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Razones Para Venerar A La Virgen María


Enviado por   •  23 de Mayo de 2013  •  2.306 Palabras (10 Páginas)  •  375 Visitas

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Con mucha alegría te comparto cinco razones bíblicas del porque amamos a la Virgen. A nuestro alrededor tenemos familiares, amigos y desconocidos que nos atacan diciendo lo mismo, que nosotros estamos mal por amar y venerar a la Virgen. Afirman incluso que la Biblia no dice nada de eso. Es por ese motivo que te comparto este tema, pues debemos ‘dar razones en base a la Escritura’ (1 Pe 3,15) del porque de nuestro amor a María. Así nazca en ti el amor y veneración hacia ella para ser un auténtico y pleno cristiano. Vayamos a la Sagrada Escritura:

1.- Como católicos tenemos un regalo especial de parte de Jesucristo que quiso dejarnos a su Madre santísima como Madre Nuestra.

El evangelio de Juan nos dice sobre eso lo siguiente:

“Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

Jn 19,26-27

Si lees atentamente el pasaje anterior notarás que Jesucristo dice a su discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. No es a cualquier persona sino al “discípulo” al que le dijo esas palabras. Es el auténtico discípulo de Cristo quien al igual que el apóstol Juan hoy acepta a María como “Madre”. En ‘Juan’ encontramos el modelo de todo discípulo que acepta este regalo de Jesús. En la Cruz, en esos últimos momentos, cuando Él sabe que va a partir, es cuando Nuestro Señor delante de todos deja como testamento espiritual para todo discípulo cristiano un regalo especial: “Ahí tienes a tu madre”. Bendita seas María, Madre de la Iglesia, Madre mía y Madre nuestra.

Un momento después notamos la actitud del discípulo. Juan, sin vacilar, escribe lo que ese día él mismo había hecho: “El discípulo se la llevó a su casa”. Como no recordarlo y ponerlo dentro de la Buena Nueva que estaba escribiendo en su Evangelio. El mismo lo dijo: “Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero”. Jn 21,24

Juan era el mas joven de todos los apóstoles y lo escribe porque para él, eso era un motivo de alegría y gozo que no podía callar. Que fácil hubiera sido para el no escribir eso años después. Si él hubiera tenido las ideas de algunos evangélicos actuales seguramente que nunca hubiera escrito eso. Pero no, para Juan el tener a María como madre no era motivo de vergüenza ni de quitar méritos a Jesucristo. Para él eso fue algo tan grande y valioso que no olvido ponerlo en su Evangelio.

juan había escrito: “Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran”. Jn 21,25

Si al terminar su Evangelio él claramente afirmó que muchas cosas que Jesucristo había hecho no las había escrito, eso quería decir que solamente escribió lo que realmente era importante. No iba a desperdiciar su mensaje con cosas sin importancia. Solamente puso aquello que merecía ser mencionado, aunque tendría que dejar sin escribir muchas cosas que el mismo Jesús había hecho. Pues bien, unas de esas palabras tan valiosas fueron:

“Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

Jn 19,26-27

Es por eso que hoy, igual que ese día, el verdadero discípulo de Cristo hace lo mismo que Juan, se “lleva a María a su casa”. Bendita seas madre santa, porque podemos tener la misma alegría de Juan de poder llevarte y tenerte en nuestra casa.

Además, si la Biblia enseña que hay que “honra a tu Padre y a tu Madre” Lc 18,20 Eso es lo que seguramente hizo Juan y nos puso con ello el ejemplo de Honrar a María. Con esa actitud Juan fue un buen católico.

Al parecer muchos hermanos separados ya olvidaron lo que dice el libro de Levítico:

“Moisés y los ancianos de Israel dieron al pueblo esta orden: «Guardad todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. Maldito quien desprecie a su padre o a su madre. - Y todo el pueblo dirá: Amén”.

Dt 27, 1.16

De nuestra parte como católicos y como hijos suyos, también le honramos y amamos(Lc 18,20).

Gracias Apóstol Juan por darnos el ejemplo de amor a la Virgen como una madre espiritual del verdadero discípulo de Jesucristo. Esta es la primera razón bíblica por la cual nosotros también lo hacemos así.

2.- El Ángel, enviado por Dios, le dice: “Alégrate, llena de Gracia, el Señor esta contigo. Bendita tu entre las mujeres”.

“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazareth, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita tu entre las mujeres» Lc 1,26-28.

Que maravillosa es la Palabra de Dios al mostrarnos esto con tanta claridad. La Biblia nos dice que el Ángel es enviado por Dios para reafirmarlo, pues la palabra ‘Ángel’ significa mensajero. Si era enviado por Dios no podía equivocarse de ninguna manera y sus palabras a la Virgen María son tal y como hoy nosotros le llamamos:

“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita tu entre las mujeres”

En las Biblias de versiones protestantes dice exactamente lo mismo. Bendito seas “Ángel” de Dios que no tuviste ningún problema en decir estas palabras y reconocer la grandeza de Dios en esta santa mujer. Cuando hoy en día hay muchos que dicen ser cristianos y le preguntan al católico que porque alabamos a la Virgen hacen eso porque al parecer no están leyendo atentamente la Biblia o no la quieren aceptar. Bendecir a la Virgen María es algo que nos puso como ejemplo el mensajero de Dios.

Imagine lo siguiente por unos segundos: Si Dios hubiera enviado ese día a una católico a darle el anuncio a la Virgen, esta persona hubiera hecho lo mismo que el Ángel, hubiera saludado a María y la hubiera alabado diciéndole “Bendita tu entre las mujeres”. En cambio si en ese día hubiera enviado a una persona con ideas protestantes ni hubiera hecho lo mismo ni siquiera algo parecido. Hubiera dicho algo así como: “hola mujer como cualquier otra, no te alegres pues tu necesitas ser salvada, eres solamente

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