Pastoral Litúrgica

Proyecto de

Pastoral Litúrgica Parroquial.

Comunidad Católica de la Medalla Milagrosa.

2012.

Ser y qué hacer de la Pastoral Litúrgica.

La pastoral litúrgica forma junto con la profética y la social el ciclo de vida de la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, que peregrina hacía la casa del Padre y busca la salvación de todos los hombres.

Siendo la liturgia la fuente y el culmen de la vida y misión de la Iglesia, el cuidado que se debe tener de ésta misma debe ser privilegiado para que sus frutos y signos alcancen plenitud en la comunidad de bautizados que la realizan.

La Pastoral litúrgica no pretende ser un sensor de errores que se presenten en las ceremonias de culto, ni tampoco un señalizador de virtudes; sino más bien busca concientizar a los cristianos de su misión como sacerdotes comunes que ofrecen el misterio de redención en cada celebración Eucarística; es por tanto instrumento que ayuda a la Iglesia a celebrar en todo su esplendor el sacrificio de Cristo actualizado y vivido en todos los sacramentos.

Además la Pastoral litúrgica forma a los miembros de la comunidad para que vivan los tiempos litúrgicos de manera que, mediante la celebración del año litúrgico, celebren la vida de Cristo en su propia existencia y se configuren más con él que es el origen, el centro y el fin de toda acción litúrgica.

Quiénes forman la pastoral litúrgica.

Obviamente los principales exponentes del cuidado litúrgico deben ser los presbíteros, puesto que ellos son los que <<In persona Christi>> celebran el memorial del Señor Resucitado, junto con ellos los consagrados han de tratar de poner de manifiesto la belleza de la celebración, su dignidad y dimensión cristológica que alcanza la salvación de la humanidad; pero no solo ellos han de buscar esos fines, también los fieles laicos comprometidos con la comunidad, aquellos que desde su “servicio a la Iglesia” desempeñan un verdadero oficio litúrgico : los ministerios de acolitado, lectorado, alabanza, los extraordinarios de la comunión (ministerios laicales)… éstos instituidos o no instituidos, deben esforzarse por realizar no para la comunidad sino para Dios, la excelencia en la liturgia.

Es bueno recordar en éste momento, que la liturgia está formada por signos y que esos signos deben estar llenos de Espíritu, de nada nos serviría a todos los actores litúrgicos saber qué hacer en las celebraciones, si ese qué hacer no va acompañado de una piedad y de un amor peculiar capaz de orientar la vida toda a Dios, autor de la existencia.

Objetivo de la Pastoral Litúrgica Parroquial.

Promover e intensificar

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