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Leyendas De Nicaragua


Enviado por   •  22 de Julio de 2014  •  1.842 Palabras (8 Páginas)  •  288 Visitas

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La Leyenda de Arrechavala

El Coronel Joaquín Arrechavala es un personaje mítico basado en la historia de Nicaragua, durante el periodo colonial. Nació en Madrid España en el año 1728, Sus padres fueron: José Antonio de Arrechavala y Abrosía de Vilchez. El Rey de España, Carlos II de Borbón, lo envió a Nicaragua, para que formara parte de la oligarquía nicaragüense, que evoca entre otros los nombres de Sacasa, Chamorro, Zavala y el prelado García Jerez.

Esta Burocracia española de la época colonial acumuló capitales improductivos conformados de tesoros incalculables en oro, plata, y bienes raíces con el fin de mejorar su posición social. El 14 de febrero de 1791, Joaquín Arrechavala fue ascendido a Coronel. En el periodo de 1811 a 1812 Nicaragua fue marcada por violentas insurrecciones contra la dominación española en busca de la independencia. En este período de agitación, el coronel Arrechavala fue uno de los principales promotores de la adhesión de León al Imperio Mexicano de Iturbide, para asegurar y garantizar la estabilidad de sus intereses.

Durante y después de la abdicación del Imperio Mexicano, el Coronel mostró un implacable odio y aversión por los indígenas. Es por eso que él personalmente se paseaba por las noches montado en su caballo lujosamente adornado y latigueaba a todo indígena que encontraba en las calles. Solía vestir su uniforme militar adornado de charreteras y hebillas doradas. Su caballo era negro con su freno de metal precioso, y aterraba a los caminantes nocturnos con todo ese ruido y los indios se espantaban apenas lo percibían a lo lejos o si escuchaban el galopar de su brioso caballo.

Arrechavala era identificado como un espíritu nocturno, porque siempre se le veía por las noches en guardia para asegurar el orden en ese período de sublevaciones contra el gobierno colonial. Joaquín Arrechavala, así como los muchos oligarcas de esta época, enterraba sus riquezas. Sin embargo, para el indígena la acumulación de éstas era inconcebible, ya que debían servir para la celebración de una fiesta en la que participara toda la comunidad.

Una de las leyendas es la aparición del fantasma de Arrechavala, vestido de militar, cabalgando en su caballo sobre la Calle Real, ahora Rubén Darío, que comienza en la Iglesia El Calvario y finaliza en la Iglesia Sutiava. Indiscutiblemente la gente, en esos días, creía que los muertos aparecían. Según unos espiritistas cuentan que hablaron con él y les dijo que dejaría de molestar si conversaba con un familiar para indicarle donde estaba enterrado el tesoro que había acumulado hasta su muerte. Arrechavala, condenado por el pueblo, debe errar eternamente entre los vivos para vigilar sus tesoros enterrados, muere en el año 1823 (a los 95 años de edad).

Los cadejos

Las leyendas refieren la existencia de dos cadejos, uno blanco y otro negro. Ambos son animales misteriosos, grandes, muy fuertes y peludos que parecen perros, permanecen la mayor parte del tiempo con la lengua fuera y poseen grandes uñas en las patas traseras que producen un ruido característico al caminar.

El cadejo blanco es un guía y guardián protector del hombre; es bueno y camina a la par o detrás de la persona para guardarlo de los malos espíritus, defendiéndolo de cualquier peligro y acompañándolo en todos sus viajes nocturnos hasta el lugar donde el solitario caminante se dirige. No se cansa de caminar y al amanecer desaparece.

El cadejo negro es en cambio un espíritu maligno, enemigo declarado del hombre que trata de dañarlo o matarlo en sus andanzas nocturnas; simboliza el mal, por eso es negro, es fiero y tiene ojos de fuego. Cuando el cadejo negro aparece o ataca al hombre, el cadejo blanco se interpone y lo distrae para que el hombre pueda huir. Hay ocasiones en que se establece una encarnizada pelea a muerte entre ambos animales; en este caso el caminante defendido por el cadejo blanco debe permanecer en el lugar de la contienda hasta el final de la pelea, de lo contrario su protector morirá al no contar con la ventaja de la presencia. En enfrentamientos en los que se cuenta con la permanencia del defendido, los cadejos nunca llegan a matarse; solo salen lastimados y el negro vencido.

Se dice que cuando el hombre rechaza la compañía del cadejo blanco y trata de hacerle daño, éste se lanza sobre su agresor, lo revuelca, lo muerde y lo deja mortalmente herido.

Estas leyendas pueden que estén relacionadas con una creencia antigua que dice que toda persona tiene un animal de compañía. Este animal es su doble. Toda enfermedad, daño o muerte de uno repercute en el otro. Se dice que al mismo tiempo que nace un niño, un animal nace en la montaña y que desde entonces sus destinos están compartidos.

Mi abuelita me contaba que el cadejo olía a cabra, un olor penetrante y característico. Y si, el cadejo negro es malo, ve al hombre y trata de hacerle daño; pero el cadejo blanco aparece en la forma de un perrito blanco chiquito al trasnochador, en dependencia de como trate a este pequeño animal el "cadejito" lo protegerá o se transformara en el gran animal que es para herirlo.

La Carreta NAHUA

La carreta es un medio de transporte usado por los españoles (y traido por ellos) para movilizar a los indígenas encadenados para su venta como esclavos. Esto, que frecuentemente realizaban durante la noche y era muy cruel, sea posiblemente la causa que dio origen a esta fabulosa leyenda, la cual siempre ha estado relacionada con la muerte.

La carreta nahua

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