Resúmen Encíclica "Dios Es Amor"

Para ser cristiano, no se empieza por una simple decisión, sino por el lazo que se tiene con una persona o un hecho para darle un nuevo sentido a la vida. Nuestra vida debe ser basada en “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, y lo digo porque Dios es amor infinito, y al amar a tu prójimo amas a Dios.

Mucha gente no sabe lo que realmente es el amor. Por ejemplo, la mayoría define a este término como un sentimiento, y están totalmente equivocados porque el amor no va y viene al igual que un sentimiento. Hoy en día, el “amor”, es una de las palabras mas usadas, y en muchos casos es usada incorrectamente por lo que esta mal.

También hay personas que creen que la religión es algo que le quita lo divertido a la vida, pero lo que ellos no saben es que ellos nunca encontrarán la plena felicidad por ese camino, los debemos de ayudar.

Al sacar conclusiones de cómo el amor ha sido definido, a lo largo de la historia, nos podemos dar cuenta de que hay una relación entre el amor y lo divino. Un hombre esta formado por un cuerpo y alma, que están unidos; por lo tanto, si un hombre solamente tiene cuerpo, ya no es él mismo. Exclusivamente con el alma se puede amar, y eso es lo que nos hace seres humanos.

Amar a alguien es cuando te preocupas por alguien más, antes que de ti mismo; cuando la felicidad de alguna otra persona, te cause alegría. El amor es entrega, al igual que un sacrificio.

Jesús dijo “El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará”. Con esto nos narra el hecho de que murió en la cruz por nosotros, y resucitó. Jesús hizo la prueba más grande de amor que se pudo haber hecho, simplemente un acto incomparable.

Nosotros como humanos, no podemos dar siempre nada más, también debemos de recibir. Aquél que da amor, debe también recibirlo.

Nosotros no logramos nada para ser amados por Dios, por lo que su amor es gratuito. Esto gracias a que Dios nos perdona las veces que sea, con tal de que estemos arrepentidos completamente.

Esta Encíclica menciona algunas parábolas de Jesús, como cuando el pastor busca a su oveja perdida, la mujer que busca el dracma, el padre que busca al hijo pródigo y lo abraza, y con estas, Dios nos muestra, como decía antes, su entrega y amor infinito al enviar a su hijo único a morir en la cruz por nosotros.

San Pablo dice que lo que antes era estar frente a Dios, ahora es unirnos a El por medio de la Eucaristía. Al comulgar yo me uno con Dios, igual que todos los que lo hacen, porque el Pan es Uno y todos nos alimentamos del mismo. El amor al prójimo y el amor a Dios se fundan entre sí, por lo tanto, la unión con Cristo nos une a los que nos rodean, y cada vez que hacemos algún acto por una persona, lo hacemos por Dios. El amor va a

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