Don Bosco

Don Bosco un ejemplo a seguir

Existen muchas personas que influyen en vida de las personas y son ejemplos a seguir, quizás una de esas fue Juan Bosco, quien a mas de ser un sacerdote era un amigo que dedicó toda su vida a ayudar a los jóvenes en especial a los de la calle. Por sus grandes obras fue declarado Santo consagró su vida a la religión y a la caridad, y encontró tiempo suficiente para poder desarrollar otro talento, que fue el de ilusionista.

Pero ¿Quién fue Don Bosco? ¿Qué aspectos y hechos le mostraron su vocación? ¿Qué hizo por los demás? ¿Qué caracterizó a don Bosco?

Juan Melchor Bosco Occhiena, nace el 16 de agosto de 1815 en Castelnovo, Italia. El día 17 de agosto del mismo año, lo bautizan como Juan Melchor Bosco Occhiena.

Sus padres fueron Francisco Bosco y Margarita Occhiena. Eran dos campesinos muy pobres, pero, grandes trabajadores, y muy estimados en todo el vecindario por su honradez y porque nunca negaban un favor a quien podían hacerlo. Juan pierde a su padre cuando apenas tenía 2 años. Hace su Primera Comunicación cuando tenía 11 años, eso era un beneficio para él.

El 29 de marzo de 1841 Juan recibe el Diaconado y el 26 de mayo empezó sus Ejercicios Espirituales preparándose para su ordenación sacerdotal. Durante sus ejercicios se propuso: “Ocupar rigurosamente el tiempo; padecer, obrar, humillarse en todo, (siempre cuando se trate de salvar almas) y la caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me guiarán en todo”.

Juan Bosco fue ordenado sacerdote por su Arzobispo Monseñor Luis Franzoni, el 5 de Junio de 1841, en la iglesia de la Inmaculada Concepción de Turín. Junto con él se ordenaron 42 sacerdotes, 26 Diáconos y 25 Sub-diáconos. Al día siguiente- fiesta de la Santísima Trinidad- celebró su primera misa en el altar del Ángel Custodio de la iglesia de San Francisco de Asís

Además de su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo en el siglo XIX. El propio santo se encargó también de compilar y editar los llamados Sueños de Don Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de su vida, el primero de ellos a los nueve años de edad.

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