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Enciclica


Enviado por   •  4 de Julio de 2015  •  2.082 Palabras (9 Páginas)  •  145 Visitas

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INTRODUCCION

Cuadragésimo Anno es una carta encíclica del Papa Pío XI, promulgada el 15 de mayo de 1931, con ocasión de los 40 años de la Encíclica Rerum Novarum, de la que es complemento, de allí su nombre en latín, Quadragesimo Anno (en el cuadragésimo año). Trata sobre la restauración del orden social y su perfeccionamiento en conformidad con la ley evangelizadora y está dirigida a los Obispos, sacerdotes y fieles católicos.

Cuando se publicó esta encíclica ya se había producido un notable cambio en las circunstancias sociales y económicas respecto a las que regían cuando se publicó la Rerum Novarum. El mal social de 1891 era la lucha de clases; en 1931 el mal social se centra en la progresiva desintegración de la sociedad, mal mucho más vasto que el que representaba aquella lucha. El régimen económico de 1891 estaba presidido por un capitalismo liberal de pequeñas unidades económicas; en 1931 era el capitalismo de los grandes monopolios. El socialismo de 1891 era materialista y antirreligioso; en 1931 muchos socialistas sólo predican un conjunto de medidas económicas contra las que no tiene nada que oponer la Iglesia.

Esta diferenciación de circunstancias preside el desarrollo de esta segunda encíclica. A estas diferencias se une un cambio en el horizonte contemplado. La Quadragesimo Anno considera ya la complejidad de la vida económica nacional, que condiciona más o menos severamente, las libres decisiones de los patronos y obreros; y por tanto, las posibles soluciones que apunta la encíclica están dentro de una visión orgánica del orden económico-social. En resumen, trata sobre la restauración del orden social y su perfeccionamiento de conformidad con la ley evangélica.

La Encíclica Quadragesimo Anno tiene tres partes que claramente revelan su contenido y objeto:

• Recordar, dada la oportunidad del cuadragésimo aniversario, los grandes bienes que brotaron de la Rerum Novarum ; 2- “ Defender la doctrina social y económica de León XII contra algunas dudas y desarrollarla en algunos puntos”, 3 “ Descubrir , tras un diligente examen del moderno régimen económico y del socialismo, la raíz de la presente perturbación social” ( es decir, la raíz de la tremenda crisis económica que padecía por entonces el mundo), “ y mostrar al mismo tiempo el único camino de salvadora restauración, o sea la reforma cristiana de las costumbres”

A la primera parte de la encíclica ya nos referimos suficientemente al tratar de la Rerum Novarum. Ahora tocaremos con brevedad la segunda y la tercera parte.

En cuanto a la segunda, recordemos que con posterioridad a la publicación de la Rerum Novarum surgieron grupos que pretendían ser los únicos herederos espirituales del pensamiento del León XIII, y no era conveniente que malgastaran sus esfuerzos luchando entre si, en lugar de realizar de realizar una tarea constructiva. Por consiguiente, el Papa establece en forma clara y definida cual de los grupos tiene la razón y cual se encuentra en el error. Al mismo tiempo, tiene presente el pontífice que es necesario adaptar y complementar la doctrina de León XIII a las nuevas circunstancias y a las novedades y cambios radicales que se habían operado en el transcurso de estos cuarenta años.

Esta parte segunda, con las dos primeras secciones de la tercera, constituyen la parte doctrinal de la encíclica, densa de ideas, en la que “cada frase implica un pensamiento nuevo y profundo”, difícil de comprender “para aquellos que no están familiarizados con el tema”, y difícil aun “para el experto que no puede sentirse satisfecho con una rápida lectura”.

Esta integrada por una introducción acerca de la autoridad de la Iglesia en materia social y económica y cinco secciones, que son las siguientes: 1) el dominio o derecho de propiedad: derecho personal que atiende al interés particular, mas también función social que mira al bien común. Este problema se había planteado inmediatamente después de la Rerum Novarum . 2) relaciones entre capital y el trabajo: colaboración estrecha, fundada en su misma naturaleza, y con derecho de cada uno a exigir la parte de los beneficios que le corresponden en justicia, sin perjudicarse mutuamente; 3) la redención del proletariado: que resultara del acceso de los obreros a la propiedad --desproletarización-- , es uno de los grandes fines de la política social actual; 4) el justo salario: para cuya fijación habrán de tenerse que la situación en cuenta el mantenimiento del obrero y de su familia, no menos que la situación de la empresa y las exigencias del bien común; 5) la restauración del orden social: a la que se halla consagrada la gran idea constructiva de la encíclica, basada en la reestructuración de las organizaciones profesionales.

La tercera trata, en primer lugar, en dos capítulos, de los grandes cambios producidos desde 1891, tanto en el sistema económico capitalista como el socialismo, capítulos que pertenecen la parte doctrinal de la afirmación de principios de la encíclica. Por una parte, el capitalismo industrial ha evolucionado hacia el capitalismo financiero, en el que se quiebra todo lazo entre capital y el trabajo, y se muestran con frecuencia tendencias dictatoriales. Por otra parte, el socialismo se ha dividido en dos tendencias principales: el comunismo radical, al que dedicara el Papa su encíclica Divini Rdemptoris, y el socialismo moderado, que, aun cuando adopta un actitud mas razonable con respecto a la lucha de clases y a la abolición del derecho de propiedad, sigue desconociendo la verdadera naturaleza y el verdadero destino del hombre y de la sociedad humana, y, por tanto, continua en incompatibilidad con la concepción de la vida.

Por fin, en el ultimo capitulo, acerca de la renovación moral, se contienen directrices pastorales que animan, estimulan, amonestan y ruegan no tanto a la razón cuanto al corazón y a la voluntad. Con la idea fundamental de que esta renovación y principio del restablecimiento del orden social termina la tercera parte de la encíclica.

El mundo, dice el Papa, “en gran parte se ha recaído en el paganismo”: la tarea consiste en “en volver a Cristo esas clases de hombres que le han negado”

Y el Papa concluye:

“Es, por lo tanto, completamente necesario que se reduzca y sujete de la economía a un verdadero y eficaz principio directivo.”

Pero de inmediato precisa que esa ley no debe ser la dictadura de los poderes económicos privados.

“La dictadura

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