos suelo pensar dos cosas fundamentalmente, la primera es que en la redacción de estos existen sin duda elementos que son importantes y causa emoción el pensar que una sociedad pueda producir un pensamiento tan avanzado, tan humano. En ese momento surge el segundo elemento a pensar: cómo es que siendo capaces de escribir algo tan sublime, pueden a la vez borrarlo con la práctica cotidiana que incluye constantes hechos de violencia expresados en los pocos recursos destinados a la educación, salud, vivienda, seguridad social, arte, deporte, ciencia, recreación, etc.

Entonces es inevitable pensar qué representan los derechos humanos para quienes los hacen, esa es una cuestión importante y a la vez bastante compleja; más si tomamos en cuenta algunos elementos importantes: los derechos humanos son parte de la superestructura del sistema económico imperante, un sistema cuyo pilar fundamental es la propiedad privada sobre los medios de producción, lo que en términos psicológicos-conductuales se traduciría en individualismo.

Quienes elaboran las leyes son los dueños de los medios de producción y se sirven de estas para mantenerse como tales, por lo tanto, ellos no elaborarían leyes que atenten contra su propiedad, al menos no por voluntad propia, y entonces, la declaración de los derechos humanos surge como resultado de la presión de las clases oprimidas, pero son como una promesa realizada a sabiendas de que no se cumplirá. Aún si se cumpliera tiene limitaciones, por ejemplo, el tema de la igualdad planteado reiteradamente, no podemos decir que la igualdad es justicia, en la mayoría de los casos, pues si le das igual cantidad de comida a un niño de 3 años y a un adolescente de 16, o le estarás dando mucho a uno y poco a otro, lo ideal entonces no sería la igualdad sino la equidad.

A pesar de estas consideraciones, es indiscutible que la declaración de los derechos humanos es un avance importante, por lo tanto, en un sistema en el que el denominador común es la explotación del hombre por el hombre y todo lo que eso implica tanto en lo social como en lo psicológico, debemos apoyarnos en todo lo que implique un avance, un desarrollo en la conciencia social que no puede quedarse a la saga del desarrollo material, un acercamiento a la justicia y equidad.

En pro de ese desarrollo debemos entonces empoderarnos, afianzarnos en el conocimiento de los derechos humanos, difundirlos, defenderlos, enraizarlos en nuestra conciencia y en la de

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